THE SILENT TREE (KTH&JJK)

WAIT FOR ME

Taehyung tiene pesadillas cada noche.

En su mente hay un millón de escenas desgarradoras que causan en su cuerpo escalofríos y temblores, lo hacen sudar, estar en el fondo de un mar falso que lo ahoga mientras lo hunde hasta lo más profundo con una desgarradora lentitud que busca torturarlo; se sienten muy reales, pero no sabe si lo son. Para este punto es incapaz de discernir qué sí pasó y qué no.

Todo es verdadero como es producto de su imaginación de alguna u otra forma.

A veces hay escenarios hermosos junto a Jungkook. Recuerda su voz afable, lo melodiosa que era su risa, la suavidad de su piel al acariciarla con la yema de los dedos, sus labios sobre los de él al compartir la dulce intimidad de un amor inocente; pero también aparece en el coliseo apostando por él, riendo cuando lo torturaban, cuando tenía frío y hambre, estaba en el hospital mientras lo lastimaban.

Se está volviendo loco.

Por ello, le es imposible esperar a Namjoon. Cada día que pasa él se desgasta más y no hay noticias de su rey, debe actuar por su cuenta para terminar con ese horrible tormento. Lo espera veintitrés días exactos, le da la oportunidad de volver; pero Namjoon no aparece, ni siquiera envía un mensaje.

Su corazón, alguna vez gentil, ahora está envenenado por el resentimiento. Lo que determina su modus operandi. No se trata de la simple lucha por su libertad, sino de venganza.

Se despierta la mañana del día veintitrés, peina su cabello, usa un traje rojo y baja a desayunar. Yoongi tampoco ha aparecido después de su pelea, Min-ah prefiere no hablar mucho con él, pero acepta acompañarlo a los calabozos ese día. Caminan tomados de las manos, ella se apoya de vez en cuando en su hombro, ríen un poco mientras observa el paisaje.

—El bosque Kim es mucho más hermoso que estos —le dice.

—Lo sé, Nam me hablaba mucho de ellos —responde Min-ah con un suspiro.

Es evidente la preocupación al pensar en su amigo. Taehyung ignora su tono, prefiere seguir el camino hacia su gente. Ese horrible lugar está sumido en la pena, aún más de lo que estuvo alguna vez, debido al atentado de hace unos días en el que Namjoon huyó. Los castigan a todos por participar, los someten a más experimentos innecesarios y torturas para recordarles que han hecho mal.

Taehyung no está dispuesto a aguantar más.

Ordena que lo dejen entrar a los calabozos, camina tomado de la mano con Min-ah, los tacones de sus zapatos hacen eco en todo el lugar mientras camina. Las personas se asombran al verlo, pero de inmediato muestran su alegría.

—Debemos hacer algo —murmura frente a la que fue su celda una vez que se adentra por completo en el calabozo.

—¿Namjoon...? —inquiere con debilidad uno de sus compañeros.

—Él no ha vuelto, dudo que lo haga.

Todos se petrifican ante el terrible escenario que plantean esas palabras, temerosos de lo que implica una declaración tan fuerte.

—¿Crees que esté...? —sugiere con pesar.

—No sé qué pasó —dice Taehyung con el mismo tono—, si está vivo o no. Me preocupa, espero que esté bien y vuelva por nosotros como prometió, pero hemos esperado demasiado, debemos actuar ya.

—¿Y qué podemos hacer? Ya intentamos hacerles frente y perdimos.

—No perdimos, nuestra intención no era levantarnos en armas —replica entre dientes—. El plan de Namjoon desde un principio estaba destinado al fracaso, ¿con qué intención nos hizo esperar?