THE SILENT TREE (KTH&JJK)

CAPÍTULO XV

—No hay forma de saber quién hizo esto, ni dónde está Taehyung —declara el sargento Soo.

Jungkook aprieta sus pantalones, intenta verse sereno, pero la información termina de romperlo; aunque no espera nada diferente, dentro de sí sabe que el vídeo no proporcionará las pruebas que necesitan para resolver el caso, ya que fue grabado con mucho cuidado.

No hay nada más que la pared en la mantienen atado a Taehyung, ni siquiera una ventana que permita ver el exterior o una mancha que los delate de alguna forma. Jungkook despide al sargento y suspira una vez que está solo.

Ha visto el vídeo un sinfín de veces, con la esperanza de encontrar algo más, pierde la cordura poco a poco debido a ser testigo del dolor de su amado, pero eso le da también las fuerzas para buscar sin descanso, ahora que sabe lo que le hacen a Taehyung está dispuesto a hacer pagar a quienes se lo llevaron de la forma más cruel que pueda.

Se acaricia el vientre sin darse cuenta, piensa en las únicas palabras que hay en el vídeo: "Deja el trono".

Al principio quiere hacerlo sin dudar, después, con ayuda de Seokjin, entiende que eso es sólo una trampa, si abdica no hay seguridad de que Taehyung esté bien, porque no le dieron más información, no han llegado más peticiones o algo que le asegure que tal sacrificio tendrá los resultados buscados.

Los días pasan, se vuelven semanas, y las cosas no cambian. Llega el invierno y está a punto de dar lugar a la primavera, con ella se acerca el primer aniversario del secuestro de Taehyung; Jungkook sigue solo, sin su esposo.

—Sé que no la estás pasando bien —dice Hoseok una tarde.

Se reúnen con la excusa de hablar sobre el reino, ya que los dos son gobernantes, pero se permiten un momento de paz al pasear por los jardínes del palacio para disfrutar del buen clima antes de que el calor primaveral haga de las suyas.

Se han vuelto cercanos, en esos meses Jungkook ha llegado a considerar a Hoseok más su amigo que al propio Jimin, que ahora es una figura ausente que aparece de vez en cuando por asuntos políticos y nada más.

—Lo sé, es muy obvio —murmura al mismo tiempo que arranca unas de las últimas flores que quedan.

Se encarga de mantener bien los jardínes porque son el lugar favorito de Taehyung, las casas para aves que este le pidió antes de desaparecer ya están instaladas, quiere que encuentre todo hermoso una vez que regrese.

—Me gustaría poder ayudarte de algún modo, Jungkook, tú salud no está bien, está claro.

—Estoy bien...

—Cada día que pasa estás muy cerca de lucir como Seokjin, sin querer sonar ofensivo.

—¿A qué te refieres?

—Has adelgazado, tienes ojeras, te ves enfermo y tu olor... es diferente. ¿Has hablado con algún especialista?

—Mi lobo está afectado, perdí a mi pareja de forma abrupta. —Evita mencionar el aborto, pues no todos saben de ello y no cree que haya razones para divulgarlo—. Además, de algún modo me veo afectado por el dolor que él está atravesando.

—¿Su dolor?

—Incluso si no llevo su marca, somos destinados, y él... no están siendo amables con él... Es difícil de explicar. —No quiere dar más detalles, si habla de ello la pasará mal y no tiene tiempo para llorar en esos momentos.

Hoseok no responde, aparta la mirada para dirigirla a un punto cualquiera, mientras los pensamientos inundan su cabeza. Comienza a atar los cabos sueltos de un asunto que lo ha mantenido ocupado por meses, recuerda a su marido, que desde hace un tiempo se ve igual que Jungkook, aunque él no ha logrado recuperarse por completo, incluso su espíritu alegre parece perdido para siempre.