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A pesar de que la casa no está mal, el pueblo sigue siendo el mismo agujero

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A pesar de que la casa no está mal, el pueblo sigue siendo el mismo agujero. Voy a la cafetería donde tengo que tragarme las mismas frases una y otra vez.

"Pensamos que no volverías".

"Vaya, no has cambiado nada."

"¿Has triunfado al otro lado del charco?"

"Tus padres siempre te echaron de menos."

Es esa última frase de un hombre que ni siquiera recuerdo haber visto en mi vida lo que hace que me levante con el segundo café a medio beber. Pago de forma apresurada y me monto en la camioneta de Bella. Me la ha prestado porque a ella la lleva su novio al instituto, no vaya a ser que sea una mujer autosuficiente. No me gusta ese chico, oculta algo. Lo presiento.

Saco un cigarrillo y echo el humo por la ventana mientras atravieso las desiertas carreteras de Forks. La lluvia crea su propia melodía en el techo de chapa. Dios, cómo echo de menos el sol.

Y de repente algo atraviesa la carretera. Un animal enorme que cruza a la velocidad del rayo el estrecho trozo de asfalto y provoca que dé un volantazo. Lo último que veo antes de que mi cabeza golpee el volante es que voy a chocarme contra un maldito árbol.

Maldito Forks. Nunca trae nada bueno. Es mi último pensamiento antes de que me trague la oscuridad.





Los sonidos llegan antes de que abra los ojos.

-¿Está seguro de que está bien? –esa voz es la de Charlie, fácil de reconocer.

-Totalmente, jefe Swan. Sólo ha sido un leve golpe en la cabeza. Despertará de un momento a otro.

Esa voz no la conozco pero suena profesionalmente calmada. El olor a desinfectante me orienta un poco más, seguramente esté tumbada en la camilla del hospital.

-Como el doctor Cullen ha salido de esa forma...

-Oh. Seguramente es porque se ha encontrado indispuesto. Ni los médicos nos libramos de caer enfermos. –suelta una risa que me parece falsa, como si estuviera enlatada.

Decido que es hora de saber cómo de malo ha sido ese golpe así que abro los ojos. Efectivamente estoy en una camilla del hospital. Me incorporo para tener una postura más digna y el rostro de mi hermano se vuelve doble.

Ahogo un quejido llevándome la mano a la frente donde tengo un vendaje.

-Tómalo con calma, Caroline. –me aconseja el médico. Es joven y guapo, de piel oscura que contrasta con el tono neutro de todo lo demás. Probablemente esté haciendo la residencia o algo porque no entiendo por qué alguien con posibilidades se quedaría aquí. –Te hemos tenido que echar tres puntos de sutura.

Tentación. | Carlisle Cullen x Oc.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora