El accidente

12- Volver a verla

Amelia decidió volver al día siguiente a casa de Luisita y aclarar las cosas. Quería evitar cualquier tipo de malentendido y quería mantener a la rubia en su vida aunque solo fuera como amiga a pesar de lo mucho que podría sufrir su corazón al no ser correspondido pero a ella le bastaba con estar cerca de la joven, y no, no se acercaba por la posicion de sus padres, siempre se acordaba de lo bien que se lo pasaban de pequeñas en el pueblo al que solían ir de pequeñas junto a sus familias, Pedraza, un pueblo pequeño en la provincia de segovia pero que cuando llegaba el invierno era mejor que cualquier postal tipica de Paris, Londres, Roma o Nueva York.

Amelia nació en Pedraza, pues su madre, decidió alejarse del pueblo que le dio la espalda cuando un horrible hecho marcó su vida que nunca podría borrar de su mente pues de ahí salió Amelia a quien al principio, rechazaba como hija pues fue fruto de los impulsos de un hombre para el cual el "No" no existía. El nunca supo que de aquel hecho tuvo una hija, una maravillosa hija de pelo largo y rizado con unos perfectos tirabuzones y que por suerte, nada tenía que ver con el.

La joven, cuando era mas pequeña siempre preguntaba sobre su padre pero su madre, con la cual ahora se lleva mejor que nunca pues ya sabe toda la verdad y nunca la culpó de no contárselo antes, supo comprender por el infierno que debió pasar y lo que suponía ser madre soltera en un pueblo tan cerrado y en aquella época, siempre la regañaba por mentar esa palabra, siempre le recordaba que ella era su madre y su padre a la vez y aunque le dolía cada vez que se lo decía, su madre siempre lloraba en solitario en la soledad y el silencio de las frias noches de su habitación maldiciendo a todos los hombres y dándose a la bebida aunque nunca llegó a ser un problema serio pues siempre que intentaba hacer una tonteria pensaba en su pequeña Amelia, que era lo mejor que tenia y no queria ni podia dejarla sola en este mundo cruel, tan joven. Amelia fue su salvación a pesar de que su llegada al mundo no fue como le hubiese gustado.

Su madre siempre se reunía con sus padres y se llevaban muy bien a pesar del carácter frío y distante de la solitaria mujer que dejaba de serlo cuando se trataba de Amelia y de su felicidad, la cual estaba por delante de todo y de todos. No era una mujer de muchos recursos y tuvo que salir adelante con la pequeña pues como malamente pudo pero salió y logro que Amelia fuese una chica de bien, que nunca le faltase de nada. Con los padres de Luisita siempre hablaba de como les iban las cosas a ambas partes y ella, aunque disimulaba, pues sentía envidia más allá de que tuviesen una vida acomodada, lo que ella solo podía ver era a una pareja que siempre estuvo enamorada y unida y que le dieron la oportunidad a Luisita de tener una familia y poder criarla con mucho amor y hacerla lo más feliz que pudiesen.

Amelia, centrada en sus pensamientos sin saber que le diría a Luisita pues no sabie ni por donde empezar, lo único que tenía claro era que no quería perderla aunque fuera como amiga, la única que tenía y la única que siempre la supo escuchar y que nunca la juzgó por sus sentimientos aunque al principio los padres de la rubia se asustaron pues Amelia podría acabar en la cárcel y siempre le dieron apoyo y también le decían que fuese discreta, que España aún no estaba preparada para vivir con tanta libertad aunque los jóvenes ya no le tenían miedo a nada, solo querían ser ellos mismos y saborear la libertad por primera vez más allá de sus familiares y amigos.

Por fin la morena, tras hacer un pequeño rodeo antes de acercarse a la casa de su amiga, pues no estaba segura de lo que le diría ni de cómo iba a reaccionar o lo que es peor, encontrarse a Sebas allí. Aunque Amelia aparte de ser la inseparable amiga de Luisita, también estaba trabajando en su casa para ayudarle con su recuperación, pues le daba masajes en las piernas para que los dolores que tuviese fueran remitiendo, le preparaba una dieta recomendada por los médicos que la atendieron aquella noche en el hospital y lo mas importante, trataba de que pudiese recuperar la memoria lo antes posible, cosa que, estando sebas de por medio seria muy complicado pues éste haría todo lo posible por llenarle la cabeza a Luisita con mentiras sobre ella, sobre qué estaba trabajando ahi solo para seducirla y seguramente sería capaz de cosas peores aunque fuera un simple guardia de seguridad pues no pudo entrar en el cuerpo de policía debido a su agresividad, la cual amelia ya la olia de lejos pero la pobre e inocente Luisi, no se la imaginaba porque lo veia con ojos de enamorada o al menos eso creia ella conforme se fuera dando cuenta en un futuro del error que era haberse casado con un monstruo que no tenia reparos en quitarse del medio a una de las personas mas importantes de ella, y poco a poco iria abriendo los ojos y buscaria una salida al sufrimiento que le esperaba si seguia junto a el.

Tocan a la puerta y ahí está ella, aunque sin el uniforme pues los Gómez le guardaban su uniforme allí mismo en una habitación para ella misma por si veía que Luisita necesitaba atención o cuidados durante alguna noche debido a las pesadillas que llegó a sufrir los primeros días tras el accidente.

Pero la persona que Amelia esperaba encontrar no era quien precisamente le abrió con cara de muy pocos amigos. La joven le preguntó con calma y tratando de disimular el miedo que ese hombre le provocaba, que si podia ver a Luisita, que necesitaba hablar con ella a solas. Pobre Amelia, que ingenua fue al terminar esa frase con ese "a solas"... Esas dos palabras no salían de la cabeza de Sebas así que la amenazó con denunciarla por "desviada" y acabaría como poco en la cárcel... Ella no pudo evitar sentir aún más pánico y echó a correr hacia su casa, la cual estaba cerca y en la que seguramente su madre estaría despierta, pues la mujer no se dormía agusto si no sabía si su hija se quedaría a dormir esa noche o no aunque Amelia, por suerte, siempre la avisaba pero por muy cerca que estuviese su casa, aquella noche nunca aparecería por allí y ni si quiera sabría que Luisita ya se había casado con el propio demonio hecho persona disfrazado de un joven apuesto y con un trabajo estable y que le pagaban bastante bien. ¿Porque nunca llegó esa noche a su casa Amelia y sin avisar?...