𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟖

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Tom me llevaba en brazos a la enfermería y yo la verdad lo estaba disfrutando porque no me dolía mucho mi brazo roto. He sufrido cosas peores.

La enfermera ayudó a Tom a dejarme en la camilla, el me miraba intentado descifrar que acababa de hacer.

—Tomate esto, está asqueroso pero te curará ese brazo roto. —la mujer me dió un vaso que contenía algo de un color no muy apetecible...

Me lo bebí y no me acordaba que el sabor era tan repugnante.

—Señor Riddle, ¿podría dejarnos a solas? —habló Dumbledore.

Tom asistió y se fue, la enfermera también lo hizo.

—Cuentame, ¿Que ha pasado? —se sentó en el borde de mi camilla

—Bueno fui a discutir un tema con el afuera y me atacó. Mi brazo no fue el único que sufrió.

Dumbledore se rió.

—Me recuerdas a tu padre cuando eramos jóvenes. No te preocupes el señor Krum tendrá su merecido.

—Gracias profesor Dumbeldore.

—Llamame Albus hija mía, soy tu padrino no necesitamos esa formalidad nosotros dos. —me giñó el ojo y se levantó para irse pero antes me dijo. —Cuando veas a tu padre mandale saludos de mi parte.

Dijo eso y se fue.

Mándale saludos a mi madre cuando yo te mate hijo de puta...

La enfermera me dijo que me quedase aquí hasta mañana y que ella ya vería que haría conmigo.

Del aburrimiento que tenía en un momento me dormí y no se cuando.

Soñé con mi madre, me estaba acariciando el pelo...pero cuando desperté vi que no era ella la que me acariciaba el pelo si no Theodore.

—Buenos dias cara mia. —se dió la vuelta y me puso una bandeja con comida. —Tu desayuno, Blaise me ayudó un poco con ello pero la mayoria lo elegí yo.

—Gracias Theo. —me llevé un cacho de platano a la boca. —¿Hace cuánto estas aquí?

—Llevo media hora solamente, antes estuvo Blaise aquí mientras que yo desayunaba y ahora el está desayunando. No tardará en venir.

—¿Que ha pasado con Krum?

—Solo le han prohibido jugar a Quidditch durante un mes pero si puede participar en el torneo. —la voz de Draco se hizo sonar por la enfermería.

—No me molesta que participe en el torneo, quizas con suerte se quiebre algo en el torneo. Quien sabe que podria pasar.

—¿Lo de hoy sigue en pie? —me preguntó Draco.

—Supuestamente hoy salgo de aquí así que sí.

—Eso te lo diré yo enseguida señorita. —la enfermera llegó, me quitó la escayola y revisó mi brazo. —Eres libre muchacha, tu brazo ha curado rapido y bien.

Me levanté y me fuí con Theo y Draco al gran comedor para ir a por Blaise que en cuanto me vio se levantó y se acercó a mí. Tom y Matheo me miraban desde la mesa.

—Me alegro de que estés bien pero es una injusticia lo de Krum. ¿Se lo habéis dicho verdad?

—Si lo sé Blaise, no te preocupes. ¿Sobre que hora tienes que ir a ver a tu padre Theo?

—En la cena no estaré pero no te preocupes que llego para ir a tu habitación. —me sonrió.

𝑽𝒆𝒏𝒅𝒆𝒕𝒕𝒂 𝑮𝒓𝒊𝒏𝒅𝒆𝒍𝒘𝒂𝒍𝒅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora