La Cena y La Consulta

55 14 0
                                    


Si hubieran sido circunstancias normales, Christopher pensaría que esa cita no estaba tan mal. Trataba de no mirar a los monstruos por mucho tiempo; hablaba un poco alto para acallar las voces de esos seres. De alguna manera funcionaba.

—Al final mi hermano terminó hartándose de mí y me dejó la habitación—bromeó, tomando una "cachapa" y mordiéndola—No hemos hablado desde ese entonces, pero si yo no me disculpo primero él no se atreverá a tomar el teléfono.

Su estómago se encogió, su hermano era el único familiar que pudo tolerar durante toda su existencia, el cortar los lazos con él le hacía consciente de que a partir de ese momento estaba solo. En ese instante, el venezolano habló diciendo que él tampoco era muy guapo que digamos, a lo que Christopher arqueó una ceja.

—¿Es que tu encanto es muy diferente, sabes? Hay personas que son atractivas, se visten bien o se cuidan y no saben lo atractivas que son; eso es muy sensual—le dijo moviendo un dedo a modo de lección—. Además, yo he visto tipos feos y tú realmente no eres feo.

—¿Gracias supongo?

Respondió Rémi extrañado; estaba sentado básicamente a su lado, mirándole incómodo, pues este le estaba alzando la voz y no sabía ni siquiera por qué; aunque le hizo sentir un poco de alegría por aquellas dulces palabras, quizá el tono o la manera en que lo decía no era del todo como se esperaba... Solo se hizo a un lado, dándole más espacio mínimo para que su voz no impactara tanto contra su oreja...

—En fin, ahm... ¿Querías preguntarme sobre Kristoph, no?—le miró con los ojos medio entrecerrados, pues aún no estaba seguro si hablar con un total desconocido era la mejor opción; lo peor de todo es que estaban en el apartamento de este, donde se sentía un poco ansioso mientras que solo miraba a otro lado, rascándose la muñeca.

Cristopher quería sacarle un poco más de conversación; tal vez de esa forma llegaría al temita que le interesaba. Aunque, sinceramente, el aura de misterio que envolvía al latino impulsaba a Christopher a querer saber más sobre sus opiniones personales y sobre su vida en general. El chico era sencillo, aunque sacarle conversación no era fácil, Rémi era más tímido.

—¡¿Por qué estamos con un completo extraño en su apartamento?! ¡Esto es malo! ¡Esto es malo! ¡Vámonos! ¡¡No me gusta aquí!! ¡¡Vámonos!!"

— 4.....6.....8......10.....8...6....

El pequeño espíritu estaba detrás suyo, sollozando y llorando acurrucado, pues se notaba completamente aterrado a la idea de estar en una habitación con ellos. El gran espíritu delgado solo estaba contando los segundos, mirando al americano y caminando alrededor, esperando que de una vez actuara, como él sabía que iba a actuar. El latino solo suspiró para empezar a hablar...

—Kristoph, es... Digo...

—"¡¿Por qué?! ¿¡Por qué!?"

—Era... Mi pareja. Éramos esposos... H-Hace meses no lo veo y ni me llama, dijo que se había ido a un viaje de negocios, pero luego nunca más me volvió a escribir y pensé que él había terminado la relación conmigo... Y luego vienes a decirme que tienes sus córneas... Oh Dios. ¿Entonces está muerto? —dice empezando a llorar, como si la noticia ya le estuviera golpeando; solo se vio abrazado por el pequeño espíritu llorón, que solo se apoyó en su hombro abrazándolo, mientras él mismo se abrazaba a sí mismo, tapándose el rostro—L-Lo lamento de verdad, lo siento mucho...—se secó las lágrimas para mirar al americano a los ojos con pena. A éste el ver sus ojos en alguien más le dolía, pero sin querer posó una suave sonrisa.

Christopher se sintió mal por el chico. No tenía idea de que el otro muchacho desconocía el triste final del ruso. Aun así, la vergüenza de haber empeorado las cosas solo hizo que el americano se abstuviera de hablarle al otro joven de regreso.

𝔼𝕝 𝔻𝕠𝕟𝕒𝕟𝕥𝕖 𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕥𝕠 ||RUSVENE||USAVENE|| BL ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora