Llego a la casa agitado por la conmoción de la escena. Mi dedos me tiemblan bien fuertes, casi no puedo agarrar la llave, se me resbala o se me cae a veces. Me golpeo la cara para tranquilizarme, estoy lejos y nadie resultó herido, no me pasará nada, estoy a salvo. Respiro profundo, mis manos se calman por un momento, aprovecho para levantar las llaves y abrir la puerta, sin querer cierro dando un portazo. Mi abuela sale de su habitación asustada, se calma al verme.
-¿Pedro? ¿Qué te pasó?
-Nada... Nada- Mi voz tiembla.
-Ay mijito, venga, venga- Se acerca a un mueble pequeño, me hace señas para ir yo también- ¿Qué pasó?
-En serio, nada grave.- Contesto sentándome en el mueble- Un encuentro con Segundo.
-¿Todavía le tienes miedo?
-¿Y cómo no? Estuvo en mi juicio.
-Fue el único que te defendió. Pedrito, tienes que dejar de temerle, no te hará nada.
-No le temo por eso, ya sé que no me hará daño. Tengo miedo de lo que hará si la familia del lobo logra hacer un trato con él.
-Esas ideas que tienes, eso no pasará. Ya sabemos que ellos no pueden tocarnos.
-Siempre pueden haber excepciones, quizás encuentren una forma.
-Ya deja de pensar en esas idioteces.- Se aleja- ¿No quieres empanadas mejor?
Sí, las empanadas me van a aliviar mejor. No son estúpidos, saben cómo jugar sus caras, quizás no se metan con la manada de lobos de este lado, pero quizás se vayan a manadas que están en extinción... Extinción, quizás pueda tener algo con la manada de perros. No estoy muy interesado en los grupos de cada especie, pero no es raro pensar que todas tienen ese pacto. ¿Qué quiere un husky metiendo un lobo a su círculo entonces?
-¿Pedrito, en qué piensas?
-Abu, los huskys están extintos, ¿Verdad?
-¿Huskys? ¿Quién sabe? Ya no se ven por esta zona, ¿Por qué?
-Hoy me topé con una chica, decía cosas raras. ¿Sabes si hay alguna relación Huskys-Lobos o si hubo?
-Son descendientes directos.
-No, no esa relación, relación de manadas.
-¿Relación de manadas?- Se queda pensativa. Coloca su empanada en el plato delante suyo- Hace muchos años, mi bisabuelo cuenta que hubo una relación estrecha entre lobos y perros, pero eso desapareció cuando los perros decidieron cancelar el trato e irse por cuenta propia. Después de eso, nadie sabe.
-¿Los huskys eran más numerosos?
-No lo sé, Don Sergio no contaba muchas cosas. Te digo que hubo muchas manadas que terminaron el acuerdo y cada uno se iba por su cuenta, los perros no fueron los únicos, cuando era pequeña cuántas veces no he roto amistades gracias a que sus familias se distanciaban del acuerdo. Guepardos, cebras, gacelas, pumas, zorros. En los años 50's sólo se hablaba de manadas, clanes, tribus, rebaños, infinidades de grupos que se salían del acuerdo. Pero Huskys, esos casi no se hablan, en mis tiempos ellos seguían siendo pocos, con el tiempo cada raza y especie deja de existir.
Bajo mi mirada hacia la empanada que aún no he tocado.
-¿Por qué tanto con esa raza?
-Hay un chico...- Escucho a la abu suspirar- Ya lo sé, pero esta vez será diferente.
-Lo mismo pensé de tu abuelo.
-Yo sé que irá a mejor.
-Ya come tus empanadas que se te van a enfriar.
Acato a la primera orden, en verdad están riquísimas. No puedo evitar pensar en Felipe, imaginándome verlo sentado a mi lado comiendo las empanadas de la abuela, es raro decirlo, pero siento algo en el pecho.
Me levanto de la mesa, dejo el plato en el lavaplatos y me voy a mi cuarto. Enciendo la pc y mientras espero me pongo a revisar mis apuntes y pasarlo a limpio en su cuaderno. La pc termina de encenderse al momento en que cierro el cuaderno.
En la bandeja de entrada del correo electrónico veo el temario de la carrera, algunos se adelantaron con sus asignaturas, lo cual me da ventaja en su clase. Llega nuevo correo, uno a nombre de Camilo, no quiero verlo, pero la curiosidad me gana. "No he terminado", ¿Amenaza de muerte o sólo de pelea? No entiendo bien.
Suspiro más por cansancio, este día ha sido largo y no estoy para amenazas, y menos de idiotas, sólo quiero ir a mi cama, dormir un poco... Estoy tapándome con las sábanas cuando escucho el teléfono sonar. Mi habitación está más cerca así que me toca levantarme e ir.
-¡Voy yo!- Aviso.
Salgo de la cama y camino lo más lento que puedo. El teléfono de la casa está en la sala living, y mi habitación está a unos cuantos pasos, pero si lo dejo sonar por un tiempo quizás hasta cuelguen. No es el caso, tengo que llegar para contestar.
-¿Aló?- Contesto.
-¿Pedro?
-¿De parte?
-Soy yo, Ignacia.
-No me suena. ¿Quién eres?
-Ash, no te hagas, nos vimos esta mañana.
-¿Esta mañana?... ¡Ah! Eres la husky.
-Sí, hola. Oye, ¿Cómo te fue?
-¿Cómo me fue con qué?
-Con lo que ya sabes.
-Oye, mira, no sé para qué tanto secretismo, hablé con tu hermano como... Oye, espera. ¿Cómo conseguiste el número de mi casa?
-Eso no importa.
-¿Cómo que no importa? Oye, dime a qué viene todo esto o te juro que llamo a la policía, obtuviste el número de alguna forma, y por tu bien espero que no haya sido de forma ilegal.
-No... Bueno...- Suspira- No fue ilegal, es una aplicación, aún está en fase alfa. No viene al caso... Sé que tienes algo con mi hermano.
-Weona, escúchame. Estás loca, deja de llamarme o llamaré a la policía.
-No es malo. Ojalá entiendas.
Antes de poder responder escucho el tono de cortado. Miro por un momento el teléfono y lo pongo en su cosito pegado a la pared.
Con razón están medio extintos, son como raritos, ¿no? El hermano súper antisocial con la moral hasta arriba y la otra diciendo no sé qué de una relación con Felipe... Una relación con Felipe... ¿Debería intentarlo?
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Amantes de Noche
RomanceDesde pequeño, Felipe ha sido una persona retraída, no solo con su familia, sino también con su círculo de amigos y conocidos. La mayoría de sus amistades provienen de la iglesia, donde compartía una fe y creencias que, en lugar de unirlo más, han c...