CAPÍTULO XIV

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Jungkook se lleva una mano al vientre y suspira, es una costumbre que ha adquirido en esos meses. Es muy consciente de que ahí no hay nada ya, su bebé no está, pero el gesto lo ayuda a sentirse menos... solo. Al principio lo hace porque su lobo se niega a la idea de dejar ir a su cachorro, pero ahora su mano va ahí sin darse cuenta cada vez que necesita un apoyo.

Lo que es muy seguido.

Observa como el viento mueve con suavidad las hojas de los árboles, ya es otoño, por lo que estás caen al piso sin el mínimo esfuerzo. Las aves vuelan, proclaman su libertad con alegría, y Jungkook llora.

Han pasado meses desde que Taehyung desapareció, no tienen ni un pequeño indicio de dónde puede estar, sus investigaciones no dan resultados y cada día que pasa hay menos esperanzas de encontrarlo.

Va al bosque Kim en busca de consuelo y lo encuentra entre la naturaleza, las flores y los animales; pero también se ve envuelto en el dolor de los recuerdos. Taehyung le dijo que los árboles lo sabían todo, aunque guardan los secretos que les son contados; porque ellos pueden decirlo incluso si son silenciosos, pero eligen no hacerlo.

En días como esos, Jungkook les suplica que le digan dónde está Taehyung, ruega y ruega con el rostro mojado por su llanto hasta que la garganta le arde y los ojos se le secan.

Nunca obtiene respuestas.

Vuelve a casa lleno de tristeza, en el camino se traga su dolor ya que debe verse seguro de sí mismo en el palacio. La gente no entiende que se le ha arrebatado lo que más ama, por eso esperan que siga siendo su rey, que no flaquee ni se pierda, exigen que permanezca firme, así que lo hace.

Durante esos meses ha sido el rey que todos esperan aunque por dentro se esté muriendo cada día.

Seokjin ya lo espera, revisa su tableta, en cuanto lo ve hace el amago de decir algo, pero se detiene al ver su expresión. Él nunca hace preguntas, se limita a abrazarlo y dejarlo llorar en su hombro por unos minutos hasta que le recuerda sus obligaciones.

—Jungkook —murmura al mismo tiempo que va hacia él.

—Está bien —responde y hace un gesto con la mano para detenerlo al ver sus intenciones.

—¿Seguro?

—Es mejor que hagamos lo que debemos hacer.

—El sargento Soo se fue hace unos minutos.

—¿Qué te dijo? —El semblante de Jungkook cambia al escuchar ese nombre.

El sargento Soo es uno de los principales encargados en la investigación sobre la desaparición de Taehyung, está muy entregado al caso y hace todo lo que puede, siempre se ha mostrado dispuesto a encontrar la verdad.

—Lamento no darte buenas noticias —dice Seokjin mientras pone una mano en su hombro.

Es mejor calmar sus esperanzas a tiempo.

—¿Hay noticias?

—Ni buenas ni malas.

—¿Entonces?

—Sólo vino a preguntar si sabíamos algo.

—No es necesario que me digas este tipo de cosas —musita.

Pasa junto a su hermano y le golpea el hombro, sigue su camino sin detenerse o disculparse. Está molesto, sabe que Seokjin no tiene la culpa de nada, pero ya no puede gestionar bien sus emociones.

Tiene una reunión con los líderes, así que va al gran salón. Todos se ponen de pie cuando entra, lo saludan con una reverencia que él ignora, y se sientan después de que él lo haga. Le dan informes rápidos de todo lo que ha pasado en los distritos, cosas que no tienen mucha relevancia pero deben hacer por el protocolo.

THE SILENT TREE (KTH&JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora