PREPAGO

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Thea y Andrea siguieron con su velada, ellas conversaban tan fluidamente que sin notarlo se les dio la medianoche, Andrea le cambió el tema porque ya no quería seguir escuchando el maravilloso hermano que tenia.

Las burbujas de la champagne hizo lo suyo, las miradas intensas hiban de lado a lado, entonces fue que Andrea se atrevió hacer la propuesta ya que el restaurante estaba cerrando.

— Te gustaría venir a mi penthouse a beber una copa de champagne, te aseguro que es de muy buena cosecha y quizás nunca probarás nada igual

— Qué tentador pienso que tal vez estás exagerado y no es tan increíble como dices

— Nunca lo sabrás  si no lo pruebas, anda vamos, no te vas a arrepentir — Andrea en verdad quería llevarla a un lugar más íntimo, Thea quería ir, por supuesto que quería ir, Andrea le había gustado desde que la vio, ella le dijo que si

— Está bien pero donde no sea cierto que su sabor es único me las pagarás

Andrea sonrió, pagó la cuenta y salió con Thea, llevando una mano en su cintura, pronto estaban de camino al penthouse de Andrea, las dos reían sin parar de todo y de nada a la vez

Apenas llegaron al lujoso departamento, Andrea sirvio dos copas de la tan mencionada champán, Thea  la probó y hizo un gesto de satisfacción

— ¿Te gustó?

— Está deliciosa, has cumplido con lo que has prometido, eso me dice que tienes palabra

— Por supuesto que la tengo, ¿Y...  que más tengo?

— No, no lo sé

— Tengo un enorme deseo por ti — la CEO ya no pudo contenerse más y beso a la joven mafiosa, ella se dejó llevar y correspondió al beso, pronto estaban en una danza apasionada de labios que probaban su sabor

Thea  se estremecia con cada caricia que Andrea le daba, el estilo de amar de Andrea que su ex no conoció en esa noche de copas, lo conocería Thea

Andrea fue quitando cada prenda de ropa del exquisito cuerpo de la chica de bellos ojos verdes, ella parecía temblar en sus brazos y eso le gustaba a la experimentada Andrea, en un momento la mirada verde y azul se cruzaron, en ese punto el mundo dejo de existir para ellas, solo su gran deseo  vivía en esa habitación

Desnudas se recorrian con suaves caricias, Thea no sabía que esperar, era su primera vez, nunca antes había querido entregarse a nadie, había tenido novios pero no llego hasta ese punto, ella se guardo para alguien especial, su cuerpo y su instinto la llevaron hasta Andrea Rojas, se sacó el paquete completo una hermosa mujer intersexual muy cómoda con su condición, así que se dejó guiar por ella.

Andrea entró en ella lo más suave que pudo, se dio cuenta que no avanzaba tanto como queria, empujó un poco más profundo y fue alli donde lo supo, Thea era virgen, ella se quejó de dolor

— ¡Carajo, es tu primera vez ...!  ¿Por que no me lo dijiste? Podria a ver sido más cuidadosa, Thea para ese momento dejó caer dos lágrimas, el dolor mezclado con el placer, entregarse por primera vez a alguien, le acumuló emociones

— Duele...

— Lo se princesa, relajate, pronto va a pasar, después te daré todo el placer que seas capaz de soportar — Andrea se concretó en llenarla de apasionados besos, tocó sus pezones, los chupo y lamio, haciendo que Thea se retorciera bajo su cuerpo, Thea gemía y decía su nombre con la voz entrecortada

Andrea sintió como las paredes apretadas de la hermosa mujer le extrangulaban la polla, después de que la hizo llegar al orgasmo, Andrea se corrió en su interior, nunca había sentido antes un placer asi, Thea la había dejado totalmente satisfecha

Cuando la respiración agitada volvió a ser pausada, la pareja se quedo dormida, pero antes de que amaneciera, Thea se despertó y se apresuró a cambiarse para salir del penthouse, antes de salir echo un vistazo a la atractiva CEO que le había hecho mujer, Andrea se le estaba metiendo en el corazón y debía tener cuidado con eso por qué su padre la comprometería pronto con uno de los mafiosos Lord y con eso no habría mucho que hacer

Thea llegó a hurtadillas a la mansión de sus padres, si la sorprendian llegando a tan altas horas de la madrugada estaría en serios problemas, no respiro hasta que llegó a su habitación

A la mañana siguiente, Andrea despertaba desnuda en su cama, pero la chica ya no estaba alli, eso no le hizo mucha gracias, la había dejado como prepago, solo faltaba que le hubiese dejado unos billetes en el tocador, se puso de pie y se duchó para salir a la mansión Luthor

La familia Luthor ya se encontraba en el comedor, los niños estaban a solo unos días de salir a vacaciones, Kara se había levantado a despedirlos antes de que se fueran a la escuela

Lena ya estaba en la puerta de la residencia haciendo eso, cuando vio bajar a Kara frunció el ceño, le había dicho que no se levantara, ella tenía que guardar reposo, no dijo mucho delante de los niños que pasaron en fila a recibir el beso de despedida de Kara, pero una vez que se fueron, comenzó

— ¿Que crees que estás haciendo? ¿no fui clara cuando te dije que tenías prohibido levantarte de la cama si no era para ir al sanitario? ¿Quieres saber lo que te ganaste por desobediente?

— No, espera, me sentí mejor y bajé a despedir a mis hijos, ¿Qué tiene de malo eso?

— Que llevarme la contraria tiene sus consecuencias, como ya te sientes mejor, entonces vamos a la habitación— Lena cargo a Kara en brazos, ella solo llevaba una corta bata de seda puesta, kara pataleaba porque no se quería dejar llevar

— ¡Bajame, salvaje! ¡Estoy convaleciente! no podemos...

Un beso callo a Kara, Lena habia estado queriendo hacerle el amor desde anoche que durmieron en la misma cama, su aroma a flores y vainilla la enloquecía y la hacia desearla

Kara trato de poner resistencia pero en menos de nada ya Lena la tenía desnuda, los besos que le daba en el cuello y en los pezones, fueron suficientes para hacerla humedecer, Lena no perdió tiempo y se enterró en ella dejando escapar un jadeo

— Eres exquisita, me sabes también, quiero hacerte correr con mis besos y mi polla dentro de ti

Kara gimió al sentir como el placer se intensificaba al escuchar las palabras subidas de tono que Lena le decia, la CEO se estaba volviendo cada vez más audaz

Lena no dejaba de embestirla lo más profundo que podia y Kara de acercarla con sus piernas hasta que la hizo correrse en su dura polla, Kara grito el nombre de Lena fuera de si por el gran placer que está le daba, era tal que se sentía hechizada y no podía pensar en nada más que no fuera su posesiva forma de hacerle el amor










Amor a segunda vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora