Gintoki visualizó la habitación de Toshirou en su correr y, pronto llegó, pronto se detuvo. Se quedó parado unos instantes justo a un lado, ya que las puertas estaban abiertas y se podía ver el interior.
Gintoki no quería que Toshirou lo viera, no aún. Primero debía mentalizarse en cómo lo iba a enfrentar y qué es lo que iba a decir.
La cagó, lo sabe. La cagada era tan grande como Antonio López de Santa Anna regalando la mitad de México*.
Ya tenían bastante tiempo juntos y desde hacía ya un tiempo que su relación no era un secreto, entonces ya no debería actuar como antes.
Toshirou ahora era su novio, no el tipo con el que siempre peleaba e insultaba.
Sabía que no debió haberle contestado así.
—No te quedes ahí parado —dijo Toshirou desde el interior, con el mismo tono de siempre.
—Te diste cuenta —mencionó Gintoki, avergonzado, mientras se hacía ver en el marco de las puertas corredizas—. ¿Puedo pasar? —preguntó, mientras entraba, después cerró la puerta al deslizar tras de sí.
—Ya estás adentro —señaló Toshirou sin dejar de ver los documentos en su mesa.
—Pero no de ti —contestó Gintoki mientras se sentaba erguido frente a Toshirou, quien estrujó ligeramente la hoja ante lo dicho por su pareja.
—¿A qué viniste? —cuestionó con dureza.
Tal vez Toshirou estaba exagerando un poco su enojo, no estaba tan enojado, pero eso Gintoki no lo sabía.
—Vine a disculparme. —Dicho esto, Gintoki inclinó su cabeza hasta el suelo, en señal de una sincera disculpa.
—¿Sabes sobre qué estás disculpándote? —Le dirigió la mirada.
—Por lo que te contesté en la llamada mientras jugábamos.
Toshirou hizo la mesa a un lado y se levantó, colocándose de pie frente a Gintoki, que seguía con la cabeza en el suelo.
—¿Qué es?
—Hijikata Toshirou, me disculpo sinceramente contigo por haber dicho: "cállate, mierda", estuvo mal porque eres mi pareja. Me arrepiento de los errores cometidos y por ser un mal novio.
Esto le resultó un poco divertido a Toshirou, era muy raro ver a Gintoki usando modos y tonos tan formales en una disculpa, valió la pena exagerar su enojo un poco.
Sin decir nada, Toshirou sacó su celular y le tomó una fotografía a Gintoki postrado ante él, sería un divertido recuerdo.
—Está bien —contestó Toshirou.
Peligrosamente, Gintoki alzó su cabeza para poder ver a Toshirou mientras le sonreía con ese brillo en sus ojos.
—Debo admitir que pude haber exagerado un poco mi enojo, no era para tanto —admitió, mientras desviaba la mirada.
—CABRÓN —exclamó Gintoki, exaltando a Toshirou.
Gintoki se puso de pie inmediatamente e igualando su altura con la de Toshirou, quien se veía atónito por el cambio de tono hacia su persona, luego, el yorozuya lo tomó del cuello del saco de su uniforme.
—¡¿ME PERDÍ LA VENTA DE LA JUMP PORQUE ESTABA PREOCUPADO POR TI Y ME HICISTE VENIR HASTA ACÁ EN VERGUIZA PARA DISCULPARME POR ALGO QUE NO ERA PARA TANTO?! —gritó, exasperado.
El enojo se hizo de Toshirou. Esto era increíble.
—¡¿ENTONCES DICES QUE LA PUTA JUMP ES MÁS IMPORTANTE QUE YO?! —Toshirou imitó el acto de Gintoki y también lo tomó del cuello de su camisa—. ¡Y YO NO TE HICE VENIR AQUÍ, TÚ SOLITO TE HICISTE VENIR, PENDEJO!
—Ah, ya vamos con los insultos otra vez —soltó Gintoki, con ironía.
—Y escúchame bien, puñetas, disculparse es lo normal. Tú solo viniste porque querías disculparte y reconciliarte conmigo —señaló—. PERDÓN SI ES DEMASIADO PARA TI PEDIR DISCULPAS.
—ENTIENDE QUE LA JUMP SE ACABA RÁPIDO Y POR ESO DEBO CONSEGUIRLA TEMPRANO, PERO TODO ESTE ASUNTO CONTIGO ME HIZO PERDER TIEMPO, PUTA MADRE.
En ese momento, Toshirou sintió algo quebrarse dentro de él.
—¿Soy una pérdida de tiempo? —preguntó Toshirou, intentando disimular que aquello no lo hirió en gran medida.
Fuera, los oyentes estaban a punto de emprender fuego contra Gintoki, había caído bajo. Shinpachi y Kagura no podían defenderlo esta vez.
—¡Ay, pinche pendejo estás! —gritó Kagura en un murmuro—. Adiós, Gin-chan, te irá mejor en el bote —despidió, juntando sus manos en un rezo.
—¡Una tarea tenía el mamón ese! —exclamó Shinpachi, también en un murmuro.
—Lo siento, jefe, pero te has pasado de la raya esta vez, dijiste algo que no debías —comentó Sougo, listo para disparar su bazuca en dirección a la habitación.
—Valiste verga, yorozuya —sentenció Kondo, listo para desenvainar.
Todo el Shinsengumi sabía perfectamente lo mucho que había cambiado su vicecomandante desde que empezó a salir con Gintoki, aunque no lo dijera, él se veía realmente feliz.
—Eso no-
Gintoki se interrumpió a sí mismo cuando Toshirou se alejó de él para desenvainar su katana y apuntarle con ella.
—O-oye, baja eso —pidió, mientras sus labios se curvaban en una sonrisa tensa—. Hijikata, lo siento, no quería decir eso —se disculpó—. Sabes que cuando uno está enojado dice cosas que no quiere decir —explicó, pero fue inútil.
—No, lo escuché perfectamente, soy una pérdida de tiempo para ti —repitió Toshirou con ceño terriblemente apacible.
Era como la calma antes de la tormenta.
Toshirou lanzó el primer ataque con su katana hacia su novio, ataque que fue detenido al instante por la característica katana de madera que el contrario poseía.
—No es cierto, escúchame —pidió Gintoki, con dificultad, por la fuerza que estaba ejerciendo para detener la katana de su pareja.
—Si soy una pérdida de tiempo para ti, entonces deberíamos ter-
Toshirou fue interrumpido por el rápido movimiento que hizo Gintoki, para hacerlo caer al suelo con él encima suyo y que terminara soltando su espada en el proceso.
—¡HIJIKATA TOSHIROU! —pronunció Gintoki el nombre completo del contrario, con enojo, no creía lo que Toshirou estuvo a punto de decir.
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Buenas buenas, es viernes y he decidido que LQEC será publicado semanalmente, así que estaremos leyéndonos cada viernes.
Ahhhh, ya extrañaba publicar semanalmente.
¿Qué tal el capítulo?
¿De quién es la culpa que esté pasando todo esto y por qué es de Gintoki?
Coooontexto rápido sobre la referencia al principio del capítulo para quienes no sean de México: Antonio López de Santa Anna (1794-1876) fue un político, militar y dictador de México. Fue un presidente de México que dimitió y regresó al poder al menos unas once veces. En su mandato, permitió la Independencia de Texas (1836) y, entre otras cosas desconcertantes, vendió los territorios de Alta California y Nuevo México a Estados Unidos, todo esto bajo el Tratado Guadalupe-Hidalgo (1848), donde se estipula la pérdida de estos tres estados a favor de la paz con EEUU (aproximadamente la mitad del territorio mexicano).
Ya que tuvimos un poco del contexto histórico, es hora de decir: chingas a tu padre Santa Anna.
Bueeeeeno, comenten comenten, me gusta leer sus comentarios.
Nos leemos la próxima semana, chaíto.
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Lo que es crecer | Gintama - GinHiji/OkiKagu
FanfictionAdaptación de mi AU en Twitter (X). Todo comienza con el pendejo de Gintoki diciéndole a Hijikata (su novio): "calla mierda", ya saben lo que se viene después. Luego tenemos a Kagura y Okita peleando por tonterías (como siempre). Al final, suceden c...