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Con apenas lo indispensable, Kara se dirigió con maletas y los niños a la central de autobuses, el destino era la próxima ciudad, había conseguido un modesto apartamento semi amoblado y le habían aconsejado buscar empleo en una empresa de textiles.

Luis se veía molesto estaba sentado en una de las maletas, era evidente que no quería mudarse pero Kara sabía que Imra no los iba a dejar en paz, había sabido por su amiga Alex que Imra había quedado embarazada de Mike y se habían casado en una gran boda, ella sintió que el corazón se le estrujo, ¿Como había el podido acostarse con su propia hermana? Lo mejor era alejarse y ponerse a salvo.

— Luis, cariño, ¿Estás molesto con mama? Te juro que si pudiéramos quedarnos lo haría por ti, pero no podemos, ok , Imra y su madre no nos dejarán vivir en paz.

— Mamá, creo, que ya deberíamos hacerle frente a esas dos señoras, cuando sea grande, y trabaje para ser millonario las voy a poner en su lugar — dijo el niño crusandose de brazos, Alura que estaba sentada en la otra maleta hablo.

— Yo te voy a ayudar hermano, cuando seamos grandes defenderemos a mamá de esas dos brujas malvadas.

En la mansión de Zor El Imra se reunía con su madre a tomar el té.

— Hemos dado con esa zorra de Kara y sus hijos bastardos, nunca me cansaré de hacerle la vida miserable, sobre todo por que por su culpa mi marido nunca pudo amarme, Mike sigue idolatrandola, si se casó conmigo pero obligado, ni siquiera después de la boda o después del nacimiento de nuestra hija Cataleya, párese que me odia mamá, que soy lo peor que le ha sucedido — se quejaba Imra de Mike, después de quitárselo a Kara, las cosas no le resultaron como pensaba, el hombre la detestaba, eso tenía furiosa a Imra y se desquitaba todo lo que podía con su hermanastra.

— Deberias darle un hijo varón, verás que con eso se calman las aguas, no hay hombre que se resista a un heredero, decía Martha a su hija.

— ¿Y como? ¡Mike no me toca mamá!
en seis años he logrado meterme en su cama un par de veces y eso por qué había estado bebiendo en nombre de Kara, en su ebriedad creyo que era ella  y apenas así pude lograr que me respondiera, es tan humillante, todo lo que hise para poder tenerlo y casarme con el, creí que me daría una vida de reina pero todo lo que recibo es su frialdad e indiferencia.

El karma por su maldad estaba consumiendo a la malvada Imra, ahora estaba atada a un hombre que la despreciaba y la asqueada, Mike seguía con ella solo por su hija, el no quería que su hija sufriera el desprecio de su círculo por no tener unos padres divorciados, pero eso sí, de ves en cuando salía en busca de un poco de cariño, eso por qué a la causante de haber perdido al amor de su vida nunca más la hiba a tocar.

Mientras tanto en la estación de autobuses, Kara subió a Alura y la cómodo en el asiento y una maleta arriba en el maletero, pero al bajar se encontró con más de una docena de hombres de traje negro, corbata y lentes oscuros rodeando a Luis, la madre se llevó el susto de su vida.

— ¿Que... que es lo que quieren? ¿Por que, están rodeando a mi hijo? ¡Vayansen o llamaré a la policía, no se atrevan a hacerle daño!

— ¡Mamá! Estos hombres son como  en la película de hombres de negro, no te preocupes no tengo miedo — Dijo Luis tan valiente como siempre mientras que Kara ya lloraba de angustia, ella no hiba a permitir que lastimaran a su pequeño.

De entre los guardaespaldas salió una mujer vestida de traje que se veía igual de imponente que intimidante, unas costosas gafas oscuras cubrian sus ojos, ella se acerco ante la mirada afilada de la madre y el hijo.

— ¿Quien es usted? ¿Lo ha enviado Imra? ¡Dígale que nos iremos muy lejos, que ya nos deje en paz de una vez por todas! — Kara abrazo a su hijo en señal de defensa, primero la tendría que matar antes de tocarle un cabello a su principe.

— No vengo de parte de esa tal Imra, se escuchó la voz de la CEO mientras se quitaba los lentes dejando ver sus verdes ojos del mismo color de los de Luis y se paraba frente a ellos, fueron unos segundos que bastaron para que madre e hijo se recorrieran de arriba a bajo, el paresido entre ellos era demasiado evidente.

— No vengo de parte de esa tal Imra, se escuchó la voz de la CEO mientras se quitaba los lentes dejando ver sus verdes ojos del mismo color de los de Luis y se paraba frente a ellos, fueron unos segundos que bastaron para que madre e hijo se recor...

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—  Mamá, ¿Por que esa señora  se párese tanto a mi? — el niño estaba muy curioso acaso esa mujer... ¿Podía ser familiar?

— Yo no.... Lo sé, eres idéntico a ella pero... No la conozco... — más de pronto Kara  recordó  esa piel pálida de aquella noche, las cejas perfectas y la figura que dejó en su cama esa mañana, antes de salir de la mansión de su amiga, ¿En verdad era ella?

— Mujer, he venido aqui a preguntarte, ¿Si tu eres la mujer de aquella noche? ¿La mujer que estuvo conmigo en la mansión de los Danvers? — La CEO se veía tan intimidante que Kara no quiso decir la verdad.

— No se de qué habla, yo no la conozco ni esa mansion, además como dos mujeres puede hacer un bebe,  ya es tarde y debemos irnos, por favor déjenos pasar — Respondió la joven madre muy nerviosa, para que quería saber si era ella la que tubo sexo aquel dia ¿Quería llevarse a sus hijos, si es así no le diría nada?

— Lo preguntaré la última vez ¿Eres tú la mujer en mi cama ese día en la fiesta? ¿Tuviste a mi hijo? Habla mujer que no tengo todo el tiempo del mundo — el tono de voz de la mujer denotaba que no tenía mucha paciencia.

— ¡Ya le he dicho que no, nunca le he visto, usted me está confundiendo, ya déjenos ir! Si me sigue deteniendo vamos a perder el autobús — soy intersexual sabes que tengo como hacerte un hijo — lo dijo en susurro solo para que Kara escuchara.

Ya sin paciencia Lena dijo entre dientes.

— Te lo adverti, que conste que no me dejaste otra opción — murmuró la CEO cuando se acerco a la mujer que llevaba una blusa de cuello en V, la tomo desprevenida cuando la bajo solo un poco junto con el encaje de su sosten para comprobar si tenía el lunar en la parte de arriba de su seno izquierdo.

Kara grito un poco y trato de apartarla pero Lena Luthor no se dio no hiba a permitir que nadie más viera lo que quería encontrar, grande fue su sorpresa al encontrarlo ahi, ahí estaba ese lunar que no había dejado de pensar en todos estos años, ahora ya no tenía dudas, era ella la mujer de aquella noche y ese niño tan paresido a ella  era su hijo.

Amor a segunda vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora