Dedicado a Karmakiller1212
Gintoki despertó y lo primero que vio fue el techo del hospital, que era iluminado gentilmente por la luz de la luna. Había dormido mucho. Llevó sus ojos al reloj colgado en el techo y se dio cuenta de que era la una de la mañana, algo temprano.
Un poco adormilado, se enderezó sobre su cama y observó la habitación que compartía con sus muchachos y los tres altos mandos del Shinsengumi. Todos dormían plácidamente, a excepción de Toshirou, que no se encontraba en su cama, cosa que le extrañó al yorozuya.
Excusándose de que iría a una de las máquinas expendedoras por algún dulce, Gintoki se levantó con cuidado y salió de la habitación.
Las heridas de la batalla todavía dolían, un poco. Aunque él ya estaba fatigado de estar en cama, era necesario seguir hospitalizado, tenía que recuperarse del todo.
Para estos días, él junto con Kagura y Shinpachi, ya estarían nuevamente en la Yorozuya, trabajando como antes, pero fue gracias a Otose que aún no les daban el alta.
—Vieja bruja —masculló Gintoki al recordar esto.
Gintoki presionó un botón en específico de la máquina y justo después el producto fue liberado. Con cierta molestia, Gintoki se colocó de cuclillas y metió la mano al interior de la máquina para sacar su leche de fresa.
Como no tenía sueño, decidió dar una vuelta, a pesar de que el hospital lucía horriblemente tenebroso de noche.
Comenzó a beber por el popote y fijó su vista en las ventanas, en el amplio jardín que se podía ver a través de ellas.
Al encontrarse solo, le fue inevitable pensar en todo lo ocurrido en estos años: la muerte de personas que lograron tener un poco de espacio en su corazón, Shoyo-sensei que ya no era más Shoyo-sensei, la primera batalla hace dos años contra Utsurou, su derrota, el bebé, nuevamente la batalla, la muerte de Takasugi Shinsuke y el último reencuentro con Shoyo...
Habían sido muchas cosas deprimentes las que habían pasado, pero dentro de lo malo, también hubo cosas buenas.
Aunque perdió a gente que en algún momento fue importante, esta vez logró proteger realmente lo que quería proteger, y estaba satisfecho.
Su cabeza divagó entre sus recuerdos con Kagura y Shinpachi; Otae, Otose y las demás; sus disputas interminables con el Shinsengumi; Toshirou...
Hijikata Toshirou, vicecomandante del Shinsengumi. El demonio en persona. Ahora su cabeza solo daba vueltas en él, y en las varias revolcadas que se dieron antes de él desaparecer. Fueron buenos tiempos, aunque no quería admitirlo abiertamente.
Estaba seguro de que Toshirou ya no le permitiría acercarse con tal de un acostón. Aunque sabía que aquello que tuvieron no tenía nombre, por alguna razón se sentía culpable de irse sin decirle nada.
Pero ya pensaría en ello después.
Aún perdido en sus pensamientos, Gintoki siguió caminando sin prestar atención a su camino, entonces, sintió que algo rozó su mano, por lo que, a una velocidad inhumanamente posible, se ocultó parcialmente debajo de unos asientos metálicos.
Debajo, giró un poco su cabeza, intentando buscar algo o a alguien, pero no había nada. Tembloroso, salió de su escondite y con cautela, se levantó. Al mismo tiempo, un conocido iba saliendo por uno de los pasillos, de la misma forma que él.
Cuando se encontraron, sintieron alivio y agradecieron internamente que no fuese un fantasma.
Gintoki sacudió un poco la ropa y vio a su contrario, que hacía lo mismo.
ESTÁS LEYENDO
Lo que es crecer | Gintama - GinHiji/OkiKagu
FanfictionAdaptación de mi AU en Twitter (X). Todo comienza con el pendejo de Gintoki diciéndole a Hijikata (su novio): "calla mierda", ya saben lo que se viene después. Luego tenemos a Kagura y Okita peleando por tonterías (como siempre). Al final, suceden c...