El Extranjero y El Conserje

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"Todos los humanos tienen sus propios demonios internos incluso aquellos que parecieran tener la vida perfecta"

No es raro escuchar expresiones de este tipo utilizadas por personas famosas o que aparecen en revistas o libros que muestran estas palabras en Pinterest. Sin embargo, lo que nadie esperara oír jamás, es que todo eso es genuinamente auténtico.

—Ohm... ¡Buenos días!

Mientras se arreglaba, un chico de cabello rizado y sonrisa dulce y carismática tarareaba una canción y movía sus caderas con una sonrisa feliz. Decidió dejar su apartamento después de prepararse. Mientras caminaba por el pasillo hasta el ascensor, cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, vio a un chico rubio bastante atractivo que corría en su dirección; sabiendo de qué se trataba, el joven sostuvo el ascensor para darle tiempo para que entrara.

—Buenos días, amigo, ¿Estás bien?

Le dedicó una suave mirada, pero al ver que el otro mantenía distancia y apenas le dedicó una sonrisa, su corazón se derritió con el gesto. Él pensaba que era gracioso que alguien tan alto y guapo se sintiera tan avergonzado.

—Mi nombre es Rémi, un gusto, ammmm... Esta es la parte en la que me dices tu nombre, jaja.

Acercó su mano tratando de no invadir su espacio personal, usando un tono de voz bajo y ladeando la cabeza para parecer un poco más pequeño, por el acento en su oz dedujo que no era europeo, debía ser latino, pero no estaba seguro. Qué chico tan agradable, cualquiera diría que se levantó con las ganas de enfrentar al mismísimo mundo.

Entonces, ¿Qué eran esos seres que estaban detrás de él?

El americano podía verlos perfectamente eran dos criaturas que se pegaban al chico, la más alta tomaba de los hombros al muchacho mientras susurraba cosas sin sentido.

—Bueno...Juguemos...1...2...3...

El otro, más pequeño que Rémi, tenía una mirada vacía y llena de una sustancia oscura como lágrimas, pero con la textura de brea. Se agarraba el cabello y miraba con terror al americano, moviendo su cabeza alrededor del ascensor.

No quiero estar aquí... quiero salir. Tengo miedo... ¿Por qué aceptamos que entre en el ascensor?

Aunque el muchacho se viera tranquilo, aquellas criaturas realmente se veían inquietas; mientras una sollozaba por escapar, otro solo carcajeaba de manera áspera observando a aquel rubio como si esperara algo de él... Y no algo bueno...

"No te ocultes, ellos saben que puedes verlos perfectamente. Ignorarlos solo va a hacer que quieran pegarse a ti..."

Esas habían sido las palabras de Kristoph, pero el americano había evitado hablar con los vecinos del edificio desde que había llegado; de esa forma garantizó algunas horas más de descanso y paz, hasta que las pesadillas volvieron.

Tragó hondo mientras le daba una pequeña sonrisa al chico a su lado; el rubio había palidecido, pero aun así tenía que actuar con tanta naturalidad como le era posible. Rémi ni siquiera parecía consciente de que tenía esas cosas a su lado; lo que era peor de todo, era que deseaba saber el motivo por el cual el joven estaba siendo acompañado no por uno, sino por dos de ellos.

—Rémi, ¿eh? It's a beautiful name... I'm Christopher Carpenter, but call me Christopher, from U.S.A —viendo que el muchacho lo comprendía a duras penas, decidió probar con el español. —Yo... Tuve que hacerme una operación y mi hermano tenía un piso en este departamento. Así que decidí quedarme unos meses mientras me recuperaba del tratamiento... Mi habitación es la que dice '¡Sale!'. Creo que te he visto. ¿Trabajas en la parte de administración del lugar, cierto?

𝔼𝕝 𝔻𝕠𝕟𝕒𝕟𝕥𝕖 𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕥𝕠 ||RUSVENE||USAVENE|| BL ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora