capitulo 8: Mi matrimonio

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— condesa. Cuéntenos... ¿Como va su matrimonio?

Una de las invitadas lanza la pregunta. Tomando de imprevisto a Lilith. Es cuando escucha una risita de parte de la princesa.

— oh. Escuchado que no se llega bien con el conde. Muchos rumorean que ese matrimonio es el más triste... ¡Disculpa!... No fue mi intención hablar así.

“un momento. Sabía que la protagonista era un poco ingenua, inocente y bondadosa. ¿Por que no siento nada de eso?... Además, conozco ese tono. Es igual a cuando alguien te quiere hacer quedar mal con tal de llamar la atención"

Con una sonrisa, Lilith le responde. Aunque la princesa era la protagonista y la destinada de Adam, no piensa quedarse callada con un comentario así.

— no se preocupe, princesa. Los rumores siempre serán rumores, los asuntos de mi matrimonio es solo mio y de él. Ahora, si tanto le interesa saber, él y yo estamos en mejores condiciones que antes. Después de todo es el comienzo de nuestro matrimonio.

Con esa risa infantil, le responde.

— no lo creo. Todas aquí sabemos eso. Que su matrimonio no es el más feliz. ¿Verdad?

Las damas apartaban la mirada. No era un secreto que el matrimonio de Lilith no muy amoroso. Pero la princesa no tenía problema en comentarlo con tanta libertad. Antes que nada, lady Benítez responde para calmar el ambiente.

— princesa, por favor. Esta incomodado a la condesa. Es mejor que hablemos de otro tema...— las doncellas de aquí no pensaban lo mismo. No le gustaban recalcarle eso a Lilith— disculparnos, condesa, no es era nuestra intención.

— no es su culpa, lady Benítez. Solo un ingenuo cree en los rumores. Yo sé con quién estoy casada, por eso no me molesto en los comentarios de la princesa.

Scarlet solo sonreía. Realmente era perturbador.

“no dejaba de ver a la princesa. Me da mala espina esto. Pensé que sería como cualquier protagonista, sin embargo, su actitud me deja en cualquier duda de que es bondadosa. Solo utiliza su ingenuidad como disfraz..."

Lilith ya no se sentía confiada de la princesa. Algo le daba un mal presentimiento. Scarlet no dejaba esa pequeña risa y seguía el tema como si nada.

En ese momento, llega el mayordomo de lady Benítez. Ella con un poco de asombro le comenta.

— ¿Que?... ¿Quiere entrar a buscarla?... Bien, hazlo pasar.

Una de la doncella le pregunta por curiosidad.

— ¿Quién es, quién es?

— bueno...— mira a Lilith.

En ese momento. Un albino entra captando toda la atención de la reunión. Lilith es la que aún más se queda sorprendida.

Adam mostraba una dulce sonrisa al verla a ella, a la condesa. Da una reverencia y se acerca a su esposa.

— cond-...— en ese momento. Adam tomó en serio lo que había dicho ella en el desayuno. Pues la besó sin permiso y frente de todas.

Los labios de aquel conde se aseguraba de besar muy bien lo de ella, tomándola de la cabeza para profundizar el beso y que esté sea un poco largo.

Lilith estaba más que sorprendida. Pero no lo rechazaba. Al contrario, sus manos subía por sus hombros. Hasta que él se detiene.

— ¿Que haces aquí?— preguntó en un modo curioso y aún anonadada.

— vine por mi esposa. Que además, le compré un detalle para mañana...— luego le toma la mano a Lilith y ella se levanta, Adam anuncia felizmente— señoras, me llevaré a mi esposa, tenemos cosas que hacer como cualquier pareja. Buenas tardes.

— m-muchas gracias, lady Benítez, a pesar de todo disfruté de su compañía...— Lilith hacia todo lo posible para mantenerse seria, pues con un solo beso, descontroló todo su ser.

Y así, Adam no dudó en llevársela. Las damas presente estaban más que sorprendidas. Cualquier rumor de que su matrimonio era triste y aburrido, fue aplacado por esta demostración. Es cuando ven el rostro no tan sonriente de la princesa como estaba hace rato. O mejor dicho, no estaba para nada feliz.

_____________

Adentro en el carruaje. Lilith aún sentía la dulzura de los labios de Adam. Sus mejillas aún seguían rojas y con el corazón muy latiente.

“¡Al final me besó!... ¡Fue nuestro primer beso y delante de todas!... Cálmate, yo fuí quién dijo que podía hacerlo. Aún asi. No sabía que lo haría de esa forma"

— espero... No haber interrumpido nada interesante...— comentó él, seriamente.

— ¿Eh?... No, para nada. Realmente no había mucho que comentar.

“espera... La protagonista estaba ahí. Y si Adam y ella se vieron eso significa..."

— conde. ¿Acaso, no noto a alguien más en la reunión?

Alzando la ceja por la pregunta. Adam le responde.

— no, la única que me importa la tengo al frente de mí— aclaró con una sonrisa.

“ no lo entiendo. O creo que sí. Mi primera teoría podría ser que como Adam se ha interesado en mí, ya no era necesario fijarse en la princesa, tal vez, el rumbo de lo escrito en la historia este cambiando... Pero, aún me inquieta lo del baile. ¿Que puedo hacer?... Me preocupas que esa princesa no sea como la narraron en la historia. Adam es un hombre muy atento, dulce y sobretodo guapo... ¿Yo sería capaz de dejarlo ir?... Ahora que me estoy dando cuenta de muchos factores, no sé si podría..."

Lilith ya no sentía que su propósito de alejarse de él sea lo primordial. Era algo difícil apartarse del conde. Y más al saber que la princesa no era una persona de quien confiar.

— Lilith... Te veo pensativa... ¿Que tienes?— preguntó de manera preocupante.

— no... No es nada...— había respondido con una amable sonrisa. Lo cual, causa que Adam se vaya a su lado.

— ¿Estás molesta por haberte besado?

— ¡No, por supuesto que no estaría molesta contigo!... Al contrario— desviando la mirada, está confiesa— me gustó más de lo que pensé... Si, me tomó de sorpresa, pero no me disgusto para nada.

— ya veo, me alivia saberlo...— Adam obligan a voltear su rostro y nuevamente le roba los labios a Lilith para saborearlo con gusto.

Fue extenso como apasionante. Adam al final de ese beso muerde el labio inferior de ella suavemente, causando un sensación diferente a Lilith.

La condesa se había quedado embelesada por aquel gesto tan increíble que no deseaba separarse de él. No obstante, el conde le comenta algo más.

— tú regalo. Lo tengo guardado en la maleta del carruaje. Quiero dártelo mañana. ¿Serás paciente, Lilith?

— seré paciente. Confío en el que tiene un buen gusto para regalarme algo. Yo... No sabría cómo agradecerte.

Éste le toma suavemente en el rostro y le confiesa antes de hacer su movimiento.

— no hace falta agradecerlo con palabras. Solo... Te pido que no te vayas de mi lado. Me gustas mucho, condesa.

Susurró apenas en los labios de ella y prosiguió con lo que más quería. Poco a poco la abraza y tocaba aprovechando el espacio entre los dos y el movimiento del carruaje. El camino hacia su residencia era corta, pero sabrán cómo aprovechar el momento.

La Obsesión Del Conde ✓#PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora