El hurón me embarazó [DRACO MALFOY x Tú]

VIII. If I fell

 
8. Y si caigo?
 

Helena y su padre se sentaron en la sala, mirándose fijamente. El ambiente estaba cargado de tensión, con el padre tratando de encontrar las palabras adecuadas.

—¿Por qué, Helena? —preguntó entre sollozos, su voz llena de angustia—. ¿Por qué dejaste que esto pasara?

Helena se limpió las lágrimas que comenzaban a rodar por sus mejillas. La culpa y la vergüenza la abrumaban.

—Fue sin pensar, papá. Fue algo del momento y cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde —respondió ella con su voz temblorosa.

—¿Era tu novio? —preguntó el padre, intentando entender la situación.

—No, no tenía novio. Fue... un chico de mi clase —confesó Helena, sintiéndose aún más pequeña bajo la mirada de su padre.

—¿Él ya lo sabe? —insistió él, tratando de mantener la calma.

—Sí, lo sabe. No quiere saber nada de mí ni del bebé —dijo Helena, su voz quebrándose al recordar la frialdad de Draco.

Su padre se hundió en el sillón, abatido. La preocupación y la tristeza se reflejaban en su rostro.

—¿Estás segura de querer tenerlo? —preguntó, casi en un susurro.

Helena tartamudeó, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

—Sí, papá. Quiero hacerme responsable de mis actos. Quiero tener la oportunidad de ser una gran madre, de ser mejor que... —no pudo terminar la frase, pero ambos sabían a quién se refería.

—¿Estás haciendo esto por tu madre? —preguntó su padre con la voz rota.

—Sí, papá. Quiero ser una mejor persona que ella. No quiero cometer el mismo error de dejar a mi bebé solo. Estoy dispuesta a amarlo y aceptarlo desde que supe de su existencia —respondió Helena, sus lágrimas cayendo libremente.

Su papá la miró con tristeza.

—No tienes por qué cargar con esa culpa. No fue tu culpa lo que pasó —dijo, con ternura.

—Sí lo fue. Si mamá me hubiera querido, no se habría ido. Entonces, yo no cometeré el mismo error —Helena estaba decidida, aunque su voz temblaba con cada palabra.

Su padre intentó explicarle, aunque sabía que sería difícil para Helena entender.

—Tu madre no se fue porque no te quisiera. Ella se fue porque creyó que era lo mejor en ese momento...

—Eso no es verdad. Si una madre quisiera a su hijo, no se iría así sin más —replicó Helena, su voz cargada de resentimiento.

Su padre respiró hondo y comenzó a contarle la historia de su madre, Serena, y la de él, Archie.
  

--- Flashback
 

 
Archie asistía a Hogwarts, donde conoció a Serena. Él era hijo de muggles, y ella una bruja de sangre pura. A pesar de las diferencias en sus mundos, se enamoraron profundamente. A pesar de la oposición de la familia de Serena, su amor fue creciendo.

Archie estaba en la biblioteca, tratando de entender un complicado hechizo de transfiguración, cuando la vio por primera vez. Serena, con su cabello largo y oscuro, estaba concentrada en un libro de pociones.

—Hola, ¿puedo sentarme aquí? —preguntó Archie, señalando la silla vacía junto a ella.

Serena levantó la vista, sorprendida.