XVI

1.5K 184 19
                                    

Kara a cada paso que daba sentia que su vida iba a estar apagada por  todo un año, la fría madre de sus hijos, dura, no le tenía ni una pizca de cariño, además había escuchado a las mucamas que tenía una novia pelinegra de ojos azules muy sensual y bella, su corazón lo tenía esa mujer que era su prometida no ella.

El lindo rostro de kara entristeció, sus grandes ojos azules como el color del mar estaban acuosos, parecía un maniquí sin vida pero con impresionante belleza, apenas llegó al altar, Lena le susurró al oído.

— Sonríe, parece que vas hacia tu muerte en lugar de a tu boda conmigo, los invitados dirán que te estoy obligando, recuerda que tengo una reputación que cuidar.

— ¿Y no es cierto? decidiste obligarme a casarme contigo sin importar mi opinión y mis sentimientos, me odias pero quieres que esté en la mansión Luthor donde  solo tu tienes poder.

Lena, se tensó por la pequeña rebeldía que manifestaba palabras la madre de sus hijos, ella no quería perderse más años de la vida de Luis y Alura, era por eso que no podía dejarla ir.

En las bancas de madera Scarlett comentaba a Nathan.

— Vaya, sí que es hermosa la mujer con la que Lena se va a casar, y además tienen dos hijos ¿ya lo vistes Nathan? son esos gemelitos de allá, son adorables, ver a mi amiga  como madre, es un poco extraño, élla siempre tan distante de todos, tan pulcra, y ahora verla cargando a su pequeña y hablandole con tanto cariño, es divina.

— Menos mal que ya va a estar casada y con hijos, así no la ves con otros ojos, cuando tengamos hijos yo voy a hacer un padre más cool que esa tal Lena Luthor — Nathan seguía de gruñón, Scarlett solamente rodó los ojos, Nathan sería celoso y posesivo hasta la muerte.

La misa comenzó como tal se compartieron arras, se pusieron los lazos, Luis y alura sonreían al ver que sus madres se estaban cazando, eso les llena el corazón de dicha y esperanza de saber  que podían tener todo lo que un niño quiere, una familia con sus padres juntos.

El viejo amo Luthor estaba en primera fila presenciando la boda de su hija, el CEO retirado estaba satisfecho y orgulloso  con la manera de actuar de Lena, antepuso primero que nada el bienestar de sus hijos, el que no fueran llamados bastardos, solo esperaba que ya casadas pudieran llegar a amarse, y que la tentación que sabía que existía, no fuera lo suficientemente fuerte para destruirlos.

La iglesia completa guardó silencio cuando  las novias leyeron sus votos, ambas sabían que esa parte seria  de las más complicadas.

— Yo Lena Luthor, prometo hacerte fiel, estar contigo en las buenas y en las malas, compartir la crianza de nuestros hijos para que crezcan como personas de bien y apoyarte siempre que lo  necesites — Lena fue concisa y precisa, ella abordó los puntos más importantes, no podía decir que la iba a amar para toda la vida, ¿ cierto?

— Yo, kara  Zor El, prometo serte fiel, ser una buena esposa, apoyarte en tus tribulaciones acompañarte en las buenas y malas, al igual que hacer como madres lo mejor para nuestros hijos.

Entre las bancas  se murmuraba,  ¿Madres? ¿cuando tuvo Lena hijos? ¡Yo no lo sabía!

Cuando los murmullos se aplacaron el padre hizo la crucial pregunta.

— Si hay alguien que tenga algún impedimento para que esta boda no se lleve a cabo, que hable ahora o qué calle para siempre

¡Yo! ¡Yo me opongo!

Los tacones de Luis button resonaban en el piso de la iglesia, una mujer de cabello negro y porte de rica entraba a la iglesia, su mirada iba cargada con furia y celos, se había enterado por una amiga que su prometida, Lena Luthor está por casarse ese día, ella voló de sus vacaciones en Italia, para impedir la boda.

Los invitados parecían fantasmas con los rostros pálidos, los padrinos y amigos de Lena se quedaron boquiabiertos, pensando que se le había juntado el ganado a Lena.

— Esto se puso bueno — Nathan tenía una sonrisa perversa y divertida en su rostro, su ex rival de amores había resultado una don Juan.

Scarlett lo mal miró, el hombre parecía estar disfrutando bastante del espectáculo.

— ¡Yo me opongo, ella es mi prometida, hemos sido novias durante mucho tiempo como para sin siquiera decirme que te casabas, y estés aquí con esta  roba novias! ¡Tú no te puedes casar con esta zorra, Lena, tú prometida soy Yo! Recapacita y ven conmigo ahora mismo — pidió la enfurecida mujer.

kara sintió que se llenaba de vergüenza, que te vayan a gritar en medio de tu boda que eres una zorra y peor, la verdadera prometida venga a reclamarle su novia, era Como para salir corriendo de ahí.

— Te dije muchas veces que esto era un error, la que debería estar aquí en mi lugar es ella, pero te empeñaste en retenerme, me iré y esta vez me llevaré a mis hijos, si intentas detenerme llamaré a la  policía — Kara se alejó unos pasos para tomar a sus hijos de las manos, pero Lena la detuvo la muñeca.

— Este es tu lugar, es lo que te corresponde ser la madre de mis hijos, fue mi error no haber tenido la oportunidad de avisarle que me casaria este día a  Helena, dame unos minutos y lo solucionaré — Lena se separó de Kara y se fue a tomar por el brazo a Helena para sacarla del lugar.

— ¿Qué demonios crees que haces? ¡vengo y te encuentro casándote con otra, quiero una explicación, Lena!  ¡ahora mismo!

¡Vamos! — Fue lo único que dijo Lena saliendo de la iglesia con su prometida

Una vez afuera los gritos de Helena  se escuchaban a tres cuadras de distancia.

— ¿Cómo te atreves a engañarme de esta manera? nuestra familia tiene negocios firmados juntos, nuestro compromiso tiene peso, Lena, ¿y tú...?
¡¿Por qué demonios te estás casando con otra mujer?! Ni siquiera fuiste para terminar nuestra relación primero, ¡¿Qué clase de cobarde eres?! — la mujer lloraba y gritaba al mismo tiempo.

— Te quise avisar pero no tomaste mis llamadas, siempre estabas  de paseo o en algún club, la última vez que hablamos apenas respondiste, dijiste que estabas de salida y no podías atenderme, esa fue la razón, nunca fue mi intención, ocultarte el hecho que me... casaría con la madre de mis hijos.

— ¿Que...? ¿ la madre de tus hijos? ¿cuáles hijos? ¿De qué demonios estás hablando? ¡Maldita sea que me has dejado en ridículo en todo nuestro círculo, ahora soy el hazme reír de todas mis amigas!

— Cálmate, me voy a casar, pero solo por un año, después podremos retomar nuestros planes — el padre Luthor no sabía el proyecto a gran magnitud  que Lena tenia con la compañía de la familia de Helena, en estos momentos estaba atada de pies y manos.

Amor a segunda vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora