La Obsesión Del Conde ✓#PGP2024

capitulo 6: interés mutuo

Lilith ya no sabía cómo sorprenderse. De verdad ha sido sorpresa tras sorpresa. Pensó en un principio que sería lo mejor alejarse del conde y así tuviera el camino libre para la protagonista ya que su destino no es estar con la villana. Pero al mencionar que le interesa tanto al punto de quererla acompañar es un factor impresionante.

— pero, el conde tiene trabajo aquí. No quiero sobrecargarlo con más. Le prometí que no le sería una molestia, y por eso trabajar fuera de la capital le daría un poco de paz.

— ya no necesito paz desde que conocí el interés en ti. Has cambiado y ese cambio es lo que me llamó la atención... Pero hay dos razones por la cual quisiera acompañarte. Una, conozco un lugar fuera de la capital que podría servir para construir tu viñedo, esa propiedad la iba a ver dentro de un par de semanas, tal vez la veamos juntos. Segundo punto, soy tu esposo, debo protegerte hasta que todo salga bien con lo que quieres emprender. Y agregando un punto mas... Déjame ayudarte.

Analizando todo lo que dijo. Lilith no ve ningún inconveniente para que la acompañe.

— está bien. Conde. Acepto su ayuda.

“aunque el motivo de eso era irme de su lado. Supongo que no se podrá, no hasta que no hayas conocido a la protagonista, y si todo va como en la novela, ese suceso va a pasar pronto. Quizás... Luego de conocerla, ya no te intereses en mi y no querrás acompañarme..."

Y mientras que Lilith estaba pensativa. No nota cuando dos dedos le sube la barbilla.

— ¿En qué piensas, Lilith?...— miró el conde seriamente—... No te veo feliz de que vayas contigo— poco a poco se acercaba a ella, el aroma a vino en sus labios era demasiado atrayente, y más para ella.

“... ¡¿Me va a besar?!... ¡Sí, lo va hacer!... ¡Esta bajó el efecto del vino!..."

Rápidamente, la condesa se volteó al lado de la puerta. Luego mira una mano afincarse en ella.

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Estaba un poco nerviosa sí. Pero sabía controlarse y le responde.

— n-no. Para nada... Al contrario, me da gusto que el conde me acompañe, así no me sentiría sola...— esperando a que la suelte con esa respuesta, lo que hizo fue echarle más leña al fuego.

— ya veo... Litlih, al principio de este matrimonio. En la primera noche de casados viniste a mi recámara. Pidiendo que haga mi deber de esposo. No pude y tampoco quería ya que la actitud de ese tiempo no la soportaba. Desde ahí empezaste a ser más cruel conmigo... Pero...— le toma el cabello y se afinca más a su cuello—... Veo que estás cambiando. Te diste cuenta de que ser mala no te llevaría a nada. Me gusta que... Poco a poco muestra algo de inocencia y de valor.

Ella disimuladamente se toma el pecho con las dos manos. Había pasado tanto tiempo de que la coquetearan así, o mejor dicho, nunca la había tratado asi, ni siquiera su ex-esposo. Por ello, está actitud le está atrayendo más de lo debido a sabiendas de que está un poco tomado.

— Lilith...

— ¿S-si?

— ¿Puedo...— y con lentitud, tomo el rostro de ella y lo volteaba hacia el de él.

Con mucha intensión de besarla, éste se acercaba. Lilith se dejaba, pues aunque diga lo contrario, quería hacerlo tanto como él. Ya era muy tarde para retroceder, sin darse cuenta, ella había cerrado los ojos y esperaba es pequeño impacto.

En ese momento, en ese preciso momento, la puerta es tocada fuertemente causando que Lilith se alejara por el ruido.

La que pedía permiso era Florence. Tenía un recado urgente que entregar. Así que entra luego del permiso de Adam.

— señor, aquí le ha...— mira a Lilith, y antes de soltar sus palabras, mejor se quedó callada y siguió con el recado— le ha llegado algo del palacio...— le muestra un sobre muy peculiar.

— si es todo, puedes irte.

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Florence se asustó un poco. Vio aquel gesto amargo con en el que le respondió. Dándole una reverencia rápida, se va.

Lilith miró aquel sobre y sabía muy bien que era. Es cuando Adam le toma la mano llevándoselo a sus labios sacando de sus pensamientos a la condesa.

— perdoname. Te hice pasar un momento tenso. No debí beber tanto vino. Iré a dormir ahora.

— no se preocupe... Puedo entenderlo...— el momento se había cortado en seco y ya no era fácil volver a crear ese tipo de tensión sutilmente. Además, Adam mostraba signo de agotamiento.

— mañana seguiremos hablando con respecto al viñedo que quieres construir. Buenas noches... Lilith.

Al fin, alejo sus labios de las manos de la condesa. Ella también le desea las buenas noches y se va, ya que aunque hace unos momentos habían una gran tensión.

Afuera, en el pasillo. Sé tocaba el pecho en el lado donde más fuerte le latía el corazón.

“ me iba a besar... Casi pierdo la cordura de haber dado ese paso primero. Si Florence no hubiera tocado la puerta, yo me hubiera dejado besar y poder tocar-... No. Él es el protagonista, y yo, aunque no siga el papel, sigo siendo la villana. Es imposible que los dos tengamos un final juntos"

Lo que Lilith no quiero es tomar más interés con Adam. Ya que si en el momento en el que se va con la protagonista, sería menos doloroso para ella. Aunque el conde se esté interesando en su persona, teme a que todo pueda cambiar en el momento en el que conozca a Scarlet de la Rosa. No obstante, aunque ella no quiera darse cuenta, tiene el mismo interés sobre el conde. Solo bastará un poco de tiempo para ambos puedan tener una mejor relación que la de ahora.

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Ya más tarde, a altas horas de la noche. Adam no podía conciliar el sueño. No dejaba de pensar en Lilith y si su ama de llaves no los hubiera interrumpido, él estaría aquí con ella, en su cama.

— la espera... Hará más dulce ese momento. Lilith.

En un principio, para Adam imaginar ese momento no era para nada agradable, pues odiaba como Lilith de expresaba. Pero ahora es un tema diferente, ahora muestra un aura diferente, no se le siente lo pesada ni mucho menos lo malvada, además, al conde le gusta la amabilidad que ella le ofrece, por ello, su interés va en aumento.

Ni siquiera le había prestado atención al sobre que vino del palacio. Pues por su peculiar material; un sobre plateado con el sello color zafiro es indicación a que está invitado a un baile importante. Sin embargo, él tenía mucho que pensar con respecto a su esposa.