Llegué a la casa de Finn, olía a cera derretida y a árbol húmedo un olor bastante familiar al mío, aunque le faltaba ese toque de jazmín que tenía Cake. Me tumbé en el sofá y esperé una hora hasta que llegó Marsh.
-Hey...
-Hola. Siéntate.
-Si. Bueno quería decirte que no pasa absolutamente nada con lo de que no eres virgen. Pero me gustaría saber algo más.
-La verdad sólo lo hice una vez, a sique no hay mucho que contar. Pero pensé que te pondrías negro...
-No, todo está bien... Pero me quedé en shock, a ver es algo que no te esperas teniendo en cuenta de que te conozco de toda la vida.
-Ya, lo único que quiero es que esto que tenemos no se estropé.
-Eso espero... Por cierto, como te dije estaba en casa de Marcy y me ha dicho todo el material que necesitamos para el viaje, por llamarlo de algún modo.
-¡Eso es genial! Cuenta conmigo para ayudaros a llevar cosas.
-Cada uno llevará dos armas, las demás las llevaremos nosotros ya que volamos y es más fácil así.
-Me parece bien, aunque si necesitáis ayuda arriba solo bajad y les daremos su merecido.
-He traído sándwiches, ¿quieres?
-De mantequilla, me encantan. Gracias idiota.
-De nada humana... Yo los he traído por ti. Ya sabes que yo esto como que no me lo como...
-Si, siempre eres muy atento aunque estés anortado en muchas cosas y seas un desastre... Pero te quiero.
-Yo también, más de lo que piensas... Dejándo este lado románticon, acabate eso y larguemonos con los demás para partir.
-Ya está, soy rápida comiendo. ¡En marcha!
Salimos de la casa del árbol y ¡Tara! Estaban todos esperándonos super felices, y yo me sentía feliz, mientras que Marshall no me preguntará con quien lo había echo...
Llegamos a aquel agujero encantado, y el cielo estaba oscurecido alrededor. Nos miramos todos flipados y decidimos que uno a uno nos metieramos todos menos Marcy y Ming que se quedarían vigilando afuera.
Cuando entramos era muy diferente a como me lo había imaginado... Lúgubre, pero lleno de rosa y rojo por todas partes. Los troncos caídos de un color vino y las paredes de rosa y rojo fuerte. Intentábamos pensar en positivo y no lo peor, pero era inevitable.
-Bajamos por estas escaleras en dos grupos: Jake y Marsh vosotros a la izquierda. Y el Rey Hielo y yo por al derecha, si alguno no encontráramos salida avisadnos por el comunicador y nos encontraremos aquí ¿entendido?
-Si, nos vemos Fi. Tened cuidado...
Seguimos el Rey Hielo y yo por el camino derruido y nos chocamos con un muro gigantesco, le hacía falta una buena mano de pintura.
-Que tal esto... Perfecto.
-¿Que se supone que haces?
-Buscar ladrillos móviles, si encuentras uno avísame.
-No te entien...
Y justo cuando iba a terminar la frase aparece un destello de luz pequeño alrededor del Rey Hielo, y del ladrillo mohoso. Había abierto el muro, al final es más listo de lo que pensaba o puede que sea por su instinto...
-¡Vamos!
-Soy el mejor, mi princesita Fiona.
-Bueno... Si, pasa.
Un lugar increíble... Pero con el único defecto de aquel oscuro cielo. No podía creer que debajo del pozo habíamos llegado allí. No podía imaginarme un sitio tan limpio allí... Nada.
Pero sin embargo algo malo tenía que pasar.
-¡¡Apartate!!
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Hora de Aventuras II. Un nuevo Comienzo.
FanfictionAntes de empezar a leer esta historia os aconsejo que os leáis mi anterior historia "Hora de Aventuras, una Historia Peculiar" porque esto es su continuación. En esta historia habrá aventuras, Fiolee y más. "Adventure Time with Fionna And Cake"