Adam no era tímido ni mucho menos inocente. Con gran destreza, quito la parte superior del vestuario de Lilith. Entre sus piernas ella se encontraba, él mordía el cuello, más abajo de ahí y sobretodo saboreaba sus senos.
La condesa lo único que hacía era disfrutar de aquel jugueteo de lengua que Adam le ofrecía tan complacido. Ambos no apartaban la mirada y mientras que una mano sube por la pierna de Lilith hasta llega a esa zona, causando que saque un gemido, ella se movía al ritmo complaciente.
— dime Lilith...— pregunta en modo atrevido—... ¿Como te siente cuando te toco?
Ella no le responde, en cambio, lo besa con la misma intensidad.
— tan bien como besarte.— al final, respondió eso.
— oh... Realmente me gusta esta nueva Lilith. Me gusta demasiado que no quiero dejarte ir.
En ese momento, cuando ambos iban a seguir besándose, el carruaje se detiene. Adam mueve un poco la cortina y ve que habían llegado a su residencia.
— que pena. Pero, no te preocupes...— se acerca a su oído y le susurra— muy pronto te haré mía.
Tal vez había podido controlar un poco su nerviosismo hasta el punto de querer entregarse, pero habían momentos en el que Adam sabía cómo acelerar más su corazón.
Había pasado varios minutos. Y Florence esperaba impaciente a su señor.
— no lo entiendo. Llegó el carruaje hace rato ¿Por qué no...?— en ese instante, el conde entra a la casa tomado de la mano de su esposa. De inmediato, la ama de llaves colocó un rostro de disgusto. Aún así, le dedica la bienvenida para ambos.
“ no lo entiendo. Dijo que iba a salir a la capital por una compra. Y regresó con ella."
— Florence. ¿Han llegado los documentos del palacio?
— sí. Ya están en su oficina para ser leídos y firmados.
— perfecto.— dirigiéndose a Lilith, le da un beso corto— tenga que trabajar. Te veré en la cena...
Separándose de ella, Lilith suspira feliz. En ese momento, Florence solo le ofreció una reverencia a media y se va.
“ella. La mencionan en la historia con poca descripción, ha trabajado bajo el servicio de Adam desde siempre. Aún sigue a la defensiva conmigo. Tendré que hablar con él de esto. Siento que haría cualquier cosa por alejarme de él debido a lo sobre protectora que es..."
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Más tarde, en la habitación de la condesa. Ella hacía su plan de organización para su próximo comercio. Como mujer comerciante, ella ya está acostumbrada a trabajar y planificar su siguiente producto. Aún así, teniendo la mente ocupada, había muchas cosas que no dejaba de pensar. Una de ella era la idea de haber dejado a Adam el camino libre para que así estuviera con la protagonista. Pero la ha descartado por dos grandes razones. Una, la princesa es una hipócrita que usa su linda apariencia para aprovecharse de su entorno y segundo, el conde es un hombre cuya peculiaridades son extraordinaria, siendo su gracia, elegancia y una forma de querer que son única.
— supongo... Que dejarlo ir ya no será posible. Sí, esa es mi decisión. Ya no pienso huir de él, ahora deseo conocerlo más. Quizás... Alejarnos de la capital, de Florence y de incluso de la protagonista... Podríamos hacer una vida tranquila... Juntos.
Lilith ya había tomado su decisión mucho antes, en el momento de que Adam la besaba con gran entusiasmo en el carruaje.
Rato después. Florence toca la puerta. Le llega para avisarle que el conde no podrá cenar. Pues el trabajo se le acumuló de imprevisto.
— ¿Él está en su oficina?
— sí, señora.
— bien. Iré a ayudarlo.
— pero...— a punto de detenerla, Florence permaneció callada y bajo la mirada negando lo que iba a decir.
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Adam estaba en su oficina, tratando de ordenar nuevos documentos enviados del palacio. Sé encontraba molesto, pues solo le dijeron que sería poco que revisar y firmar, pero ahora le han enviado el doble.
— a este paso no podré terminar a tiempo para mañana.
Al ser un conde recibe múltiples deberes que le corresponde a su jerarquía. Y como ha demostrado gran capacidad, siempre se le confía los trabajos mas detallados.
— conde...— habló Lilith, detrás de él.
— Lilith...
— toque la puerta pero no me respondiste.
— yo, lo siento. Los documentos aumentaron más de lo debido, son órdenes del palacio. No lo entiendo, pero supongo que tendré que madrugar.
En ese momento, Lilith pensó en lo siguiente.
“tuvo que ser la princesa. Como fue prácticamente callada cuando Adam me besó y demostró que éramos una pareja unidas. Gracias a su influencia, le envío más trabajos a él..."
Resoplando con molestias. Adam le confiesa a ella.
— soy yo que debería estar molestó. No mi esposa.
— quién sea que haya sido me molesta que te haya enviado más quehacer. Aún así. Déjame aligerarte el trabajo.
Sin más que pensar, Lilith se sentó a su lado e intento tomar algunas hojas. Adam estaba un poco sorprendido. Pero, saca una pequeña risa ya que jamás había sido ayudado en esto, sin embargo, le dará la oportunidad a su esposa.
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La luna en su punto más alto, indicaba que ya era más de la medianoche. En el pasillo, el conde caminaba cargando a Lilith completamente dormida. Lo había ayudado en lo que pudo hasta que su propia mente la traicionó y se quedó dormida a su lado.
— a pesar de que estabas trabajando en tu próximo negocio... Aún asi decidiste ayudarme sin saber que era ni como hacerlo, pero al final lo hiciste y me ayudaste mas que nada. Debes estar agotada, tanto, que no puedes escucharme...— le habló en el camino hasta llegar a su recámara y dejala en la cama—... Buenas noches, mi Lilith... Mañana será nuestra gran velada— y mientras que la arropada, un beso suave y dulce en los labios le dejo ante de irse.
Adam se refería a que su añorada velada será en el baile de mañana. Donde harán debut como pareja casada. Y quizás, si todo sale bien, una noche llena de placer le ofrecerá a su querida esposa.
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La Obsesión Del Conde ✓#PGP2024
RomanceCasandra, una mujer desafortunada que tuvo un pésimo día, su suerte se completa al caerle una maceta pesada en la cabeza, dándole un destino final a esa vida. Aún así, los azares del destino le preparan otro reto al reencarnar en la villana de una h...