Al día siguiente.
Con respecto a lo que casi pasó anoche. Lilith no durmió por las razones que conocemos. Cada vez que cerraba los ojos pensaba en él. Al punto de que si lo hacía por mucho tiempo podía percibir que estaba ahí, pero no, solo era su imaginación activa.
Yvonne entra como de costumbre a despertar a su señora.
— buenos días, mi señora. Ya el conde la está esperando para tomar el desayuno.
— en seguida bajo. No me di cuenta de lo tarde que era.
Yvonne agita la cesta con la que trae todo para el higiene de la condesa.
— no se angustie. La alistare rápidamente.
Por una parte, Yvonne ya había aceptado ese cambio que ella procedió a hacer. Ya no le tiene miedo y la respeta de la misma forma como Lilith lo hace.
A diferencia de Florence. Quién aún no lo acepta y piensa que es un vil engaño para que el conde se interese en ella. Anoche, la interrupción no fue a propósito. Pero se dio cuenta de todo al ver el ambiente y todo a su alrededor no le pareció bien. Simplemente, no le importaba que ella cambiara, lo único que quiere es que se vaya.
Ahora, en el desayuno. Le servía el té a Adam. Él esperaba a que Lilith bajara para empezar a desayunar. Lo cual le inquieta a Florence.
— mi señor. Se le enfriaran la comida.
— Florence... Muy pronto, Lilith y yo nos iremos de la capital por unos negocios, nos quedaremos por un tiempo largo fuera de aquí.
— entiendo. Usted no quiere ir con ella... Es comprensible. La señora no importa si intenta cambiar, siempre será esa vil mujer.
— te equivocas. La que no va eres tú.
— ¿Que?— Florence mostraba un rostro pálido por lo mencionado—... ¿P-Por que?
— sé que no te la llevas bien con ella aunque esté cambiando para bien. Por eso, lo más sano para nosotros es que te quedes. Además, tienes que cuidar la residencia en mi ausencia... Lo comprendes ¿Verdad?
A regañadientes, Florence aceptó eso. No podía oponerse. Si o si, tiene que obedecer a lo que Adam propongan.
— ah. Y una cosa más importante. Ella es la señora de la casa. No deberías hablar de mi esposa con esas palabras ni mucho menos con ese tono. Con el mismo respeto que me tienes a mi lo tendras con ella.
— s-si... Señor. Le pido disculpas. No volverá a pasar.
— me aseguraré de eso.
Segundos después. Llega Lilith con una pequeña sonrisa.
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— conde... Le pido disculpas. Me levanté tarde. Bajé lo más rápido que pude.
— lo importante es que estás aquí. La veo más arreglada hoy. ¿Piensa irse?
— la casa Benítez me ha invitado a tomar el té. Decidí ir para no rechazar su invitación. Espero que no le moleste al conde.
— para nada. Al contrario, es bueno que salga de vez en cuando... Hablando sobre la proporción de anoche. ¿Que le parece si vamos dentro de tres día a la provincia Sargos?... Ahí hay una propiedad que tiene las características que necesitas para tu viñedo.
— agradezco por haberme ahorrado la parte más difícil, conde. Encontrar un lugar al cuál trabajar aveces es un problema. Si, me parece una buena idea.
— es como tú dices... Si nos ayudamos mutuamente, creo poder estar más tiempo contigo allá en los viñedos. Al fin y al cabo pensaba mudar mi trabajo a otra parte. Además... Mañana tenemos que asistir a un baile...— le muestra el sobre plateado abierto—... Debemos asistir, es obligatorio. Luego de eso nos iremos Sargos.
Mirando aquel objeto. No hay duda de que el encuentro entre él y Scarlet pronto se avecina. Sin poderse negar. Ésta acepta. No obstante, el conde dice algunas palabras un poco avergonzado.
— yo, le pido disculpas. Anoche, no se que me ocurrió. Casi la besó sin haberle pedido permiso. Supongo que beber no fue mi mejor acompañante.
Lilith miró con algo de impresión. Aunque sabía que él estaba guiado un poco del alcohol, se disculpaba de la acción que casi cometía. Pero Lilith aclara un punto que es resaltante, tal vez su relación es más formal, pero...
— conde... No tiene porqué disculparse. Usted cómo tal es mi esposo. Aunque esté matrimonio es arreglado, tiene el derecho de hacerlo sin importar mi permiso... No se sienta mal, que no fue su culpa.
“lo dije porque es la verdad. Y porque se que él no se atrevería a besarme, ya no está bajo el efecto del vino, asi que..."
Sin embargo, ese comentario hizo que el conde se pusiera de buen humor, sacando una risa hermosa.
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— Tiene toda la razón, ambos tenemos el derecho de hacerlo. Si la condesa desea, también me puede besar sin mi permiso. Si me disculpa. Iré a mi habitación...— tomando la mano de Lilith, le da un beso de despedida—... Disfrute su desayuno.
Adam se va, y detrás de él le sigue Florence.
“ pensé que el protagonista sería un hombre serio y tímido. Pero Adam me ha dejado asombrada, tiene muchas facetas interesante que hace querer saber más de él."
Aún así, mira el sobre del color plata. Cabizbaja.
— mañana es el baile...— moviendo su cabeza a los lado rápidamente, ésta no quiere desanimarse—... Ya fue suficiente, no pensaré más en eso.
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Ya más tarde. Lilith se había ido a la reunión de té a la que fue invitada. Adam luego del desayuno no salió más de su habitación. Así que ella no pudo despedirse de él ni avisarle cuando llegaría.
— lady Benítez. Gracias por enviarme su invitación.
— oh, condesa de Void. Es un placer que vuelva a reunirse con nosotras.
En la historia, la única amistad que tenían era ellas. Lilith se convertía en una dulce señora delante de sus amigas para poderle sacar los secretos que ella comentaba y que debían quedarse entre ellas. Por suerte, esa Lilith no había comentado nada de lo que se hablaba de esas reuniones. Asi que se mantendrá como siempre, atenta a comentar siempre lo interesante.
Era un grupo de cuatro, incluyéndola. Está vez, había una invitada de más. Lilith sabía quién era pues en la historia comentaba el porqué apareció ahí.
— condesa de Void. Es un placer para mí presentarle a la princesa de Vasilia. Scarlet de la Rosa.
Con una radiante sonrisa. La presencia de la princesa iluminaba su andar. Sus cabellos eran rosado claro, ojos azules y un rostro angelical.
“si, la protagonista jamás pasará desapercibida"
Pensó Lilith sin ánimos. Sin embargo, la princesa le toma las manos y con gran alegría me comenta.
— he oído que usted siempre se lleva el protagonismo en las fiestas de té de madame Benítez. Por eso, he querido conocerla.
— princesa, es un gusto. Pero le agradecería si me devovieras las manos.
— ¡oh, lo siento! Es la emoción.
— bien... Comencemos— aclaró lady Benítez.
“ según en la historia. La princesa hace su primera aparición en este punto. Comentó que quería conocerme, pero en realidad solo hablará cosas de una niña pequeña. Vine para no ser descortés con lady Benítez... Solo espero acabar con esto rápido..."
Y mientras que la princesa comenzó la reunión con un tema infantil. Lilith miró a un lado y pensó por un momento en él. Susurrando su nombre, se hace una pregunta.
— Adam... ¿Que estarás haciendo?
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La Obsesión Del Conde ✓#PGP2024
RomansaCasandra, una mujer desafortunada que tuvo un pésimo día, su suerte se completa al caerle una maceta pesada en la cabeza, dándole un destino final a esa vida. Aún así, los azares del destino le preparan otro reto al reencarnar en la villana de una h...