Ruinas del oleaje ❀ Armin Arlert

8. Cazador

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Estaban en formación para salir del distrito. Si tenían suerte, por fin descubrirían el misterio de los titanes. Suri miraba alrededor suyo un tanto nerviosa, tenía muchas miradas puestas en ella acerca de lo pequeña que se veía para ser parte del cuerpo de exploración.

—¿Estás bien, pulga?

—Sí, es sólo que... estoy nerviosa. Los puedo escuchar hablando sobre mí.

—No te preocupes por eso, concéntrate en ti. El resto puede pensar lo que quiera, no son importantes.

—"Su fuerza debe ser impresionante" —Logró escuchar, calmándola un poco aquél comentario agradable.

Aquellas palabras venían de una niña castaña y pequeña, quien la miraba con admiración, dándole la confianza suficiente a Suri para seguir avanzando..

Inmediatamente al salir al exterior, la primera orden era no atacar a los titanes, sólo el escuadrón de apoyo lo tenía permitido.

—Los veo de rato. —Habló antes de ir a su respectivo lugar; Fila 1-4: Señales.

—Ten mucho cuidado. Si sientes que hay peligro, huye. —Agregó su mejor amigo.

—Huir es un delito grave, lo sabes.

—Sólo mantente con vida.

La posición de Suri no era realmente segura, pero el estar hasta adelante de los demás podría tener ventaja, ya que podría ser alcanzada por uno de sus compañeros y auxiliarla. Además, tenía un puesto importante con las señales, debía replicar el humo rojo de la distancia, indicando el avistamiento de un titán.

Dicha señal fue respondida con una bengala de humo verde para cambiar la posición a seguir, con el fin de avanzar sin enfrentarse a los titanes.

Hasta que apareció el humo negro de una bengala: Titán anormal.

La rubia estaba a punto de replicar la señal, cuando sintió el suelo vibrar más allá del galope de su caballo. Miró a su alrededor, pero no había señal de nada, fue cuando dirigió su mirada hacia arriba, viendo a un titán saltando en su dirección, estaba a punto de pisarla junto a su caballo.

Como si estuviera yendo en cámara lenta, teniendo tiempo de reaccionar, disparó los cables de su equipo de maniobras hacia un árbol, de donde a duras penas se liberó de ser aplastada, lamentablemente su caballo no había corrido la misma suerte.

Sentía un sonoro chillido ¿Había perdido el conocimiento? Quizás se había liberado del titán, pero terminó golpeándose contra el árbol del que estaba sujeta, su caballo estaba muerto, y no tenía manera de volver a la muralla Rose o de seguir avanzando hasta encontrarse con alguien.

—¡SURI! —Alcanzó a escuchar la voz de su mejor amigo dirigiéndose hacia ella. —¿Qué demonios te pasó? Estás llena de sangre. ¿Qué es esa mierda?

Apuntó hacia la masa espesa roja del suelo.

—Mi caballo.

—¿Cómo que esa cosa tu caballo?

—Lo pisó un titán.

—Ven, vamos a curarte.

Mientras Suri contaba la historia de lo ocurrido, y la situación con aquel extraño titán, su mejor amigo, Jean, le curaba algunas heridas que había sufrido en la cabeza, cubriéndole el rostro con algunas vendas adhesivas.

—Por suerte pesas lo mismo que una pulga, no creo que al caballo le moleste que compartamos.

Jean comenzó a cabalgar a la nueva dirección guiada por el comandante, emparejándose con Reiner y Armin al mismo tiempo en que Suri tensaba su agarre en su espalda.