Capítulo 18: Separados

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Sirenas de policía, griterío de los demás alumnos, de los profesores, de Pedro, es lo único que mi mente procesa en todo el caos, está pasando tantas cosas en tan poco tiempo que la verdad, es mejor no mirar a ninguna parte, no preocuparse por nada en mi al rededor. Al final terminan llevándolo, sigue gritándome hasta que lo sacan de la sala, mientras tanto, yo sólo estoy parado en frente de mi asiento, ojos cerrados y cabizbajo, no quiero mirar nada.

-¿Felipe?- Me habla el profesor- ¿Estás bien?

-Sí, estoy bien- Me siento listo para copiar, aún así no levanto mi mirada.

-Puedes salir de la clase si lo deseas.

-Estoy bien, créame.

-Como quieras. ¿Alguien puede decirme qué es un Accidente Laboral?

Tengo que estar calmado, ya pasó y no hay vuelta atrás, hice lo que debía hacer desde un inicio, cuando lo supe todo, no estoy haciendo mal. Duele, y mucho, pero no puedo dejar que el sentimiento que antes tuve se apodere de mi mente. Prestar atención al profesor sin responder a sus preguntas, ya sé que me buscará cuando termine la clase, me ayudará mucho. También me di cuenta que algunos de mis compañeros y gente fuera de la clase estuvieron grabando todo, así que seguro que saldré en las noticias si es que alguno lo publica, cosa que terminará pasando tarde o temprano.

Ahora que lo pienso, ¿Dónde está Camilo? Tampoco veo a Rosario en ninguna parte, me pensaba que estaría aquí viendo a Pedro ser llevado por la policía y sonriendo malignamente, o algo así, no sé. Da igual, si al final no quiere venir a clases es cosa suya.

De pronto una alarma en la sala se enciende, primera vez que veo algo parecido. Es un ruido agudo proveniente de una luz roja en el techo, el profesor se levanta y apaga la alarma, luego vuelve a su computador y se para enfrente.

-Jóvenes, por órdenes del rector todos los estudiantes de "Ingeniería en Prevención de Riesgos" y "Restauración de Bienes Patrimoniales" deben ausentarse a las clases de hoy... Joven Felipe, Don Segundo lo busca.

Mi mundo se detiene, mi corazón late fuerte, creo que hasta el color de mi pelaje se iría si es que se pudiese. ¿Saben lo que es poner a alguien de una mafia a la cárcel y que el líder de la mafia sepa que fuiste tú? Me van a matar, mínimo, o quizás me desaparezcan, me corten en pedacitos y me vendan al mercado negro. Con esos pensamientos me dirijo a la oficina de ese tal Segundo, en su puerta hay un letrero diciendo "Director de Carrera, "Restauración de Bienes Patrimoniales", eso explica que esa carrera también esté en el comunicado.

Me preocupo, pero no tanto, si bien me puede hacer cualquier cosa para desaparecerme, estoy seguro que no lo hará dentro de un lugar privado, cualquier cosa puedo grabar un audio para que la policía me localice.

-Entre- Me llama Segundo desde la oficina. Yo hago caso.

-Buenos días.- Saludo mientras me siento en una silla delante de su escritorio, tengo miedo, pero no quiero demostrarlo.

-Felipe... ¿Qué pasó?

-Da igual lo que le diga, usted ya lo sabe.

-Nunca creí que fueras peligroso para Pedro, debes saber que sus crímenes pasados ya no tienen peso en la ley.

-Antes de que me mate, sólo quiero saber algo. ¿Por qué atacar a mi padre? Creí que ustedes perdonaban y dejaban vivir.

-¿Matarte? ¿Por qué pensarías eso?

-Anteayer en la noche Pedro atacó a mi padre, lo dejó casi muerto en una calle. Creí que lo usted lo había mandado.

-¿Tu padre? Sí me acuerdo de él. Ignacio Melimán fue una gran ayuda en mis mandatos y en el desarrollo de la manada, jamás me atrevería a hacerle daño.

-Se llama Roberto, Roberto Melimán.

-Ahora se llama así, pero dime, ¿Estás seguro que fue Pedro?

-Eso dijo mi padre, lo encontré en la calle sangrando y me dijo que Pedro lo había atacado. No se conocían entre ellos, no tenía por qué mentirme.

-Si no se conocían, entonces ¿cómo supo que él era Pedro?

-Pedro es un asesino, y estoy seguro que le dijo todo, no sé, le gusta eso, es un psicópata.

Escucho el fuerte golpe que da el director a su mesa, me alejo un poco asustado, no me lo esperaba.

-Pedro es el joven más correcto que conozco, no permitiré que hables así de él.

-Pues no conocerá muchas personas.

-Creí que le serías de ayuda.

-¿Por qué iba a pensar que él no lo hizo sólo porque usted lo dice?

-Porque lo quieres.

-No. No, ya no, gracias a él he hecho que mi padre salga herido, mi madre si lo sabe no sé qué haría...

-¿Aún crees que Pedro atacó a tu padre?

-¿Quién más si no?

-No lo sé, pero estoy seguro que no fue Pedro.

-¿Quiere que piense que mi padre mintió?

-Tampoco lo esperaba de Ignacio, bueno, de Roberto, supongo que cambió demasiado. Felipe, como líder de la manada, te aseguro que Pedro sólo atacó a la familia de Camilo. Es más, luego de hablar contigo solicitó salir de la manada.

-¿En serio?

-Se tomó muy en serio tus palabras, llegó temblando de miedo, igual que tú.-No le respondo- Sé que no meterás a un inocente a la cárcel, ¿verdad?

-¿Por qué me mentiría...? Es que ellos no se conocen, jamás le dije quién era... Nunca le dije a Pedro quién era mi padre.

-¿Entonces?

Me siento muy idiota ahora mismo. Aún me sigo preguntando cómo es que mi padre conoce a Pedro, y peor aún, ¿Quién lo atacó si no?, ¿él mismo? No sé si pensar en que se autolesionó, sería ridículo tirarse un disparo así mismo, muy ridículo.

-Felipe.

Soy un asco de persona.

-Si no quieres ayudarlo sólo dime.

-¿Qué hay de mi padre?

-Mientras esté en el hospital, dudo que sea un problema.

-¿No irás a buscarlo?

-¿Para qué? Esos días de asesinatos se terminaron.

-Bien, ¿Qué debo hacer?

-Sé que el jefe de la policía es también líder de la colonia de los Conejos, los cuales son aliados de las hienas. Si ellos siguen con sus ideales, quizás la tarea sea más compleja.

-¿Cómo lo salvaste la última vez?

-Matando. Cuando hay un grupo extremista, los métodos no son muy... Ortodoxos, si me lo permites.

-Claro.

-No me gustaría matar a nadie, pero me veré en la obligación de hacerlo si es que tocan a Pedro.

-¿Tan importante es?

-Es parte de la manada, lo haríamos por cualquiera.

-Sí...- Bajo la mirada.

Siento la mano de Segundo tocar mi hombro, levanto mi cabeza para verlo.

-Eres bueno, quizás un poco "acelerado", pero en el fondo no tienes maldad, puedo sentirlo.

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PD: Se me olvidaba lo horrible, traumadora, estresante y "quita-tiempo" que puede llegar a ser estudiar una carrera. Literalmente casi me he tardado 1 mes y no porque esté viéndolo, es que no he tenido nada de tiempo de escribirlo literal ahora me he puesto a escribir poniendo de lado las tareas que lo haré mañana. Mucho ánimo uwu

Amantes de NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora