4. Por favor...
Helena se despertó lentamente, sintiendo el frío de las sábanas en su piel desnuda. Abrió los ojos y se encontró sola en la habitación de Draco Malfoy. El recuerdo de la noche anterior la golpeó como una ola, trayendo consigo una mezcla de vergüenza y arrepentimiento. Se levantó apresuradamente, recogiendo su ropa del suelo y vistiéndose en silencio. Salió de la habitación, asegurándose de que nadie la viera, y se dirigió a su propio dormitorio en la torre de Slytherin.Cuando abrió la puerta, la habitación estaba tranquila. Marin, su mejor amiga, dormía profundamente en su cama, sin haberse percatado de la ausencia de Helena. La única que estaba despierta era Yotsuba, su gatita, que comenzó a maullar en cuanto la vio.
—Shhh, Yotsuba, no hagas ruido —murmuró Helena, acariciando la cabeza de la gata, que se calló al instante.
Helena se metió en la cama rápidamente, cerrando los ojos con fuerza. Trataba de calmar su mente, pero los pensamientos seguían girando en torno a lo que había sucedido con Draco. Finalmente de tanto pensar se quedó dormida.
Media hora después, los ruidos en la habitación indicaban que sus compañeras empezaban a despertarse.
—¡Vamos, Helena, despierta! —Marin la sacudió suavemente, sonriendo—. ¿Qué te pasa? ¿Dormiste mal?
—Sí, un poco —murmuró Helena, levantándose de mala gana y comenzando a vestirse con su uniforme de Hogwarts.
—Te ves espantosa —menciona Marin con tono de burla—. Parece que pasaste por el sauce boxeador y no le caíste muy bien.
—Muy graciosa —dice Helena con sarcasmo.
Durante el desayuno, Helena traía una mala cara, y no era para menos luego de traer un dolor de espalda por haber caído en el piso. Marin lo notó de inmediato.
—¿Estás bien? —le preguntó con preocupación.
—Sí, estoy bien —mintió Helena, evitando la mirada de su amiga.
En ese momento, Draco Malfoy entró por la puerta del gran comedor, acompañado de sus amigos. Draco lanzó una mirada rápida a Helena, y ella hizo lo mismo, ambos apartando la vista inmediatamente.
Marin, que estaba comiendo una tostada, observó la escena con interés y comenzó a gritar aún con comida en la boca.
—¡Helena! —dice tragando rápido—. ¡Vi eso! ¿Qué está pasando entre tú y Malfoy?
—¡Nada! —exclamó Helena, sonrojándose—. Solo son ideas tuyas.
—¡No te creo nada! Sé muy bien como son esas miraditas, son las mismas que me gustaba lanzarle a Fred Weasley cuando terminamos.
—Definitivamente estás loca.
En clase, Helena se sentía muy mal. Le dolía la cabeza y no podía concentrarse en nada de lo que el profesor Snape decía. Pensaba demasiado en lo que sucedió la noche anterior... ¿Por qué aceptó estar con él? Ni siquiera le gustaba. Tenía mejores prospectos en quien pensar.
Como si no fuera suficientemente malo su día, durante el almuerzo, se sentía pesada y con náuseas. Marin, que estaba con ella, lo notó de inmediato.
—Helena, deberías ir a la enfermería. Llevas muy mal desde la mañana.
—No, estoy bien —insistió Helena, tratando de parecer convincente—. Mejor me iré a descansar al cuarto, antes de la siguiente clase.
De vuelta en su cuarto, Helena se dejó caer en la cama, estuvo pensando y se quedó dormida hasta la noche. Yotsuba estaba acurrucada sobre su pancita, ronroneando suavemente. No había rastro de Marin ni de sus otras compañeras de habitación. Helena despertó con hambre y decidió ir al Gran Comedor a cenar algo.
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El hurón me embarazó [DRACO MALFOY x Tú]
Romance𝐄𝐋 𝐇𝐔𝐑Ó𝐍 𝐌𝐄 𝐄𝐌𝐁𝐀𝐑𝐀𝐙Ó -Ese estúpido hurón me embarazó. -Ahora tendrás mini huroncitos. Draco Malfoy y Helena eran enemigos, pero una noche de pasión cambió todo. Ahora, Helena enfrenta una sorpresa inesperada: está embarazada de Draco...