Sombras del Mafioso

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Los días siguientes transcurrieron con normalidad, o bueno, su nueva normalidad, en el día escuchaba las quejas de Junpyo cuando no sabía nada de Jandi, y en la tarde-noche, se dirigía a la biblioteca a relajarse como lo hacía a menudo, pero ahora no estaba solo, pasaba esas tardes con Bora, se la pasaban conversando y leyendo, en este poco tiempo habían desarrollado una amistad muy linda. Además, era bastante cómodo estar con ella, ni ella ni él transmitían tener otras intenciones.

Estaba todo bien entre Junpyo y Jandi, lo único es que hace poco se enteró de que la madre de él quiso sobornar a la familia de Jandi para que se separaran, pero no aceptaron, así que ahora mismo están más unidos que nunca, a pesar de las consecuencias.

Otra vez estaba en la biblioteca con Bora, ambos estaban leyendo, ella un libro nuevo y él seguía con el que la chica le había recomendado hace unas semanas. No estaban sentados juntos, pero con estar en la compañía del otro, era bastante cómodo.

Suspiro mientras avanzaba de hoja

— ¿Sucede algo? — escucho decir a Bora

— ¿Qué?

—Has estado suspirando los últimos 10 minutos— cerro el libro que estaba leyendo— pensé que era por el libro, pero tienes la mirada perdida

No era difícil notar lo estresado que estaba, bueno, desde que Junpyo y Jandi habían resuelto las cosas, se había relajado, pues su amigo estaba feliz, pero desde que la madre de Junpyo se volvió a entrometer, de nuevo había problemas. Hasta el momento, ninguno de los tres ha interferido, Jihoo más que nada, estaba pendiente de cómo estaba Jandi.

—Perdona, solo tengo muchas cosas en la cabeza, no te quería desconcentrar

—Tranquilo, yo tampoco estaba tan concentrada, supongo que fue un día difícil, ¿no? — dijo ella con una voz tan relajante que alivio un poco a Woobin

Él se dedicó a mirarla por un rato, estaba feliz de tener a alguien que estuviera fuera de su vida agitada o simplemente sus amigos.

Ella, al notar que no decía nada, volvió a hablar

— ¿Sabes? A pesar de que no hablemos lo que pasa en la vida del otro, me alegra que nos tengamos al otro para escapar, aunque sea un poco de la realidad.

—Pero a veces es tan complicada...— quería decir algo más, pero se arrepintió.

—Más en medio de la oscuridad, la luz persiste— él se sorprendió— espero que algún día encuentres esa luz, Woobin— finalizo con una sonrisa.

Los días pasaron, parecía que Jandi evitaba a Junpyo, una tarde después de clases la invito a ir a Japón para que pasaran el fin de semana juntos, ella le dijo que no porque era el cumpleaños de su amiga, Gaeul, él a medias le creyó.

Bora, como todos los días después de clases, se dirigía a la biblioteca, pero en el camino chocó con alguien, se iba a disculpar hasta que se dio cuenta de quién era la persona, Lee Minha. Se horrorizó al verlo, él solo sonrió al verla, pero ella sabía perfectamente que esa sonrisa no era lo que parecía.

Quiso seguir su camino, pero los recuerdos la hicieron marearse, casi pierde el equilibrio por eso. Decidió que sería mejor irse a su hogar, no se sentía segura en estos momentos sabiendo que Minha estaba en el mismo edificio que ella.

Paso la semana, y los F4 se encontraban desayunando juntos el fin de semana. Woobin, sin embargo, estuvo notablemente pensativo. Durante los días anteriores, había notado la ausencia de Bora en la biblioteca, a pesar de haberla visto en la escuela. Se preguntaba por qué ya no iba.

Decidió dejar de lado por un momento sus pensamientos y optó por distraerse, iniciando una conversación con los demás.

—Junpyo, estás muy tranquilo— dijo llamando la atención de sus amigos

— ¿Por qué? — respondió el confundido

—Porque ahora únicamente te quejas porque no puedes ver a Jandi— menciono Yijeong

Él solo soltó una risa

—Pienso cambiar mi estrategia

— ¿Cómo?

—No la buscaré, ella se preocupará por mí y querrá verte— dijo muy confiado de sí mismo

— ¿Quién de ustedes cree que esta estrategia funcionara? — pregunto Yijeong para molestar a Junpyo

Nadie levanto la mano

— ¿Quién cree que no funcionara?

Los tres amigos levantaron la mano, consiguiendo el objetivo de Yijeong

— ¡Qué diablos es eso! — dijo molesto

Ellos solo se rieron.

Woobin desvío la mirada hacia las manos de Yijeong, encontrando algo para molestarlo a él también.

— ¿Y esto? — dijo levantando su mano— Tú no usas estos

Yijeong solo se rio

—Esto... No es mi costumbre, pero así no me da frío— dijo sonriendo, hasta que pareció recordar algo— Junpyo, gracias a ti hice el ridículo con Gaeul.

— ¿Y ahora qué hice? — dijo extrañado

—Resulta que no era su cumpleaños, me sentí avergonzado después del pastel que le compré

Woobin pudo notar como la cara de Junpyo cambiaba y Jihoo se ponía serio. Algo malo estaría por pasar.