⚜️La madre⚜️

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Ya hacía tiempo que el transporte nos había traído de regreso a nuestro hogar en Ophelia VII, nuestra misión no había salido bien en lo absoluto, todo cuanto pudo salir mal salió mal

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Ya hacía tiempo que el transporte nos había traído de regreso a nuestro hogar en Ophelia VII, nuestra misión no había salido bien en lo absoluto, todo cuanto pudo salir mal salió mal. No quedaba más remedio que regresar y relamer nuestras heridas, con la esperanza de que el Dios-Emperador nos de fuerzas para continuar viviendo.

Sigo parada en medio del templo, no me siento capaz de moverme... y tampoco es que quisiese hacerlo. Veo como se llevan a mis hermanas a las salas medicae, otras son cargadas en bolsas para cadaveres... y de otras solo hay restos: desde brazos, alguna cabeza o solo sus placas

Odio esto...

-Minerva... ¡Minerva!- un grito me saca de mi mundo, y volteo a ver a una figura femenina a la cual conozco bien, el velo que cubre su cabello y su armadura gris son inconfundibles -Estas herida, déjame llevarte a la bahía medicae- parpadeo o simplemente suspiro ante esto, no tengo tiempo para ser sermoneada por mi hermana hospitalaria

-No necesito ayuda médica, estoy bien- digo con mi mayor esfuerzo, tratando de sonar lo más segura que puedo... pero sé que falle, mi hermana me conoce, sabe que arrastre las palabras, y la sangre que brota de mi frente no me ayuda -Ayuda a alguien más, solo necesito descansar-

Mi hermana me reprende con la mirada, ahí iba con su sermón de nuevo, del cual ya me tiene harta. No soy una novicia para ser sermoneada por una hospitalaria... -Hermana Minerva, con todo respeto; deje de decir sandeces, y déjame hacer mi trabajo- ella sonrío con un aire victorioso... me es imposible ganar una discusión a esta mujer

Mi hermana hospitalaria me tomó del brazo, envolviéndolo en su cuello y me trato de arrastrar hacia los pasillos que dirigían a la bahía médica. Siento como si los ojos me pesasen... Emperador, dame fuerzas.
Mi hermana solo trata de ayudar... sé que no debo ser tan dura con ella ¡oh emperador, como lo sé! Ella es tan perfecta, es un alma pura en un mar de maldad, sus palabras pueden ser como navajas y como suaves plumas a la vez

-Ahora ¿me dirás que ocurrió?- ella aún me arrastraba, mientras que yo me sentía más cansada, sintiendo como si mis ojos se cerrasen en cualquier momento -Leí el reporte de campo... que los malditos herejes estaban entre las filas del Astra Militarum- aprieto los puños, sinto como la ira recorre mi ser al recordar ese maldito suceso, y me maldigo por ser tan ciega por no haber previsto lo que ocurriría -Hermana Minerva... no debes culparte, nada fue por ti, no podías saber que todo el regimiento– - no podía más, y la interrumpí ahí

-¡Yo debí saber!- gritó, y a su vez siento como el dolor de mis heridas incrementa -Fui yo quien abrió las puertas a los herejes...-

Ella ya no responde, solo me da una mirada lastimera mientras continúa llevándome hacía la bahía medicae, los ojos me pesan y cuando menos me doy cuenta, ya he perdido el conocimiento.

Ella ya no responde, solo me da una mirada lastimera mientras continúa llevándome hacía la bahía medicae, los ojos me pesan y cuando menos me doy cuenta, ya he perdido el conocimiento

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WH40K- Pecado y bendiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora