SIX THIRTHY • Enzo Vogrincic

❊ 04

Enzo Vogrincic

Me sentía muy mal. Me dolía la boca del estómago y mi cuello por alargarlo tanto para buscar a la piba que me cautivo hace un rato.

–Que verga te pasa amigo? –Me grito Agustin sin descaro.

Yo giro la cabeza lentamente, encontrándome con un Agustin bastante contento, tenia una cerveza en n la mano que ya ni podia identificar y en la otra mano otro cigarrillo.

–Me enamore.

La carcajada de Agustin pudo haber sido la mas exagerada que escuche en mi vida.

Le doy un empujón en el hombro y dejo que las palabras salgan de mi ser con fluidez. –Boludo me quiero casar. –Le digo serio y me agarro los pelos con fuerza. –Nunca vi una piba tan hermosa.

–Si esta re linda. –comentó el.

Mis ojos parpadeaban con lentitud gracias a todo el alcohol que tenia adentro. Me dolía la cabeza de tanto tomar, o puede ser de haber visto a Carmela.

Saco mi celular para ver la hora: 05:16. En qué momento? Mañana tengo que almorzar con mi jefe y no puedo caer medio borracho. Así que tomo una decisión devastadora para mi.

–Amigo me voy, tengo que hacer cosas temprano mañana. –Le digo agarrándole el hombro a Agustin con fuerza y hablando lo más claro que puedo.

–Para boludo, vamos a la casa de Juani un rato y después nos vamos los dos juntos. –Me invita con una felicidad notoria.

–No ni pinta, mañana no me voy a levantar sino.

Agustin bufa mientras me pasa el brazo sobre
los hombros pegándome a el mientras ambos nos tambaleamos. –Mira que como está este la termina invitando a la mina, y si hicieron mano a mano como parece no le va a quedar otra que venir.

El me señala con el mentón como Esteban se da vuelta cada dos segundos para hablar con Leonela, y atrás esta Carmela, con un ceño fruncido y con una cara media incomoda.

–Ojalá yo pudiera provocarle alguna emoción como para que me mire así. –Le digo a Agustin mientras me rio lentamente.

–Uh no, lo mamado que estas vos...

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Carmela Shannahan

La verdad verdad? La estaba pasando re bien. Nose por qué, ya que casi prácticamente era como el mal trío cada vez que Esteban se daba vuelta a decirle algo a Leonela pero en una de esas se ponía a bailar o a charlar conmigo también.

Ya me tome cuatro Camparis y cinco Gin Tonic. Yo sabia que no había que mezclar tragos pero me aburrió el Campari. No tengo ni la menor idea de la hora pero me parece que lo de "Un rato nomas porque mañana es domingo de limpieza" nos lo pasamos bien por el culo las dos. Va, yo, porque Leo obvio iba a ser lo posible por quedarse en un lugar en donde enseguida tiene lo que quiere.

Observo la bola de boliche girar arriba de nuestras cabezas y las luces led me marean. Nose como terminé acá, pero me siento bien, no es una de esas noches que ya son casi las seis y me agarra el arrepentimiento y las ganas de irme. Es más, tengo ganas de quedarme hasta que termine. Y si Leo se va con Esteban, anda a saber, capaz me puedo llevar algún amiguito de el.

No soy de las pibas que salen para buscar pibes y que si a la noche termino sola me deprimo; pero de vez en cuando un poquito de amor no me iba a hacer mal.
Estoy volviendo de la barra con mi sexto Gin Tonic cuando la veo a Leo casi dejándolo sin oxígeno a Esteban con la comida que se estaban dando, se fueron un cachito mas al costado de la ronda para no incomodar a nadie, mínimo. Me río con felicidad mientras me voy caminando hacia los silloncitos vacíos que habían al lado de la barra.

Me pongo a pensar un poco en todo. En mi carrera, en mi familia, en Leo. Pienso en que aveces aunque nos gustaría tener mas amigas y ser muchas para tener mas planes que hacer, me quedaría con el amor que ella me da una y mil veces.
Entre medio de todos mis pensamientos sale el que mas me agobia. Irme a Italia. Hice mi ciudadanía, aprendí Italiano y al terminar la carrera ya tengo turno para validarla allá. Pero realmente es lo que quiero?

Digo, Italia es un sueño que tengo desde la juventud gracias a unos libritos de amor en Italia que leí cuando era pendeja, pero nunca me permití pensar en mas cosas. Por que no Irlanda? o Suecia?

Despues de unos cortos segundos hago revolotear todos esos pensamientos tontos, Italia fue siempre; como lo puedo dudar?

Me enderezo optando por una postura mas refinada mientras miro a mi alrededor a la gente bailar y tomar. Entre mí concentración no escucho que alguien me esta gritando.

–Eh! –Llevo mis ojos hacia el chico rubio con ojos magnéticamente azules que me regala una sonrisa grande y me hace un ademan para que me acerque a el.

Ahora lo reconozco gracias a mi visión que destaca a todos los amigos de Esteban. Me levanto de mi asiento y me acerco hacia ellos. El chico me pasa una mano por los hombros casi pegándome a el.

–Te dejaron sola? –me pregunta risueño mientras hace movimientos con su pecho al ritmo de la música.

Me río mientas asiento con la cabeza.

–Como andas amiga? –Se me acerca otro, este tenia el pelo un poco mas corto, recuerdo que lo salude pero no se su nombre.

–Hola! Soy Carmela. –Le digo mientas me río por como baila el chico ruliento de al lado mío.

–Soy Simon, te salude hace un rato.

Se notaba el estado de ebriedad de los dos cuando hablaban y se movían.
Aunque yo no estoy en derecho de juzgar a nadie... Los Gin ya me estaban jugando en contra.

–En quince minutos vamos a mi casa a comer pancho, seguro viene tu amiga ¿Queres venir? –Me invita el de rulos mientras se ríe mucho.

Yo asiento con la cabeza rápidamente mientras veo que Esteban y Leonela estaban de nuevo en la ronda bailando. Leo me ve y me sonríe mucho, se nota que esta re en pedo. Me alza las cejas señalando al de rulos y me guiña. A lo que yo, mientras me río le niego con la cabeza.