Ruinas del oleaje ❀ Armin Arlert

11. Vehemente

════ ∘◦❁◦∘ ════

Lynne se posó en la orilla de la torre, lista con su equipo de maniobras para la batalla que estaba a punto de suceder. Suri veía el caos que atormentaba a todos, produciéndole una sensación rara en el estómago.

—Los titanes entraron. Novatos, prepárense y formen una barricada, si no pueden con ellos entonces cierren el paso y vuelvan aquí. Aunque no puedo prometerles que los mantendremos a salvo, tal vez... ninguno salga vivo de aquí, pero fue justo para lo que nos entrenaron, así que denlo todo hasta el último aliento, ¿Entendido?

—Entendido. —Afirmaron los soldados novatos.

Tal como lo había ordenado Lynne, los 6 soldados bajaron por la torre, siendo Reiner el guía que iluminaba el camino con una antorcha que había tomado del muro. Bertholdt había hecho un intento por detenerlo, pero fue ignorado por el rubio más grande, quien terminó adelantándose un piso.

—¡Están aquí! Traigan algo para trabar la puerta. —Gritó Reiner desde abajo.

—Ustedes busquen algo, yo iré a ayudarlo. —Añadió Bertholdt bajando las escaleras.

—¿Qué tal la mesa? —Apuntó Christa.

—No, necesitamos algo más pesado

—¿Como esta cosa de aquí? —Suri tocaba dicho objeto, curiosa de saber qué es lo que era.

—¿El cañón?

—¡Gran idea Christa!. —Felicitó Ymir.— El cañón servirá. Ayúdenme a moverlo.

Suri quedó un poco confundida, pero aún así ayudó a llevar el cañón al límite de las escaleras para arrojarlo contra el titán que entraba por la puerta.

—Parece que funcionó milagrosamente. —Afirmó la pecosa.

—¿Qué tal si esa cosa despierta o se regenera? —Preguntó Suri acercándose al titán, pero fue alejada por Connie.

—¿Quieren que le corte la nuca? Aunque sólo tengo un cuchillo

—Ni lo intentes. —Le detuvo Reiner.— Saldrás herido si se levanta.

—Por ahora, retirémonos al piso de arriba. Podría haber más titanes, la puerta continúa abierta...

Christa subía las escaleras, pero un sonido la detuvo, haciendo que todos voltearan a la puerta, segundos después, el nombre de Connie se escuchó de manera aguda al verse en peligro por un titán que lentamente se acercaba hacia él. Reiner fue el primero en actuar, lanzándose contra el titán, empujando a Connie en el proceso, pero siendo mordido por el gigante.

—¿Reiner, estás bien? —Preguntó Suri al ver la extraordinaria fuerza del chico, quien levantaba al titán que aún estaba aferrado a su brazo.

—Estoy de maravilla. —Respondió subiendo las escaleras con él para dejarlo en el marco de la ventana mientras Connie clavaba su cuchillo en la mandíbula del titán para que soltara a su amigo.

El titán aún seguía dando su lucha, aferrándose a la ventana para no caer, pero fue la desesperación de Ymir la que finalmente dio fin con él, haciéndolo caer desde la altura.

—¿Qué haremos si entra otro? —Preguntó la rubia más pequeña, intentando bloquear la entrada con algunas columnas de madera.

—Suri tiene razón, dudo que tengamos tanta suerte la próxima vez. —Apoyó Connie ayudando con la madera.— Reiner, yo... Perdón por lo de antes, tú siempre llegas a salvarme el pellejo. Por cierto, Annie también me salvó la vida una vez. Algún día voy a devolverles el favor.