Capítulo 7. Poco a poco, "normalizando".

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Por fin, había pasado aquel día tan largo, y cargante. Por la mañana me puse a dar un paseo y a arreglar a Bmo, tenía algunos cables sueltos. Pero no me quise alejar mucho de el árbol, aunque suene estúpido estaba esperando a que llegará el vampiro. No dijo si vendría a una hora específica o por la noche, tarde o no se. Ya es la hora de comer, y no aparece.

- Ayúdame aquí Fi.

-Vale, voy.

-Estás en otro mundo enserio. Espero que por lo menos si viene es para dar explicaciones.

-Sí, eso espero...

O para contarle mi vida, o abrazarlo, o contarle todo lo que había pasado con el Rey Chicle, con su esposa, con Ming y con Llama... Al fin y al cabo sólo quería que viniera.

-Fionna, ya está aquí...

-¡Qué!

-...La comida digo. Jajaja

-Am. ¡A comer!

Cuándo terminamos de comer el arroz con carne, me subí arriba para cambiarme. Me había manchado, otra vez... Y Cake siempre me echa la bronca.

-¡Ya bajo!

-Buh.

-Bichos Marshall...

-Bichos Fionna... Te quedan genial las camisetas sueltas.

En ese momento recordé que llevaba pantalones. No me arrepiento de habermelos puestos, en vez de la falda. Demasiado perver.

-Me encantaría pegarte.

-Hazlo.

Me tiré a darle puñetazos o intentándolo en la mejilla y en su cara básicamente. Y él me agarró me dio empujones, patadas y todo eso que nos encanta... Me acorrala en la pared. Se me fue todo de mi cabeza. ¿Yo había crecido o seguía igual de enana? Era alto, muy alto. Se le notaba con más músculo, aunque eso realmente no es lo que me llamó la atención, fue su cara de ayer y la de hoy. Ayer tenía la cara típica de él, nada le importaba, si tenía que hacerle algo malo a alguien lo haría. Y hoy tiene la cara de cómo nos miraba a Cake y a mí, con una sonrisa alumbrando a su pálida cara. Tierno.

-Eres muy fuerte Fionna ya ni me acordaba... Y eso que yo también lo soy.

-Sí... Tú has cambiado un poco, pero hasta que no te haga una serie de pruebas no podremos saber si eres el mismo idiota.

-¿Si, cómo cuáles?

-Um, eso tendría que pensarlo...

-Yo ya sé que tú conmigo sigues siendo la misma. ¿En qué piensas?

-En... Nada...

-¿Te pongo nerviosa? ¿Me odias?

-No... ¿Porqué iba a odiarte?

-Por dejarte sola tanto tiempo.

-No necesito a nadie para estar feliz. Pero si te eché algo en falta...

Sentí que había apoyado su barbilla en mi cabeza y me susurraba esto "aunque te alejes de mí, siempre estaré ahí". Me mata. Es como un amargo y blando veneno que se expandía por mi cuerpo. Lo abracé, y el me abrazó igual.

-No te vayas...

-Ssh, ya estamos otra vez aquí.

-Idiota, me tienes que contar lo que te pasó.

-¿Te puedo besar ya?

Me robó un beso corto porque yo me aparté. Después de no verlo en tanto tiempo... Era raro, por una parte era cómo no te alejes, y por otra distancia. No quería besarlo... No en ese momento, hasta que todo se fuera "normalizando".

-¿Cake? Ya ha venido Marshall.

-Vale bajad.

Ahora a esperar a que dejará de mirarme con esa cara tierna que tanto me gustaba.

Hora de Aventuras II. Un nuevo Comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora