CAPÍTULO XXI

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—Yo no te juzgo, Jungkook, yo te entiendo —murmura Jimin con los ojos puestos en la venta, observa algún lugar fuera del palacio.

Ha regresado de su "descanso", pero el cambio en él es evidente para cualquiera, incluso si desde que era más joven su personalidad se volvió más sombría, esta vez hay algo irreconocible. Su tono al hablar es más rudo, sus ojos son fríos y sus puños se mantienen siempre cerrados; además, la indiferencia con la que trata a su propia hija se ha convertido en una relación llena de contrastes. A veces parece que la aborrece y le pide a la niñera que se lleve lejos, otras la observa en silencio mientras Sullyoon juega o duerme, su mirada en esos momentos es calmada, pero nunca amorosa.

—Gracias, Jimin —responde Jungkook—. No sabes lo mucho que me reconforta saber eso.

No pueden salir al jardín desde su atentado, así que recibe todas las visitas en el palacio, la herida en su hombro mejora a pasos lentos porque su salud de por sí no es la mejor debido a todo lo que ocurre con Taehyung, debe usar una férula y eso limita mucho sus movimientos. En definitiva está viviendo momentos muy complicados.

—Ellos nunca podrán entender lo que es enamorarse de alguien a quién se supone debes odiar —continúa Jimin—. Un "traidor".

—Todos esperan que odie a Taehyung por lo que ha hecho, pero es complicado.

—Por supuesto. Tae es mi amigo y para mí es difícil, no puedo ni imaginarme cómo estás tú.

—Yo lo conozco, Jimin, sé que esto debe tener una explicación...

—La tiene, por supuesto, pero eso no garantiza que sea algo que pueda ayudar a aminorar tu dolor.

—¿Qué?

Jimin por fin lo mira, sus ojos están furiosos y le gritan una cosa que él no puede entender, es obvio que su amigo quiere decir más, aunque se contiene. Esas acciones hacen que el nerviosismo lo invada, no le gusta ser ignorante pero menos en algo tan importante. Sabe que hay muchas cosas ocultas y sospechar que Jimin está al tanto de ellas es tortuoso.

—No han hecho creer que los Kim son los enemigos, pero ahora sabemos que no —dice en voz baja Jimin—. Tú sabes que el legítimo rey tomará el trono que le pertenece pronto, ¿no?

—¿Por qué mencionas eso?

—La profecía dictaba que nacería en luna de sangre y eso ya pasó, el rey está vivo.

—Jimin ¿qué...?

—No entiendo porque Taehyung actúa del modo en que lo hace, eso es un enigma para todo, pero me parece hipócrita acusarlo por alzarse en armas contra los clanes que los han condenado por años. Esto pasaría tarde o temprano, de verdad creímos que los Kim nunca harían nada?

—¿Se supone que debo permitir que Taehyung continúe con su derramamiento de sangre sólo porque está reclamando lo que es de su clan por derecho? —cuestiona molesto por la simple suposición.

—Por supuesto que no, pero no deberías gastar tus energías en intentar detenerlo sino... —Deja de hablar abruptamente, su mirada de nuevo deja en evidencia que no es sincero por completo.

—Jimin, no te detengas, habla —exige desesperado.

—Sólo... Jungkook, te aprecio mucho, no quiero que nada malo te pase —susurra al mismo tiempo que toma su mano.

—Yo tampoco quiero que nada malo nos pase, a nadie.

—Por eso debes borrar de tu mente todo lo que crees, desconfía incluso de ti e indaga lo más que puedas, no en lo que sucede ahora, sino en lo que ha pasado durante años.

THE SILENT TREE (KTH&JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora