TRES | Disculparse trae cosas cosas buenas, como una revolcada

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El siguiente capítulo contiene escenas sexuales explícitas y el uso de lenguaje vulgar, se recomienda discreción.


—Como que... está un poco silencioso ahora, ¿no? —preguntó Yamazaki, pegando más su oreja.

—Cierto —concordó Shinpachi.

—Hijikata debió empalarlo o algo —comentó Sougo.

—Con el pito será —opinó Kagura, casi provocando una carcajada en su novio, que rápidamente se tapó la boca.

—Kagura-chan, no seas vulgar, eres una dama —reprendió Shinpachi.

—Me vale verga, virgen mamador —contestó la susodicha, mostrando el dedo medio al contrario.

—Maldita bruja —farfulló el joven yorozuya.

—Ya, ya —apaciguó Kondo—. Sospechosamente silencioso —comentó después de un momento de silencio.

—¿Y si entramos? —propuso Kagura.

Un ruido extraño en la habitación les hizo guardar silencio, por lo que pegaron más sus orejas. Por ahí escucharon un extraño traqueteo que les hizo prestar más atención.

Luego hubo un gemido.

—No mamen —expresó Kondo, casi cagándose encima.

—Hola, Dios, soy yo de nuevo —imploró Shinpachi, queriendo huir.

—Vaya, no tardaron mucho en montar su porno casero —comentó Sougo.

—¿Qué les pasa? Por Dios —bufó Kagura, con desagrado—. Parecen conejos en celo, en cualquier momento y dónde sea lo hacen, harta estoy.

—No seas envidiosa —mencionó Sougo a su novia, que solo le reviró los ojos—. Y ya vámonos, china, eso es algo que no deberías escuchar.

—Bien, nadie escuchó nada, nadita de nada, ¿entendieron? —condicionó Kondo, dando indicaciones con sus manos sobre retirarse del lugar, como si hubiesen abortado una misión.

Hace unos momentos...

Gintoki y Toshirou compartieron una intensa mirada, siguiendo en la misma posición de antes: Toshirou en el suelo y Gintoki sobre él, acorralando al oficial.

Gintoki no retuvo ninguna de sus extremidades, no había necesidad, pues él sabía que su novio no se movería de dónde estaba.

Las miradas que eran acompañadas por un ceño fruncido comenzaron a suavizarse, dejando ver que ambos se estaban calmando.

—Eres una mierda —rechistó Toshirou.

Gintoki sonrió.

—Lo sé —contestó, sin la más mínima pizca de molestia.

—Y eres muy mal novio.

—Lo soy.

Toshirou soltó un suspiro pesado y luego con su antebrazo cubrió parcialmente su rostro.

Lo que es crecer | Gintama - GinHiji/OkiKaguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora