Una Pista más

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Rémi despertó de repente y comenzó a caminar apresuradamente por los diversos rincones del apartamento, luciendo bastante alegre. Parecía estar buscando algo, o a alguien. Aún sentía confusión y desconcierto por el sueño de la noche pasada, tratando de entender lo que había sucedido realmente. De pronto, una serie de ruidos provenientes de la cocina le distrajeron de sus pensamientos. Aceleró el paso hacia la cocina con la esperanza de encontrar a su esposo y que todo fuera solo un sueño, pero en su lugar, se encontró con Christopher... Deteniéndose en seco, se preguntó: "...¿Había sido solo un sueño?"

Su cara demostró lo decepcionado y triste que se sentía. Fue al refrigerador y tomó su cereal con leche, esperaba ver a su esposo preparar un desayuno, pero en vez de eso, solo estaba el americano, evitando que el aceite lo queme.

—Buenos días. ¿Cómo estás? ¿Dormiste bien?

"Sip, esta es mi vida ahora"

Él, Rémi, ya no estaba en un buen estado mentalmente, y tampoco el americano, cuyo estado mental no era muy seguro. Ambos conviviendo juntos, eso parecían el inicio de un mal chiste.

—¿A qué hora debes trabajar?—preguntó Cristopher, acercándose al chico. Su voz se había vuelto un poco más gruesa.

—Pedí unos días libres —respondió Rémi, de manera ambigua respecto a la pregunta.—Pero... ¿estás seguro de que puedes encargarte solo? —Rémi se detuvo por un momento, mirando a Cristopher con una expresión preocupada—¿Estás enfermo? —preguntó, frunciendo el ceño.—Tienes la voz un poco ronca, ¿tienes gripe?

—Eso es lo que pienso. Sin embargo, no me pica la garganta y ni siquiera he estornudado —respondió Cristopher a su pregunta. En realidad, no se sentía seguro sin Rémi. Una de las razones era que, dado que ambos habían tenido relaciones sexuales, sabía que el ruso podría no estar muy contento con esa idea. —Necesitas hacer tus cosas, ¿verdad? No te preocupes; no me pasará nada. Al menos no ahora. En el fondo, quería preguntarle si recordaba lo que habían hecho.

—Dios... No lo sé —Rémi se tomó un momento para reflexionar. Realmente no estaba seguro de si era seguro salir, especialmente considerando que este tipo ya había mostrado tendencias suicidas. Respiró hondo y recogió su plato. —Solo iré al mercado; necesito comprar algunas cosas. Podrías acompañarme, así te muestro dónde queda y salimos un poco a tomar aire —dijo, tocándose la nuca, ya sintiendo los efectos de la resaca.

—¿Mercado?

█[♣♣]█

Cristopher se encontraba frente a las 5000 opciones de enlatados, sintiéndose un poco perdido. Se preguntaba por qué le resultaba tan abrumador, considerando que había consumido esos productos durante años. Sin embargo, decidió alejarse hacia la sección de pescados, observando con interés las diversas presentaciones. Era curioso, ya que no tenía la paciencia necesaria para preparar pescado, pero aún así... al diablo, iba a intentarlo.

Mientras tanto, Rémi se dirigió a la sección de bebidas, donde recogió algunas botellas de alcohol y cerveza, y luego se detuvo en la farmacia para adquirir unos medicamentos. Respiró hondo, acariciándose la sien; la resaca le estaba pasando factura. Al llegar a la sección de enlatados, se encontró nuevamente con Cristopher, pero al intentar tomar una lata de frijoles y sardinas, se dio cuenta de que había perdido de vista a su compañero.

—¿Christopher? —llamó, mientras comenzaba a buscarlo con la canasta en mano. Finalmente lo localizó y se sorprendió al ver todo lo que había recogido—Wow... Gracias... Pero esto es un poco excesivo, ¿no crees?

—No importa. Realmente no es un problema; puedo pagarlo. Todo esto lo consumiremos tarde o temprano, solo necesita estar bien refrigerado —respondió Cristopher con confianza.

𝔼𝕝 𝔻𝕠𝕟𝕒𝕟𝕥𝕖 𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕥𝕠 ||RUSVENE||USAVENE|| BL ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora