11. Eleanor Rigby
El tren de Hogwarts se acercaba a la estación con un estruendo de ruedas y vapor. Helena observaba desde la ventanilla, sintiendo cómo la emoción se mezclaba con la ansiedad en su pecho. Estaba de vuelta en Hogwarts, pero esta vez todo era diferente. Su mano se posó suavemente sobre su vientre, que ya mostraba su embarazo de casi siete meses.—No puedo creer que ya estemos de regreso —dijo Marin frente a ella en el compartimento del tren.
Helena sonrió, intentando que la tensión no se reflejara en su rostro.
—Sí, ha sido un verano muy bueno —respondió.
—¡Sobre todo para ti! —exclamó Marin con entusiasmo—. Estás radiante. Y esa barriguita... te hace ver más bonita.
Helena rió, agradecida por el cumplido.
—Gracias, Marin. Tú también te ves increíble. ¿Qué has hecho durante las vacaciones?
—Nada fuera de lo común. Solo descansar y pasar tiempo con la familia. Pero ya estaba deseando volver —dijo Marin, mirando a través de la ventanilla mientras el castillo de Hogwarts aparecía a lo lejos.
Cuando el tren finalmente se detuvo, los estudiantes comenzaron a bajar. Helena y Marin se unieron al flujo de alumnos que se dirigían al castillo. Las dos amigas no podían ocultar su alegría de estar juntas de nuevo.
Al llegar al Gran Comedor, el murmullo de cientos de voces llenaba el aire. Helena y Marin encontraron un lugar en la mesa de Slytherin y se sentaron, mirando a su alrededor con curiosidad. Antes de que pudieran seguir hablando, el director Dumbledore se levantó y la sala cayó en silencio.
—Bienvenidos a todos a un nuevo año en Hogwarts —comenzó Dumbledore con su habitual tono cálido y sereno—. Espero que hayan tenido unas vacaciones llenas de descanso y alegría. Este año promete ser uno lleno de desafíos y aprendizajes, así que prepárense para lo que está por venir.
Helena sintió una oleada de emoción al escuchar sus palabras. Aunque enfrentaba su propio conjunto de desafíos, se sentía fortalecida por quienes la apoyaban. Después del discurso, los murmullos comenzaron a llenar el Gran Comedor. Un rumor en particular captó la atención de Helena y Marin.
—Dicen que hay una nueva chica en sexto año —susurró una estudiante cercana—. Y que es muy bonita.
Marin arqueó una ceja y miró a Helena.
—¿Otra más? —dijo con una sonrisa irónica—. Ya veremos si es para tanto.
La conversación continuó durante la cena, con especulaciones sobre la nueva estudiante. Cuando finalmente se dirigieron a los dormitorios, los rumores se intensificaron.
Esa noche, en la sala común de Slytherin, los rumores continuaron.
—¿Escuchaste? —dijo una chica en la sala común de Slytherin—. Dicen que Draco tiene una nueva novia. Y que es una belleza.
Helena sintió un nudo en el estómago. Marin frunció el ceño y sacudió la cabeza.
—Seguro son chismes baratos —dijo con desdén—. No hagas caso, Helena.
—Ojalá tengas razón, Marin. Pero... si es cierto... —Helena dejó la frase sin terminar, sintiendo un nudo en la garganta.
Pero otras chicas insistieron en seguir hablando del tema.
—Dicen que es 1/4 de Veela. O tal vez 1/8. ¡Igual debe ser encantadora!
La noche transcurrió sin que Helena y Marin vieran a la chica nueva. Se retiraron a su dormitorio, pero el sueño fue esquivo para Helena. Helena no quería creerlo, pero no podía ignorar la sensación de inquietud que la invadía. Se acarició el vientre, tratando de calmarse.
—Todo estará bien —murmuró en voz baja.
Su gata Yotsuba se acurrucó contra su vientre, como todas las noches, brindándole un consuelo silencioso.
A la mañana siguiente, en el dormitorio, las murmuraciones sobre Draco y Eleanor continuaban.
—Quiero ver a la nueva chica hoy —decía una de las compañeras de habitación.
—Sí, dicen que es increíblemente bonita —agregó otra.
Helena y Marin se dirigieron al Gran Comedor para el desayuno, intentando ignorar los comentarios. Sin embargo, cuando entraron, no pudieron evitar notar la atención que Eleanor atraía. Estaba sentada al lado de Draco, hablando y riendo alegremente.
—Los rumores son ciertos —susurró Marin, sorprendida.
Helena se sintió como si le hubieran dado un golpe en el estómago. La chica, al notar la mirada de Helena, dejó de reír y la observó con una sonrisa calculada. Draco también notó la atención y, con un tono despectivo, se dirigió a ellas.
—Ustedes, la gorda, y la sangre sucia —dijo Draco refiriéndose a Helena y Marin—, les presento a mi novia, Eleanor Prince. Es una bruja sangre pura —dijo sin ocultar su arrogancia.
Eleanor las saludó con una sonrisa risueña y altanera.
—Así que tú eres la chica de la que me habló Draco —dijo, mirando a Helena—. Eres adorable, y tu pancita también lo es —soltó una risita.
Helena sintió cómo las lágrimas llenaban sus ojos y salió corriendo del Gran Comedor, sin poder contener su dolor.
—¡Helena, espera! —gritó Marin, corriendo tras ella.
Antes de irse, Marin se volvió hacia Draco y Eleanor, lanzando un último comentario mordaz.
—¡Son unos idiotas!
De vuelta en su habitación, Helena se dejó caer sobre su cama, sintiéndose traicionada y sola. Las lágrimas corrían por su rostro. Yotsuba se subió a la cama, tratando de consolarla con su presencia. Poco después, Marin llegó a su lado, abrazándola y susurrando palabras de consuelo.
Marin llegó poco después, sentándose a su lado y abrazándola.
—Helena, tienes que ser fuerte. Piensa en tu bebé. No dejes que Draco te destruya.
—No puedo, Marin. Lo último que hice con Draco... tuvimos relaciones, incluso su mamá me dijo que me apoyaría. Me ha estado enviando dinero y cartas —confesó Helena entre sollozos.
—Helena, debes olvidarte de él. No te merece.
—No puedo, Marin. Quiero una familia feliz para mi bebé. No puedo hacerlo sola —Helena negó con la cabeza, desesperada.
Marin suspiró, comprendiendo el dolor de su amiga.
—Helena, mereces algo mejor. No necesitas a Draco para ser feliz. Puedes hacerlo sola, por ti y por tu bebé.
Helena quería creerle, pero el dolor era demasiado profundo. Yotsuba se acurrucó más cerca, ronroneando suavemente, como si supiera exactamente lo que Helena necesitaba.
Mientras la noche avanzaba, se quedó pensando en cómo sucedió todo tan rápido y cómo enfrentaría el futuro. Aunque estaba decidida a luchar por su bebé, no podía evitar desear que Draco estuviera a su lado, formando la familia feliz que siempre había soñado.
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
Muchas gracias por el apoyo que le dan a la historia, ya llegamos a los 3k de vistas :))
Ya estamos cerca (no del final, pero sí del propósito inicial de esta historia) 😌
Si les gustó no se olviden de votar y comentar, así actualizamos más rápido 💗
Y si gustan pueden seguirme 😸🤗
ESTÁS LEYENDO
El hurón me embarazó [DRACO MALFOY x Tú]
Romance𝐄𝐋 𝐇𝐔𝐑Ó𝐍 𝐌𝐄 𝐄𝐌𝐁𝐀𝐑𝐀𝐙Ó -Ese estúpido hurón me embarazó. -Ahora tendrás mini huroncitos. Draco Malfoy y Helena eran enemigos, pero una noche de pasión cambió todo. Ahora, Helena enfrenta una sorpresa inesperada: está embarazada de Draco...