Capítulo 15

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Aunque los planes tenía era pasar todo el mes de Julio con Jacob, mis padres tenían planeado una cosa totalmente diferente y es que habían planeado un viaje familiar fuera de nuestro país. Por lo que pasar tiempo con Jacob tenía que esperar. Unos días después de haber llegado hice las maletas y cogimos un avión a nuestro destino.

El viaje era en un sitio muy bonito, en plena naturaleza, nos habíamos hospedado en una casa de madera en plena montaña y habíamos pasado la mayor parte del tiempo andando por esa zona, por lo que por las noches estaba reventada.

A pesar de eso, como me era imposible hablar con Jacob por el día, decidí sacar tiempo para él por las noches aunque me estuviera muriendo de agujetas...

Todas las noches hablábamos por llamada y nos contábamos que había sido lo más divertido de nuestros días, siempre le enviaba alguna foto de los animales salvajes que había visto ese día, él en cambio me enviaba fotos del animal salvaje que tenía en casa, que cada día se parecía más a Pumba.

Me encanta viajar con mis padres y sobre todo a este lugar tan deslumbrante, pero no había día que no pensará en Jacob, sentía que mi historia había sufrido un parón en el tiempo y tenía la necesidad de seguir con ella lo antes posible.

La última noche antes de volver a casa, nos sentamos en el pequeño patio que tenía la casa y mientras mi padre hacía una pequeña barbacoa mi madre y yo hablábamos sentadas en la mesa.

-¿Y cómo va vuestra relación?

La miré un poco confundida haciéndome la tonta.

-¿Relación? No sé de qué me hablas.

Mi padre que estaba cotilleando soltó una carcajada negando con la cabeza de lo mal que me había salido la mentira.

-Vamos hija, sabes perfectamente de lo que hablo.

-Mm.. - confundida.

-De Jacob

-Con Jacob no tengo una relación.

-¿Ah no? ¿y porque lo llamás todas las noches desde que hemos venido?

-Pues porque es mi amigo y me gusta hablar con él, no es tan complicado.

-Si bueno, Darío es tú mejor amigo y ya no hablas tanto con él- me levantó la ceja sonriendo.

Mi padre apareció con la bandeja de carne y se sentó.

-Pillada- rió.

-No le quiero molestar, además habló con él por mensaje- era mentira, llevaba mucho sin hablar con él, era como si se hubiera ido del planeta tierra.

-Si tú lo dices- rió un poco sirviéndose la cena- pero enamorarse no es malo.

La miré un poco avergonzada, ella me devolvió la mirada y siguió su frase.

-Y más si es un chico como Jacob, es un buen chico.

Sonreí cuando mi padre asentía a las palabras de mi madre mientras comía la carne de su plato.

-¿De verdad?- susurré.

-Pues claro, ¿acaso no has visto cómo te mira?,lo tienes en el bote.

-Las miradas no engañan- añadió mi padre.

Reí probando la carne, era muy extraño hablar de esto con mis padres, nunca había surgido el tema y yo era una persona que solía guardarse todo para sí misma.

-Además, ya va siendo hora que tengas novio y cortes el cordón umbilical- río de broma.

Rodé los ojos negando con la cabeza.

Un verano inolvidable a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora