X. Baby you're a rich man

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10. Bebé, eres un hombre poderoso
  

La casa de los Anderson estaba iluminada de una manera esplendorosa, como si intentara impresionar a cualquier invitado que cruzara sus puertas. Helena, tenía un rostro pálido, se movía con nerviosismo por el salón principal. Su padre la había llamado varias veces para asegurarse de que todo estuviera en orden para la cena de esa noche.

—Papá, ¿seguro que es una buena idea? —preguntó Helena desde la puerta de su habitación.

Su padre la miró con comprensión.

—Helena, es necesario. Los Malfoy tienen que saberlo oficialmente. Además, Draco debe asumir su responsabilidad.

Helena asintió, sin poder evitar un nudo en la garganta. Sabía que Draco ya estaba al tanto de su embarazo, pero había optado por evitarla. Y ahora, enfrentarían juntos a sus familias. Su embarazo era ya evidente, y las náuseas que la habían aquejado durante las últimas semanas no habían ayudado a aliviar su ansiedad. A pesar de todo, Helena sabía que esta cena era necesaria.

El sonido del timbre anunció la llegada de los Malfoy. Archie respiró hondo y abrió la puerta para recibir a los Malfoy. Lucius Malfoy entró primero, con su aire de superioridad habitual, seguido por su esposa Narcissa y su hijo Draco, quien mantenía una expresión de indiferencia.

—Archie, un placer verte de nuevo —dijo Lucius con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

—Lucius, Narcissa, Draco, bienvenidos —respondió Archie, forzando una sonrisa mientras estrechaba la mano de Lucius—. Pasen, por favor. La cena está lista.

Todos se dirigieron al comedor, donde una mesa elegantemente dispuesta les esperaba. Helena, tratando de mantenerse en control, tomó asiento junto a su padre, con los Malfoy frente a ellos. El ambiente estaba tenso, y no pasó mucho tiempo antes de que Archie decidiera romper el hielo.

—Bien, Lucius, Narcissa, me alegra que hayan aceptado nuestra invitación. Hay algo muy importante que debemos compartir con ustedes esta noche.

Lucius arqueó una ceja, visiblemente intrigado.

—¿De qué se trata, Archie? —preguntó, mirando de reojo a su hijo, quien estaba más interesado en la decoración del techo que en la conversación.

Helena sintió que el corazón se le aceleraba. Respiró hondo y miró a Draco, quien finalmente la miró con una mezcla de desafío y curiosidad.

—Helena está embarazada... Draco es el padre.

El silencio que siguió fue insoportable. Narcissa abrió los ojos con sorpresa, mientras que Draco miraba fijamente su plato, sin atreverse a levantar la vista. Lucius, en cambio, frunció el ceño, sus nudillos se pusieron blancos mientras aferraba su bastón.

—¿Qué clase de broma es esta, Archie? —su voz era baja, pero llena de peligro—. ¿Estás insinuando que mi hijo ha deshonrado a tu hija?

Archie mantuvo la calma, aunque su mandíbula estaba tensa.

—No es una insinuación, Lucius. Es la verdad. Y debemos enfrentarla como adultos responsables.

Helena, sintiendo que las náuseas volvían, se levantó de la mesa de repente.

—Disculpen... necesito un momento —dijo antes de salir corriendo hacia el baño.

Lucius se levantó de su asiento, su rostro rojo de furia.

—¡Esto es inaceptable! ¡Mi hijo no se hará cargo de un... de un bastardo!

Narcissa, que había estado en silencio, se levantó y puso una mano sobre el brazo de Lucius.

El hurón me embarazó [DRACO MALFOY x Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora