❊ 03

4.9K 366 5
                                    




Enzo Vogrincic

El aire pomposo del boliche se mezclaba con mi respiración mientras me reía de las gauchadas que hacia Matias con Simon mientras seguía tomando mi Gancia.

Agustin me paso su cigarrillo mientras el contestaba algo en el teléfono. Acto seguido me lo llevo a la boca para inhalar un poco el humo hasta que llegue a mi tranquea y lo dejo salir abriendo mínimamente la comisura de mis labios.

Me giro para devolverle el cigarrillo a Agus pero me hace una seña con las manos de negación mientras saca otro de la cajita de Malvoro.
Hoy no tenia muchas ganas de salir pero después de unas seis cervezas y la energía de los chicos termine acá.
Cierro los ojos mientras me dejo llevar un poco por la música Argentina que pasan por acá y sigo saboreando el gusto del cigarrillo.
Agustin se me pone a hablar al oído un rato diciéndome boludeces de la canción que pasaban de fondo.

La pomposa risa de Simon resonó en todo el grupo cuando Juani y Matias empezaron a mover las caderas como los chicas al compás de la música.
Esteban se metió en el medio poniendo las manos para arriba mientras se movía.

De notaba que ninguno tenia ni un poquito de rigidez.

–Como se llama la piba que canta este tema? –Me pregunta Simon al oído.

Me río ante la pregunta tan pelotuda. –Que se yo boludo no me preguntes a mi.

Simon me empuja con suavidad por el hombro mientras nos reímos. Me desconcierta la escena que veo al llevar mi cabeza hacia el frente: Esteban abrazando a una piba rubia que estaba re perdida adentro de la ronda y otra que estaba al lado de el pero que culpa a la cabeza de la otra chica no podia ver.

La rubia se pone a saludar a uno por uno, apoyándose en los hombros de todos e inclinándose. Cuando viene hacia mi lado la reconozco, supongo que es la chica con la que se habla Esteban hace como cuatro meses, me quedo viéndola saludar a los otros mientras sigo dudando si es ella o no, hasta que delicadamente una mano se posa en mi cadera haciéndome girar mi cabeza frenéticamente.

Mi cabeza se inclina hacia abajo hasta que lo único que invade es la sensación de que me están pegando una cachetada llena de brillitos, amor y belleza.
El momento en el que mi espalda se inclina hacia abajo acercándome a la cara de la deidad mas hermosa que vi alguna vez en mi vida pasa muy lentamente y espero que siga así por un prolongado tiempo.

La suavidad de su mejilla izquierda choca contra mi cachete derecho. Al compás de tal acto de belleza y delicadeza que parecía amenar de ella llego un "Carmela".

Carmela

Carmela

Carmela

Carmela...

Pero en un abrir y cerrar de ojos ese momento pasó y la vi alejarse para saluda a Simon. Me toco el costado de la cadera donde ella había posicionado su mano, como si la extrañara.

Miro como saluda a Juani, veo su pelo largo que en la oscuridad del encierro se ve negro, veo sus largas piernas que parecían brillar y sus curvas cautivadoras que gritan sensualidad. Y ni hablar de su busto.

La veo conversar de espaldas a mi con Estaban y su amiga Leonela.

Si no me había enamorado a primera vista me moriría hoy mismo.

SIX THIRTHY • Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora