Por fin llegó el gran día, tras una noche un poco extraña tenía las pilas recargadas para comenzar al lado de Jacob esta gran aventura. Cuando abrí los ojos estaba acurrucado en mi pecho mientras que lo rodeaba con mis brazos, sonreí mirándolo y acaricié su rostro suavemente mientras se le formaba una sonrisa tonta.
Es demasiado mono cuando está dormido.
Aproveché unos minutos más para estar acostada a su lado, me sentía tan bien, era como si hubiera encontrado aquello que llevaba buscando durante todo este tiempo.
Jacob se acurrucó más en mi pecho rodeándome con sus brazos, lo que provocó que mis mejillas empezarán a arder y esa extraña sensación en mi estómago de mariposas revoloteando apareciera.
¿Realmente merezco esto? Tal vez estoy alucinando demasiado y solo me estoy adelantando a los hechos.
Me separé despacio haciendo que todo aquello que sentía desapareciera al segundo, me levanté para ir a la cocina haciendo el menor ruido posible, pero no tardó más de un minuto en notar que no estaba con él y despertar.
-Jane.. - susurró adormilado.
Me di la vuelta mirándolo.
-Buenos días- susurré sonriendo.
Jacob se acomodó en la almohada sonriendo mientras me miraba adormilado rascándose el ojo.
-¿A dónde vas?
-Iba a hacer el desayuno
-¿Por qué no mejor te quedas conmigo?
Lo miré sorprendida sin saber muy bien que decir, sin saber si esto que estaba haciendo con él estaba bien, o sin saber si realmente había algo entre nosotros dos.
-Ven conmigo pequeña hobbit, la cama se enfría sin ti- con un pequeño puchero en su labio inferior.
-Pero iba a.. a.. hacer el desayuno- mirándolo mientras ese sentimiento extraño se volvía a apoderar de mi.
-Venga por fi, te prometo que luego te haré los mejores crepes que has probado en tu vida- me abrió los brazos esperando a que fuera.
No sé por qué razón no me podía resistir a ese abrazo así que fui corriendo y salte encima envolviendome en un abrazo de oso mientras ambos reíamos, después de mucho tiempo podía decir que era feliz.
Jacob me miró sonriendo mientras acercó su mano a mi cara, poniéndome un mechón detrás mi oreja y dándome un beso en la frente.
Lo abracé más fuerte escondieendome entre su cuello y hombro riendo.
-Ey, ¿porque te escondes?- ríe empezando a acariciarme.
Me gustaba esa sensación de protección que era capaz de darme y que nadie antes había podido hacerlo.
Me abrazó más mientras me tenía encima suya abraza como un mono a él.
-¿Ahora eres un mono?
Asentí riendo abrazada.
-El mejor mono de todos- susurré.
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Un verano inolvidable a tu lado
Roman d'amourJane Smith, es una chica que está a punto de terminar su etapa en el instituto y junto a sus amigos organiza lo que sería el verano perfecto para ellos. Lo que no sabe es que ese verano, quedará arruinado por la chica que le ha estado acosando duran...