𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟑

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Hoy era el día

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Hoy era el día... volvería a verle y no creo estar preparada para eso. Hoy venían mis antiguos compañeros de Durmstrang y las chicas de Beauxbatons.

—¿Nerviosa? —me dijo Blaise ya que me miré muchas veces en el espejo.

—¿Se nota tanto?.

—No pensé que algo así fuese a ponerte así de nerviosa. —dijo Matheo. Blaise iba a venir a ayudarme con una tarea y al parecer Matheo se le acopló.

—¿Cuánto queda para que lleguen?.—pregunté ignorando a Matheo.

—Yo diría que van a llegar en nada. —Me puse nerviosa al oír esas palabras de Blaise.

—¿Por quién te pones tan nerviosa?. —preguntó Matheo mientras salíamos de mi habitación.

—Yo creo saber porqué. —Tom me asustó. —Si que te afecta verle, ¿no es así?

—No se de quien me hablas Tom.

—Lo sabes igual que yo. —se giró a Blaise. —Una pregunta, Zabini. ¿Esa sensación de arder, de que tu cuerpo se quema porque sientes a alguien cerca de ti, que puede ser?. —me miró de reojo. Como sabia el eso...

—¿Te estas enamorado Tom? —Blaise dijo eso y mis ojos se abrieron de par en par.

—¿Eso es el sentimiento de enamorarse?

—Claro, como nunca lo habéis sentido no lo sabéis. —Tom me miró ante las palabras de Blaise.

Noté una mirada y me giré, era Matheo mirándonos de no muy buena manera.

—Iros yendo, voy a hablar con Tom.

Blaise tuvo que tirar de Matheo para que se fuesen pero se fueron.

—¿Cómo sabes todo eso?

—No sabia que era por estar enamorado pero se que sentiste eso al igual que veo que mi hermanito te mira mucho y te vigila. —me señaló con los ojos a la puerta de la sala común y estaba allí haciendo que no nos miraba.

—Yo también me acabo de enterar de que eso es por estar enamorado. Sinceramente no creo que sea por eso, yo lo siento como un gran amigo.

—Con el cual tuviste algo. —Tom se acercó a mí. —Se mas de lo que crees y no deberías confiar en él Grindelwald, hazme caso.

—No necesito tus consejos Riddle. —le miré desafiante a los ojos los cuales se oscurecieron.

—¿Cómo vas con Potter?.—cambio total de conversación.

—Lo tengo en la palma de mi mano querido. —le pasé un dedo por la mandíbula mientras avancé hasta donde estaban Matheo y Blaise.

—Vamos ya a ver a esa gente por favor. Cuanto antes empiece antes acaba. —dijo Tom detrás de mí.

—¿Desde cuando te interesa ir a esas cosas?.—preguntó Matheo borde

—¿Y a ti que mosquita te ha picado? —pude notar hasta yo la ironía de esa frase pero me hice la loca.

Cuando llegamos justo estaban aterrizando las chicas de Beauxbatons.

—Justo a tiempo para lo mejor. —Blaise se apoyó en un arco al lado de Draco y Theodore.

—Ni que lo digas. —Theodore miraba a las chicas de Beauxbatons como si no hubiese visto a una antes.

—No son para tanto.—Tom rodó los ojos.

—Que extraño.—dije yo.

—¿Por qué debería serlo?

—Mira como dejan a todos. —señalé a los chicos.

—Ellos no saben de gustos. —me giré a el cuando le oí decir eso.

—¿Y tú don no me gusta nadie, sí?.—me crucé de brazos.

—Claro, yo no me enamoro ni me fijo en chicas. El amor es para débiles como ellos.

—¿Ni una noche loca?

—Si, pero no voy mirando a todo lo que se mueva por ahí como ellos.

Cuando me estaba girando negando con la cabeza alguien me abrazó y me elevó por los aires.

Los chicos se quedaron mirando mal al que me alzaba y me abrazaba.

—Linda, ¿Qué tal estás?. —Me dijo Viktor Krum después de darme un beso en la mejilla.

—Te estaba esperando lindo. Y la verdad mejor de lo que pensé. —le sonreí.

—Te perdiste nuestra llegada, ¿Algo que contar? —alzó las cejas pícaramente.

—La verdad es que n...

—Buenas soy Matheo Riddle, un placer. —Matheo estiró la mano a Viktor.

—Viktor Krum, un placer. —se estrecharon las manos.

—Ya te conozco y no por el Quidditch. —su mirada se deslizó hacia su brazo izquierdo.

—¿Viktor?—le cogí el brazo y el lo tensó.

—No se de que habla. —me sonrió

—Yo creo que sí sabes. —Matheo me pasó una mano por la espalda. —Ten cuidado, gente como él suele traicionar a los demás. —me dijo al oído.

—Basta Matheo, ni siquiera le conoces.

—Grindelwald. —me llamó Tom y me giré a verle. —Recuerda lo que te dije antes. No pienso intervenir si algo sucede.

—Tampoco te he pedido ayuda. —le dije y me fui con Krum de allí

𝑽𝒆𝒏𝒅𝒆𝒕𝒕𝒂 𝑮𝒓𝒊𝒏𝒅𝒆𝒍𝒘𝒂𝒍𝒅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora