🎭 ᝄ︎ 𝐊𝐀𝐙𝐔𝐒𝐂𝐀𝐑𝐀
Después de una noticia que le llega cómo un baldado de agua fría, Scaramouche siente que su vida se cae a pedazos cada vez más. Está acorralado por sus problemas y ya no sabe qué hacer, ¿podrá procesar todo lo que se le vien...
Y aléjate de mí, amor Yo sé que aún estás a tiempo No soy quien en verdad parezco y, perdón No soy quien crees Yo no caí del cielo
⎯⎯ㅤִㅤ୨ ★ ୧ㅤִ ⎯⎯ ㅤ
Los ojos de Scaramouche parpadeaban con confusión; sus oscuras pestañas tiritaban suavemente, al ritmo de un reloj; sus ojos, que se encontraban desenfocados e incapaces de procesar su entorno, se movían de lado a lado, intentando recobrar el sentido que había sido afectado por la fuerte dosis que anteriormente había tomado.
Cuando sus ojos pudieron procesar todo y enfocarse en un solo sitio, Scaramouche se intentó levantar, cosa que se le complicó un poco; ya que, sus brazos no soportaban el peso de su cuerpo, y esto llevaba a que el pobre chico se tambaleara apenas lo intentaba.
Se quedó recostado un poco más, intentando recobrar la fuerza de sus brazos para así poder levantarse e irse de ese lugar lo más rápido posible.
Unos minutos más tarde, Scaramouche se sentía más sobrio; y al parecer, su fuerza había regresado, así que se levantó con cuidado y se sentó en el borde de su cama. Se sentía mareado y confundido, pero unos fuertes e imponentes pasos que se acercaban rápidamente hasta su cuarto lo hicieron salir de su ensoñación.
Cuando los pasos estuvieron lo suficientemente cerca de su puerta, Scaramouche escuchó unos ruidosos golpes en esta misma, cosa que hizo que volteara los ojos con desdén e hiciera una expresión de fastidio; conocía muy bien a quién pertenecía la agresividad de esas acciones tan simples.
Scaramouche no habló ni hizo ningún sonido que hiciera parecer que estaba despierto, puesto que no quería que esa molesta mujer empezara a desgraciarle la vida en ese momento, donde se sentía tan disperso debido a la sobredosis de la noche anterior.
—Sé que estás despierto. Deja de hacerte el tonto —Reprochó una firme voz detrás de aquella puerta de madera, quien al parecer introducía una llave en el cerrojo de esta misma—. Báñate y baja en media hora. Vas a desayunar con Kazuha, y más te vale actuar decentemente frente a él.
Scaramouche no reprochó ni hizo ningún sonido, solo esperó hasta que los pasos se alejaran, así por fin se pudo levantar tranquilamente, aunque al principio le costó un poco mantenerse firme. No le quedaba suficiente fuerza como para oponerse. Simplemente caminó entre tambaleos hasta el baño, seguramente una buena ducha lo harían sentir mucho mejor.
Y así fue, el agua caliente que recorría su cuerpo hizo que dejara de estar tan tenso; por fin sintió como su mente se aclaraba y sus pensamientos se reorganizaban; su cuerpo se sentía más liviano y despierto. Sentía que desde pequeño, su hora del baño lo hacía sentir mejor; sentía como se distraía por un momento y el agua era como una pequeña cura para su abollado ser.
[...]
Antes de salir, Scaramouche inhaló una gran bocanada de vapor de ducha. Caminó por su cuarto y se puso lo primero que encontró en su guardarropa; apenas se peinó, y con suerte se puso calcetines y zapatos.
Suspiró y caminó hasta la puerta de su cuarto. Tomó la perilla y se lo pensó dos veces antes de abrirla y salir del cuarto; acto seguido, Scaramouche bajó lentamente por las escaleras, como si no quisiera afrontar lo que se venía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
