IX

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Había pasado exactamente una semana de la que Kara estaba completamente sumergida en los preparativos de la boda, eran un sin fin de detalles, está era la primera vez que se casaba así que no podía imaginar lo difícil que podía llegar a ser preparar un evento de total magnitud.

En este tiempo los niños se dieron cuenta de que algo no marchaba bien, así que decidieron tomar cartas en el asunto, sus padres no estaban durmiendo juntos y eso tenía que cambiar.

La noche cayó y Luis fue por la empijamada Kara a su habitación, la tomo de la mano y dijo:

— Sígueme mami, ay algo que hacer — el niño no sonrió ni dudo nunca de lo que estaba haciendo, llegaron a la habitación de Lena.

— ¿Que haces, Luis? ¿Por que , me traes a la habitación de tu madre? — Kara escucho como su hijo llamaba a la puerta.

— Mamá, ¿ estás vestida? ¿Podemos pasar? La tierna vocecita hablo para preguntar

— Estoy vestida, pasen — la CEO estaba justamente saliendo de la ducha, ella  llevaba un pantalón y una camisa de botones a juego, era una costosa pijama italiana, tenía los botones abiertos dejando ver su trabajado abdomen y con un top negro.

Lena creyó que los que venían a buscarla eran Luis y Alura, pero en lugar de Alura venía Kara, evidentemente arrastrada por su hijo.

— Mamá, mami, ustedes me han estado viendo la cara de tonto ¿Creen que no se qué lo padres duermen en la misma cama y en la misma habitación todas las noches, mamá mi mami es tu futura esposa deberías procurar tenerla cerca de ti y cuidar de que otro hombre no te la robe.

Lena se quedó pensando ¿Que carajos? Dio una mirada de molestia a Kara pensando que ella pudo persuadir al niño a venir a traerla a su cama, eso le molestó bastante.

— Luis, tu madre y yo no estamos casadas aún, creo que no sería bien visto por tu abuelo que durmieramos juntos, lo ideal es que ocupemos la misma habitación después de la boda —la CEO estaba tratando de persuadir a su hijo de no dejarle a su madre dentro de la habitación, a ella no le gustaba que invadieran su espacio personal.

— Eso no es problema, ya le pregunté al abuelo y él dijo que ustedes ya no eran adolescentes para andar con esas formalidades, ¿Que puede pasar? ¿Que le hagas bebés a mami? Ya le hiciste dos, no seas tímida mamá, pueden compartir sus noches frías, mami, quédate aquí con mamá y ayúdale a superar sus miedos, ella te quiere me lo dijo en el despacho, es solo que es introvertida y un poco cobarde, pero estoy seguro que con tu ayuda se le va a pasar la timidez.

— ¡Jovencito, yo no soy una cobarde! ¿De donde sacas eso?
— Lena ya estaba irritada, su pequeño demonio la llamo cobarde sin problemas, había que ponerle límites.

— ¿No lo eres? Entonces me disculpo, nada más que...
No sólo decirlo mamá es demostrarlo, mami no te va a comer, tampoco te va a morder, no debes tener miedo, ok, bueno desde hoy vivirán como dos padres verdaderos, les sugiero que no traten de engañarme, yo vendre aquí a cerciorarme todos los días que están juntos, oh, otra cosa, no me molestaría tener otro par de hermanos más, eso es por que me gusta tener súbditos y ser el jefe, — dicho eso el niño puso su regordeta mano en el picaporte y salió de la habitación dejando a sus padres a solas.

Kara que no había estado con ninguna otra persona en todos estos años más que con la madre de sus hijos y en la oscuridad al verla tan descubierta se le enrojeció el rostro.

— ¿Que pasa ? ¿Que no has visto a ninguna persona semi desnuda? — La CEO río irónica, no estaba dispuesta a mostrarle a Kara que era bien recibida en su cuarto, además seguro que ella había tenido por lo menos una aventura, no creía que durante esos seis años nunca más había tenido sexo.

—¿Puedes abrocharte ? La CEO Luthor no conoce el pudor por lo que veo... ¿Entonces, ahora que hacemos? A Luis se le ha metido en la cabeza que durmamos juntas, lo conozco y va a estar muy pendiente de nosotros, puedo intentar salir por el balcón y brincar a otra habitación hasta llegar a mi cuarto.

—¿Y que te caigas y te partas la cabeza o un hueso y después mi hijo me culpe? No gracias, dormiremos juntas pero te advierto que no intentes nada, por que aunque lo intentes, no voy a responderte, no te voy a follar.

Kara ya se estaba cansando de la actitud arrogante de la madre de sus hijos

— ¿Quién demonios te dijo a ti que quiero que me folles, ni siquiera eres tan buena en la cama para repetir contigo, esperaba más en mi primera vez. Lo único bueno de esa noche son mis hijos, fuera de ahí no hay nada memorable, esto es una locura, me iré a mi habitación, Luis tendrá que entender que no seremos un matrimonio normal como él piensa.

— ¡Baja la voz que seguro por ahí anda el diablillo cerca! — hablo la CEO con los dientes apretados, no le gusto para nada que la madre de sus hijos le dijera que no servía en la cama, siendo que ella se acordaba de los gemidos y el explosivo orgasmo al  que le hiso llegar.

— No me gusta mentirle a mis hijos, esto se está saliendo de control, debemos parar si tan solo no me hubieras buscado en la estación de buses, esto no estaría pasando.

— ¿Me estas culpando a mi? ¿Y que tal tu que no me buscaste para decirme que quedaste embarazada de mis hijos? ¿Por que demonios te guardaste lo que yo tenía derecho a saber? No te entiendo ¿Si te metiste a mi cama por mi fortuna, por que no me lo dijiste antes?

¡¡Traz!! Kara le dio una bofetada a Lena, la mujer solo subió la mano y la froto en la zona donde sentía dolor.

— ¡Cállate! ¡ A mi no me importa tu dinero , mi familia me echo, mi novio se acostó con mi hermanastra, quede embarazada de esa única noche de sexo contigo, la vida se me hiso pedazos, si no te busque es por que nunca supe quien eras, nunca supe tu nombre, ni tu trabajo, después de drogarme mi hermana me arrojo a esa habitación que resultó ser la tuya! ¡Lo perdí todo por tu culpa y a la vez me diste las más grandes razones para no rendirme, mis hijos! Así que no vengas a decirme que fue por tu dinero que me acosté contigo.

Kara al no poder salir se dirigió al baño, donde se encerró por un buen rato, nunca espero encontrarse con la persona, de aquella noche, ahora estaba de manos atadas y obligada a casarse con una mujer que además de no quererla la despreciaba, sin siquiera tener una razón todo estaba muy jodido.

La madre dejo escapar sus lágrimas, todo habría sido tan diferente de no haber caído en la trampa de Imra, se había casado con el hombre que ella amaba y que creía  la amaba antes de enterarse que se  acosto con su hermanastra y tuvieron una hija, ella trataba de ahogar sus sollozos mientras que en la habitación Lena caminaba de un lado a otro.

Unos toquidos alertaron a la CEO.

— Mamá, ¿Mami está bien? ¿No la has maltratado verdad? — Luis había venido a echar un último vistazo antes de irse a dormir, estaba aprendiendo a conocer el carácter de su madre, así que sabía que no era fácil de tratar, en cambio su mami era dulzura pura, era lógico que se preocupara por ella.

— Mami está en el baño, todo está bien aqui, Luis, ve a dormir que no son horas de estar deambulando por los pasillos.

— Todo está bien, podía entonces ir a descansar

— Buenas noches mamá, dale un beso a mami por mi — el niño se retiró tranquilo el creyó que todo estaba marchando  bien.

Lena por su parte fue a tocar la puerta del sanatorio, debía comprobar que la mujercita estuviera bien o su hijo se revelaría en su contra.

— Kara, sal de ahí, déjame verte, no te vayas a lastimar...

Amor a segunda vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora