XXIII

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Muy temprano Kara se levantó para cambiar a los niños, ella parecía un correcamino, los dejó muy bien arregladitos como siempre, dejándoles un amoroso beso,  después subió a prepararse para ir al trabajo,  Lena la veía discretamente desde la sala de estar dónde simulaba estar bebiendo un café

La vio bajar a las 8:30 vestida en una falda lápiz, zapatillas y una blusa blanca, ella llevaba una coleta, maquillaje discreto y unos lentes, se veia  tan hermosa que deseaba tenerla como su secretaria personal

— Ya me voy, lo más probable es que no estaré Para cuándo los niños regresen, dales un beso por mí diles que mami estará trabajando, apenas salga del trabajo volveré a casa

— ¿Me viste cara de recadera? si tanto te importa el mensaje entonces ven y recibelos de la escuela como todos los días, son niños ellos no entenderán por qué no estás en la casa, querrán que estés aquí para ellos — Lena estaba de muy mal humor, no le agradaba que su esposita se fuera a trabajar a quién sabe dónde y con quién sabe quién.

— Sabes que tengo que trabajar Lena, necesito ahorrar para comprar una casa para mis hijos, solo tengo un año para hacerlo, cuídalos por mí mientras estoy fuera, trata de entretenerlos para que no me extrañen tanto

Lena bebió de su taza de café, acaso sabía esa mujercita todo el trabajo que ella tenía, las juntas, reuniones por videollamada y los contratos que tenía que revisar, por ahora se encontraba Sam haciendo su trabajo, pero tenía que regresar tarde o temprano a su oficina

Kara tomo un taxi para llegar a la compañía Queen, llegó puntual y sonriente, desafortunadamente la recepcionista no la vio con buenos ojos, la mayoría de secretarias y asistentes del CEO Queen lo único que buscaban era meterse en su cama, el hombre era un atractivo y estaba soltero

Afuera de la oficina está una secretaria escribiendo algo en su computador, la vio venir y la saludo, por fin Kara se encontraba una cara amable

— Buenos días, soy Kara Zor El, vengo a presentarme a mi primer día de trabajo.

— Buenos días, pasa por favor, el CEO ya está adentro, hoy llegó temprano, seguro es porque tiene mucho trabajo

— Muchas gracias — Kara tocó la puerta de  fina madera y espero que le dijeran que podía pasar

— Adelante, Buenos días señorita Zor El, veo que cumplió usted con su palabra — Oliver estaba sentado de espaldas mirando la vista que le daba el gran ventanal

— Dije que lo haría, agradezco que me esperara, estoy lista para empezar a trabajar

El hombre se dio la vuelta, siendo lo primero que miraron sus  azules ojos, fueron los grandes ojos azules de la mujer, los mismos que lo habían cautivado desde que la conocio, ahora además estaba su bella sonrisa, ella le sonreía amablemente

— Esa iniciativa me gusta aqui venimos a trabajar, únicamente a eso debemos mantener el profesionalismo ante todo — el hombre abrió uno de los cajones de su escritorio y saco de el una tablet que le entregó a Kara de alta tecnología

Kara la tomó y la encendió para poder ver lo qué contenia

Es muy moderna, me ayudara muchísimo para el trabajo

— Así es, en ella llevará un control de mis actividades, mismas a las que usted me va a acompañar, necesito que pongas bien al día cuanto antes para que sepas que hacemos en la  compañía, los clientes, contratos y lo que está autorizada a ofrecer en caso que tuviera que tratar con un cliente que yo esté presente.

— ¿Que... yo tendría que hacer las negociaciones? eso es...

— Aquí en su currículum decía que es graduada en administración y finanzas, ¿Me mintió acaso?

— No, no, es verdad me gradue y soy buena en lo que hago, es solo que no pensé que me fuera a dar esas responsabilidades, más aún porque soy nueva, pero no le he dicho que no lo puedo hacer

— Muy bien, entonces tome asiento,  estoy revisando algunos contratos que están obsoletos para la empresa, tenemos que redactar unos nuevos y reunirnos con los socios para renovar los términos.

— Bien los leeré — Kara se sentía intimidada por la rudeza y aspera personalidad de su nuevo jefe, pero intentaría dar todo de si para conservar el empleo

— Paty, traiga dos cafes, el mío negro como siempre... ¿Cómo te gusta el café? — el empresario preguntó Kara

— Me gusta con leche negro es demasiado fuerte para mí — el hombre dijo cómo quería la otra taza y así continuaron

Kara bebía de su café mientras leía concentrada, ella era muy profesional en su trabajo, estaría en alguna compañía ejerciendo algún alto cargo de no ser por culpa de Imra y su madre que la habían perseguido por años para no dejarla vivir en paz

La mirada azul cielo del CEO se perdía de vez en cuando en la belleza de la mujer, Oliver era soltero pero porque así lo quería, después de que su novia de la universidad lo engañara con su enemigo comercial, él no quiso saber más de amores y se dedicó por completo al trabajo, amó demasiado a su novia, ella lo buscó muchas veces pero él nunca quiso hablar de nuevo con ella, la rechazó cada que lo buscaba pero ella se dio por vencida y desapareció de su vida

— Señorita Zor El, vaya  a que le firmen estos recibos, sí me los trae inmediatamente, es solo protocolo para tener un control de los pagos que se hacen a nuestros proveedores, está en el séptimo piso, la jefa de esta área,   Lourdes Quintanilla, es a quién debe buscar

— Por supuesto iré ahora mismo... CEO Queen, ¿puede  por favor llamarme Kara? Me sentiría más comoda — Kara tomo los recibos salió de la oficina, ella no escuchó cuándo el CEO dejo escapar  el aire, a él no le interesaba perder el tiempo con las mujeres, tenía novia, ni prometida, ni estaba casado, su corazón helo después de que lo traicionaron pero desde que vio en la entrevista a esa mujer tan hermosa, de cabello rubio largo y ojos tan expresivos, parecía que estaba comenzando a deshielarse

¿Por qué me atraes tanto, Kara...?

Amor a segunda vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora