Capítulo 18. Ciudad Abandonada, dulce tormenta.

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-Marsh, despierta. ¡Idiota!
-...Dime cariño. Buenos días.
-Um, buenos días. Duermes más que yo y eso que eres un vampirito.
-Tan graciosa como siempre.¿Buscamos algo tú y yo para desayunar y para el viaje?
-Se me olvidaba comentarte algo... Jake esta frito he intentado despertarlo pero nada.
-Pues vamos marchando y cuando despierte que se zampe el desayuno. Así vamos más ligeros de tiempo.
-En marcha pues.
Caminábamos por un sendero que nos dirigía al bosque que, por cierto, estaba al lado del camino que nos dijo aquel gnomo.
Las sombras tranquilas del bosque nos rodeaban sigilosas cual monstruo escondido para atacarnos. Era tan oscuro por la mañana... No me quería imaginar por la noche. Recogimos algunas bayas y fresas, encontramos un poco de frutas variadas y las metimos en la mochila de Marsh, justo al lado de dos frascos y un cuchillo con sangre mohoso. Menos mal que la comida la pusimos empapelada.
-Eres la sangre que faltaba en mi vida Fionna.
-¿Eso a que viene? Eres monisimo.
-Me ha venido a la cabeza simplemente. Siempre me sacas de mis pensamientos psicóticos y me conviertes en una máquina de alegría, porque la contagias enserio...
-Tú eres... Tú. No se como explicarlo, a tu modo eres todo lo que anhelo ser algún día en mi vida de heroína.
-Los árboles te relajan además de que te acogen siendo tenebrosos, se parecen a ti.
-Sigues siendo idiota.
-Corta rollos, el chico más malo Marshall-Lee.
-Oh. Si quieres puedo ser solo malo para ti y acabámos con esto antes,¿qué quieres que te haga? ¿Quieres que empieze por rajarte la tripa y sacarte el higado? ¿O por sacarte la sangre de tu cuerpo? Puedo hacerlo, te dije que era un monstruo.
-Lo único que puedes hacerme es que me derrita cada vez que veo esa mirada roja que inunda mi ser. Ahora calla y bésame.
-Esto del amor es agobiante, pero me gusta.
Nos quedamos en unos troncos tirados y abandonados hablando, pensando, diciendo estupideces y no tan estupideces, besándonos y liando nuestros sentimientos que ahora ya estaban claros.
Decimos marchar a buscar a Jake y como por puñetera magia empezó a llover, ya era mediodía... Jake iba a matarnos.
-Corre caraculo.
-¡Tú bájate ahora mismo! Si quieres ser una persona normal.
-Te vas a quedar con las ganas, prefiero volar. Jajaja
-Ese es mi chico.
Adoraba el calor, los olores, los sabores del verano o del comienzo de la primavera. Pero amaba más una dulce tormenta de otoño. Delicada y preparada para lo siguiente que vendría, la verdad estaba agusto. Divirtiendome con cada gota que caía del nublado cielo e ilusionandome por que todo iba a ser mejor, las sombras no nos rodearían más la cabeza. Ahora todo estaba claro.
-¡Jake!
-Venid, ¡Vamos!
Lo seguimos y nos llevó al camino del misterioso gnomo, me monté encima de su tenso lomo y me llevo a gran velocidad. Era necesario para llegar a la ciudad abandonada, Marsh seguía buscando algún sitio desde arriba para dormir, pero nada. Llegamos a aquella ciudad, y de abandonada no tenía nada. Era todo bastante normal, al principio se podía apreciar una fuente rodeada de edificios bajos. No había nadie por alrededor, excepto una chica con algo en la boca. Estaba al lado de un acantilado, sentada en un banco viejo y de hierro. Su mirada se posó en nosotros, ojos azules grisáceos. El pelo lo tenía rojo llama...
-¿Qué miráis? Raritos.
-Nada, disculpa ¿sabes si aquí vive gente?
-Yo vivo aquí. Soy la jefa de todo esto, ¿guay no?
Salía una especie de humo blanco y espeso de su boca cada vez que se sacaba esa cosa rara, la primera vez que lo ví.
-¿Queréis?
-¿Qué es?
-Fionna es tabaco... ¿Nunca lo has visto?
-Em no la verdad, ¿esta bueno?
-A mi me trae muchos recuerdos, la mayoría dolorosos y algunos buenos. Pero en sí te aconsejo que no lo pruebes, es malo.
-¿Porque lo tomas entonces?
-Por eso niña, mis recuerdos siempre me aparecen cuando enciendo uno... Cosas del pasado supongo... ¿Venís?
-Vale...
Marhsall la miraba con buenos ojos, creo que en parte en cuanto la vio se vio reflejado en esa mirada triste de color azul. "Recuerdos dolorosos y buenos" lo hará por alguien supongo, me ha caído bien. Nos dirigiamos a la parte alta de la ciudad, y empezó a amainar bastante la lluvia, salió un pequeño arcoíris al final del acantilado con construcciones anteriores a la Guerra de los Champiñones al fondo. Que bonito parecía todo con la simpleza de la naturaleza...

Hora de Aventuras II. Un nuevo Comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora