— ¡Rémi! ¡Rémi osito! ¿Estás con el lunático? ¡Abre la puerta! Sé que estás ahí, ¡Aún no empieza tu hora de trabajo! —grita enojado para luego empezar a rebuscar en su bolso, sacando de esa manera una llave de repuesto.
Tomó las llaves y así logró entrar al apartamento. Había pensado que Rémi se había quedado dormido por no poder descansar al gracias al extraño. Pero al ver la escena, donde había muchos platos rotos, con claras señales de forcejeo. Sin embargo, encontró al latino que estaba en el sofá.
—¿Rémi? ¡Rémi! ¡¡Dios!! ¡Voy a llamar a una ambulancia! —grita histéricamente, sacando el teléfono y mientras le marcaba a la policía. El lunático tal vez no se había ido después de asesinar a Rémi—¡Ocurrió una emergencia! ¡Mi amigo está herido! ¡Está inconsciente!! ¡Tiene marcas de asfixia! ¡Alguien lo ahorcó! ¡Y creo que el responsable está en el departamento y no en el hotel! Venga de inmediato... ¡¡AHHHH!!
—¡AHH!!
El latino despertó gracias a los gritos; encontrándose con Valentinno, a quien se le había caído el teléfono para abrazar al venezolano, quien aún no entendía qué estaba pasando.
—¡¡Dios cariño!! ¿Te encuentras bien? ¿Te hicieron mucho daño? ¿Qué pasó?
—Estoy... Bien... Creo... —dice tocando su cuello que este sentimiento lo recordaba.
Vio su casa, todo estaba hecho un caos; de seguro era culpa de sus alucinaciones. Respiró hondo y se puso de pie para ir a limpiar. Valentinno estaba estupefacto por cómo éste sobrellevaba la situación de forma tan natural, pero él no iba a dejar esto así.
—Maldito... ¡¡CHRISTOPHER!! —entró en la habitación, encontrándola vacía hasta que pasó al baño y encontró al susodicho.
Christopher apenas había visto que Valentin llamaba a la puerta, decidió meterse al baño de la habitación. Temblando, había visto las marcas de asfixia en el cuerpo de Rémi y supo que eran por su culpa. estaba en el baño teniendo un pequeño ataque de pánico; sabía que probablemente Rémi y Kristoph habían peleado y el ruso estuvo a punto de matarlo. Pero lo había dejado vivo.
Rémi sujetó al doctor, dándole una ligera sonrisa para calmarlo.
—No pasó nada, solo tuve un ataque otra vez. E-Estoy bien de verdad.
—R-Rémi pero...
—No pasó nada, todo fue mi culpa.
Sus espíritus, digamos, que no estaban del todo satisfechos con esto.
—¡¡Llévatelo!!, ¡¡Llévatelo!!, ¡No me gusta!, ¡No me gusta!
—1...1/2... 2...
Cuando Valentinno por fin dejó en paz al americano, el latino se disculpó con el americano por despertarlo en la noche.
—Lamento todo lo mal que lo hice pasar anoche. Todo fue mi culpa.
Pudo suspirar de alivio cuando el conserje explicó que eso había sido culpa suya. El americano se le quedó viendo un largo rato, completamente en shock y sin entender por qué mierdas el otro aseguraba que había sido culpa suya.
Por su parte, Rémi tenía mirada vacía y apagada; parecía un poco desanimado; aún pensaba en lo que vio anoche... ¿Realmente eso pudo ser una alucinación? ... O quizás... ¿Realmente si fue así? Tenía las marcas en el cuello, eso era claro. Pero recordaba esa frase, recordaba esa voz... Recordaba esas manos.
—Memento... mori...
Un escalofrío recorrió su espalda cuando pronunció aquellas palabras; recordaba que Kristoph se las decía muy seguido; significaba que de una u otra manera iba a morir, no importaba si era por las alucinaciones, no importaba si era por su mano propia... O incluso en su trabajo. Él moriría, porque la muerte así era: Inexplicable. Pero esa frase, lejos de causarle terror, de alguna manera siempre lo calmaba. La primera vez que la escuchó, pensó que era una clase de sarcasmo agrio del contrario... Pero con el tiempo... entendió a qué se refería.
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𝔼𝕝 𝔻𝕠𝕟𝕒𝕟𝕥𝕖 𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕥𝕠 ||RUSVENE||USAVENE|| BL ||
غموض / إثارةKristoph, reconocido doctor por tratar de forma exitosa a personas con trastornos psiquiátricos severos, desapareció sin dejar rastro. Tiempo después, a Christopher le trasplantan sus córneas y su vida se vuelve un infierno. Solo hay una persona a l...