Capítulo 19. Criaturas lanzadas.

49 6 2
                                    

Después de contemplar el paisaje tan relajante, tiró con desdén el tabaco o como se llame y se levanto alegre...
-Bien, os enseñaré esta ciudad si queréis.
-Si queremos... Es más tenemos que ver algunos parajes.
-Que raro hablas niña.
Era de aspecto siniestro con piel con un tono vino, tenía dos cuernos pequeños de color rojo que le asomaban por la frente y destacaban con su pelo negro. Era más alta que yo y esbelta. Se podría decir a primera vista que es una tía fiel, de fiar.
-Mirad aquí las cosas son un poco extrañas por decirlo de algún modo. ¿Lo captais?
-Si, ¿no tendrás a alguien más por aquí no? Es que entiendeme... Tengo hambre...
-Um para tu desgracia no vive gente de verdad aquí, más bien otras cosas que te quitan el apetito. Mi dieta es solo vegetales a si que no me tengo que preocupar por eso.
-¿Qué "cosas" hay aquí?...
-Cosas. Seres con cuernos puntiagudos que desgarran hasta los huesos, no los mata el fuego ni los explosivos. Los he estado investigando durante dos incansables años, y se todo sobre ellos. Lo único que os diré es que tengáis cuidado, pueden materializarse a cualquier lado para que pierdas tu visión en ellos. Y una cosa más, odian el ruido. Por eso están aquí.
-Muchas gracias por la información y todo eso señorita, pero estás delante de un vampiro que puede con todo. No hay de que preocuparse.
-Eso pensé yo, ahora tengo la espalda llena de aruñazos leves, chulito.
Hubo un silencio extraño y seguimos andando por esos caminos empedrados y escurridizos. Llegamos a lo más alto de aquella ciudad después de largo rato quejándonos y caminando. Entramos en lo que parecía una cárcel por fuera, era su casa. Por dentro estaba todo muy recogido y con un olor afeminado, con pósters oscuros colgados de la pared violeta oscuro de los que parecían grupos de música fuertes, me recordó un poco a Marsh si soy sincera. Era muy grande y me fije que en cada rincón de la habitación había un altavoz encrustado en la pared.
-Mierda... ¡Joder! Quedaros aquí.
Subió de un tirón arriba y no nos dejó ni pronunciar una palabra... Empezó a sonar un solo muy guapo de lo que parecía un bajo, mezclado con una melodía ya grabada de un teclado... Hacía un poco de daño al oído por el tema de los altavoces por todos lados, de repente cesó la música. Y empezó a oírse portazos y sonidos de fondo.
-¡Corred enchufad el equipo y poned cualquier disco!
Marshall voló como si no hubiera un mañana y colocó el primero que cogió... Maldita sea. Era heavy puro, prefería el rock cien veces. Pero en doscientos altavoces te dolía cualquier tipo de música en tus odios.
-¡Jake, cuidado!
Un bicho feisimo con la piel grisácea fue a por Jake como una flecha, no pudimos apartarlo fue demasiado directo y rápido. Jake se revolvió, se estiró y se dio una y mil vueltas con tal de quitarse al mostrenco de encima. Y empezó marshal a chillar. Yo, en cambio, no sabía que hacer estaba como en shock por todo lo que estaba pasando era muy estresante todo... Saque lo que llevaba encima y grité más de lo que podía en ese instante... La criatura salió por patas asustada, normal.
-Ei... Chica, ¡¿estás bien?!

Hora de Aventuras II. Un nuevo Comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora