III

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SEIS AÑOS DESPUES...

Lena Luthor

El detective que Lena había contratado en Italia, llamo a Lena para darle los pormenores de la investigación, la CEO quería encontrar a la mujer de esa noche no había usado protección y ella podría haber quedado embarazada esa noche, un hijo fuera del matrimonio en la familia Luthor significaba el total desprestigio, su padre le daría el mando de la compañía a su hermano Lex Luthor.

En los seis años anteriores, Lena había cambiado tres veces de detective, pero ninguno había aportado la información correcta. En otras palabras habían buscado a mujeres parecidas, pero ninguna de ellas era la mujer de aquella noche de hace seis años. Era como si hubiera desaparecido de la tierra.

— Señorita, parece que aún no han encontrado a la mujer que usted busca desde hace seis años. Anteriormente nos engañaron haciendonos pensar que era solo una prostituta y la buscamos por todos los bares, el mercado negro e incluso la trata de blancas. Pero ahora, según los objetivos dejados por esta mujer, un pendiente, este pendiente es un objeto antiguo  del siglo pasado y puede ser una reliquia de su familia. Lo hemos encontrado aparentemente puede ser una reliquia de la madre de la mujer. Puede que está joven no sea una prostituta.

— ¿Esto es todo lo que tiene? ¡Ha pasado demasiado tiempo y no me da nada concreto! Creo que voy a prescindir de sus servicios — Lena colgó la llamada, justo en ese momento su prometida Helena, llegaba a visitarla.

— Querida, vine por ti para ir a comer, siempre te la pasas trabajando y no te acuerdas de comer. La bella mujer de ojos color azul y cabello negro, hizo acto de presencia en la oficina que Lena tenía en Grecia, lo que molesto demasiado a la mujer, no le gustaba que se presentaran sin avisar.

—¿ Que haces aquí Helena? Estoy muy ocupada, en estos momentos no puedo salir a perder tiempo, si tengo tiempo en la noche te llamo — Helena Bertinelli era la prometida de la CEO, era muy sensual y bella pero a veces le aburria horrores con sus banalidades, aunque de vez en cuando se daba tiempo para atenderla.

— Está bien, no te molestaré más, llamaré alguna amiga para que coma conmigo, estaré esperando tu llamada cariño.

— Espera, pronto voy a regresar a Italia, tengo asuntos importantes alla, además de ver a mi abuelo.

— Lena, sabes que Italia no me gusta, es un país demasiado aburrido, te esperaré aquí hasta que vuelvas, tu trabajas todo el día y yo aburrida como ostra, no gracias, te veo a la noche, chao.

La bella mujer le dio un beso corto a su novia y salio de igual manera como llegó, Lena se pasó los dedos por los labios para quitarse el lápiz labial que dejó su novia.

— No te estaba invitando, te estaba avisando — murmuró el CEO, estaba en esa relación solo por que su padre le había exigido comprometerse si quería seguir siendo la CEO de la compañía.

Esa noche en un lujoso restaurante de Grecia, Lena y Helena estaban cenando en silencio, la CEO no hablaba mucho, parecía que estaba ahí más por compromiso que por gusto, Helena había llegado primero, eso le sirvió para fraguar la trampa que le tenía preparada, ella había pedido la botella de vino blanco favorita de su novia, y le había puesto un poco de estimulante sexual.

En sus dos años de relación, la mujer no la había tocado, los padres de Helena la estaban presionando para que quedara embarazada — todos sabían en el círculo social de la elite que Lena Luthor era intersexual —al quedar embarazada obligaria a casarse lo más pronto posible a la billonaria CEO.

Después de casi terminarse la botella de vino, Lena comenzó a sentirse extraña, Helena líquido la cuenta deprisa y le ayudo a llegar al estacionamiento, la mujer sentía como su virilidad estaba comenzando a reaccionar, la mujer lo noto y aprovecho para besarla, esta vez Lena le correspondio, no era dueña de sus acciones, más cuando estaba a punto de meterla al auto, Samantha la mujer de confianza de la CEO, llegó para preguntar si no se le ofrecía nada.

— Lena, se te ofrece.... ¿Que es lo que tienes? ¿Por que estás en este estado? ¿Señorita Helena que tiene Lena?

—Está ebria Lena, Sam, la llevaré a mi casa, para cuidarla, no debes preocuparte.

La mano derecha no era imbecil, conocía a su amiga ebria y en estos momentos no era solo eso lo que tenia.

— Lo siento no puedo permitir que te la lleves en ese estado, la llevaré a un hospital.

— ¡Pero, que carajos yo soy su prometida, no necesito que tú me des permiso para algo, me la llevaré y punto, pronto sere su esposa tengo todo el derecho en ella!

— Cuando Lena este consciente puede ir a donde quiera, pero no en este estado, así que con tu permiso — Sam arranco prácticamente a la CEO de las manos de Helena, se la llevó con ella a su coche y arranco asía una clínica.

— ¡Maldita seas Sam, has arruinado mis planes! Helena se fue muy enfada da hacia su departamento, solo esperaba que su trampa no fuera descubierta por su prometida.

En el hospital le dijeron a Sam las causas de que su CEO este en ese estado  de letargo y a la vez con la libido sexual tan alta, le habían drogado la bebida, esa era la única explicación, Sam la había salvado de que se aprovecharán de su situación, por que estaba segura que lo que querían de ella era su enorme fortuna.

Kara había pasado su embarazo en un pequeño departamento, mientras no podía trabajar estudio un curso tecnico en línea, ahora era auxiliar contable y de las mejores, su padre jamás le había buscado lo que le causo mucha tristeza.

La joven madre había dado a luz a dos hermosos mellizos un varonsito de nombre Luis y una niña de nombre Alura como su madre fallecida, ellos eran sus dos tesoros, esa noche no la estaban pasando nada bien, Imra los había vuelto a encontrar, Kara se tenía que estar mudando cada tanto, por que cuando Imra y su madrastra la encontraban hacían que la despidieran de los trabajos o de los departamentos que alquilaba.

Los niños ya estaban durmiendo pero Luis se despertó por las voces de afuera.

— ¡Sal, zorra descarada, ¡Vergüenza de familia Zor El! Seguro que te vez con mi marido a mis espaldas, ya comprendelo, Mike es mío, mi esposo, yo te saque de su vida, tu y tus bastardos, merecen morir, no valen nada!

Amor a segunda vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora