Capítulo 11

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Cuando abrí los ojos estaba sola en la cama, pero no estábamos parados, miré a los lados adormilada en busca de Jacob.

-Si ya ha despertado la hobbit durmiente- rió mirándome a través del espejo retrovisor.

Reí adormilada y me pasé las manos por la cara con sueño.

-Callate, es demasiado temprano para que empieces a meterte conmigo- volví a acurrucar la cara en la almohada sonriendo.

-¿Temprano?- soltó una carcajada mirándote- es de todo menos temprano enana, son las doce.

-¡¿Las doce?! Tempranísimo sí sí- irónicamente reí incorporándome y me senté en mi asiento, mientras intentaba espabilarme.

Jacob no podía evitar mirarme con una cara tonta de ternura. Lo miré un tanto confundida, ya que no sabía qué era eso que le daba tanta ternura, pero miró al frente sonriendo, mientras seguía conduciendo.

-Veo que mi sudadera es cómoda para dormir- río flojo.

Me miré, viendo que anoche me había vuelto a poner su sudadera sin darme cuenta.

Oh, así que es eso.

-Si, está bien- sonríe mientras la miraba- es cómoda, calentita y además es de Queen eso le suma puntos extra- sonreí divertida.

-¿Eso significa que me he quedado sin ella?

-Mm.. si quieres te la devuelvo.

-No, no, no, quédatela, yo ya tengo muchas, además esa te queda mejor a tí.

Sonreí abrazándome mientras me acurrucaba mejor en el asiento, mirando la carretera.

-¿Y a dónde vamos a ir hoy?

-Mira a tu alrededor y dime a dónde crees que vamos, sorpréndeme.

-Mmm..

Miré por la ventana viendo como dos grandes montañas nos rodeaban, con un camino tan largo que por mucho que forzará mi vista no se veía el final.

-¿Vamos a las tierras de Mordor?- sonreí divertida.

-A destruir el anillo ¿no?- rió mirándome.

-Pues sí, sería una gran aventura.

-Creo que esa aventura la dejaremos para la próxima vez, no quiero que Sauron le haga nada a mi pequeña hobbit- sonrió conduciendo.

Lo miré sonriendo de reojo.

¿Acaba de decir SU pequeña hobbit? Eso es nuevo, pero me gusta.

Mi mente era incapaz de pensar, que algún día esto se acabaría, el viaje que tanta paz me está trayendo y que tanto estoy disfrutando, llegaría a su fin, Jacob volverá a su casa y yo... A saber dónde acabo yo... Ni siquiera había sido capaz de mirar las notas que habían sido publicadas la semana pasada.

El sonido de mi teléfono me sacó de mis pensamientos, miré abajo y vi a mi madre haciendo una videollamada.

Jacob miró de reojo y me miró.

-¿Te importa si..?

-No, no cógelo- me sonrió.

Cogí el móvil poniéndo me el pelo bien antes de cogerlo.

-Hola mamá- sonreí mirándola en su crucero.

-Ay cariño, ¿qué tal estáis? - sonrió mirándome con una gran pamela y unas grandes gafas de sol.

-Muy bien- sonreí- ayer fuimos a la playa y Jacob me enseñó a hacer surf y hoy estamos en camino de nuestro próximo destino.

-Oh, eso es fantástico, aunque con los dos pies izquierdos que tienes no te imagino en una tabla de surf- rió.

Un verano inolvidable a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora