Capítulo 13. Pozo sin fondo

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Me duele todo. Muchísimo, supongo que será... Bueno dejemoslo ahí. Baje las escaleras y busqué a Finn, oh chuches... Marshall y Marcy no habían llegado. ¿Cómo se suponía que lo iba a decir? Lo hice sin querer... Bueno le tenía ganas, pero en un principio no quería ni llegar a hacerlo con nadie. Ahí estaba Jake al lado de la mesa hasta que se levantó y se fue arriba pasando de mi completamente, que por cierto, yo estaba al lado de las escaleras por lo que me extraño eso.
Me duche y me puse mi ropa informal, en vez de falda me puse un pantalón que Jake o alguien había cogido de Finn y lo había arreglado para mí, no me quedaba mal con mi camiseta azul cielo. Salí y respiré todo el aire que pudiera contenter en mis pulmones y disfrute de la traquilidad del día, intentando relajar mis músculos.
-Buenos días, Fi.
-Hola Finn, ¿cómo has dormido?
-He dormido poco aunque bien, ¿y tú? Espero que estés lista para hablar con el Rey Hielo.
-Sí, más o menos he dormido bien... ¡Estoy deseándolo!
-Vale... Te aviso que puede ser algo incordio o molesto en algunos casos. Pero si te ocurre algo pide ayuda y ya.
-No creo, me trató muy bien la última vez jaja.
-Entonces genial, buenos días Jake.
-Buenos días a los dos chicos, estoy esperando a que vuelvan Marshall, Marceline y Ming.
-Si... Disculpad que os pregunte pero, ¿aquí hay una princesa Chicle?
-No deberías ni nombrarla... Jake yo...
-Finn no estés mal.
-Pero Finn, Jake ¿qué paso con ella?
-Mi bro lo intentó pero no pudimos hacer nadie nada, con el búho cósmico no se juega ¿sabes?
-Pero Jake ¿qué paso exactamente?
-Nosotros tuvimos que luchar, junto con su reino, contra Lich. Al llegar a arrinconarlo en un pozo encantado, lo intentamos disipar o enterrar, más bien, en lo más profundo de la tierra pero sólo una persona se podía meter ahí dentro para empujarlo y que cayera en ese pozo. Finn iba a intentar meterse cuando de un empujón se metió Chicle, y yo lo detuve para que no fuera detrás de ella, ya que ahí no cabían tantas personas de lo estrecho que era. Entonces... Fue cuando pararon los gritos y golpes que se oían desde arriba. Y todos creímos que había terminado, pero Chicle... Todavía no ha salido de allí.
-No puede ser... Si es igual que el Rey Chicle, en apenas 5 min hubiera salido tan perfecta como cuando entró allí.
-Pusimos guardias vigilando día tras día, pero de verdad que estuvimos un mes entero sin resultado, cada semana íbamos Finn y yo, y a veces él se tiraba mientras que yo lo sujetaba para "ver" algo porque no se veía nada.
-Lo siento muchísimo de corazón.
-Era eso, cómo Finn no te lo iba a contar ya te lo cuento yo con detalles, es importante que lo supieras y a parte habías preguntado.
-Si... Esta bien Jake.
-Será mejor que vayamos a visitarlo ya.
-Marshall, Marcy y Ming...Buenos días.
-Buenos días, ¿Fionna podemos hablar?
-Sí claro Ming.
Mientras que íbamos caminando para llegar al Reino Helado, cada vez íbamos Ming y yo más lento para ir detrás y poder conversar. Sabía de lo que me iba a hablar perfectamente, yo era una persona muy segura... Y por desgracia a veces inocente.
-Me duele todo por tu culpa, demonio.
-Ahora es mi culpa... Claramente.
-Si...¿De qué me ibas a hablar?
-Te quería pedir perdón, fue sin pensar... No quería hacerte daño tampoco, y por mi culpa te habrás calentado la cabeza pensando en que decirle a Marshall-Lee. Pero he pensado en decírselo los dos para que no sea tan fuerte.
-No lo sé... Tal vez sería mejor que se lo dijera yo sola, y no pidas perdón yo también la picié. Pero oye por fin se que aunque suene sin sentimientos, solo te quiero para eso. No hay problema de que seamos amigos si te parece bien.
-Si me parece bien, yo también te quiero... Bueno para eso. Nos teníamos ganas humanita mm...
-Si pero cállate. Es lo único que hay entre nosotros amistad y ganas y fin.
-Espero que no se vuelva a repetir lo de ayer, aunque me encantó. Deberías hablarlo mejor tú con él a solas, tienes más mano que yo con eso, si te pregunta algo échame la culpa de todo y de verdad, que lo siento.
-Lo mismo te digo, no pasa nada... Ya te contaré cuando se lo intenté explicar sin que me mate antes.
Volvimos con nuestros amigos y lo poco que nos faltaba para llegar al Reino Helado. ¿Entre Ming y yo? Todo arreglado, no nos gustamos pero si nos quedan esas ganas y una amistad buena. Y estaba muy feliz de haberlo hablado, aunque tenía un mal presentimiento... De que algo podría cambiarlo todo, como he dicho no traía nada bueno consigo.

Hora de Aventuras II. Un nuevo Comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora