Capítulo 3. Quién lo hubiera dicho.

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Desperté sola en el mismo lugar de ayer. No me lo puedo creer que me hayan dejado sola aquí. Estoy triste y cabreada.

-¿Hay alguien? Si es una broma, yo no me estoy riendo...

Vale. Si me habían dejado sola.

_Después en la Casa del Árbol..._

-¡Cake!

-Dime... Ui, qué tarde llegas... ¿Qué ha pasado? jajaja

-Me lo pasé bien hasta que me desperté en el suelo sola esta mañana. No me dieron nada pero me quedé dormida y agh estoy enfadada, que no me hablen ninguno de los dos.

-Hasta que no se disculpen nada o si no yo les doy unas buenas tortas.

-Sí jajaja

-Bueno sal un rato al Reino de Chuchelandia.

-¿Para qué?

-Tengo una buena noticia, ¿sabes quién ha vuelto? Sí es él, el Príncipe Chicle. ¡¿No es genial?!

-¡Bichos¡ Es genial, tengo que verle ya... ¿Cómo lo sabías?

-Me enteré por Monocromo que me dijo que se lo encontró en el bosque y le contó que sólo había ido a relajarse lejos de aquí, y a ser mejor persona.

-Espero de verdad que haya cambiado, adiós.

Estaba muy feliz de verdad por la noticia, por fin una BUENA noticia en mi vida.

_En el castillo..._

-Seguramente ya vendrá, cariño... No te preocupes que le caerás muy bien.

-¿Cómo se lo vas a decir?

-Le diré un pequeño resumen y ya está. Lo de nuestra boda se lo tenemos que decir hoy, sí o sí.

-Bueno vale, mi príncipe.

-Disculpe Chicle, Fionna está en la entrada, ¿le digo que pase?

-Sí Mentita, gracias.

-No me lo puedo creer...

-Hola, Fionna.

-Eres un capullo. Te lo digo enserio, te podría hacer y decir un montón de cosas en este momento. Que sepas que me controlo por el bien del Reino a que abandonaste, y por que me han dicho que ya eres digamos "bueno". También admito que te he echado de menos...

-Bueno entonces veo que Cake ya te ha contado algo... Yo sólo te quería pedir disculpas por mi estúpido comportamiento, y decirte que estas invitada a mi magnífica y dulce boda. Esta es Katrina, mi futura esposa...

-Hola, Fionna me ha hablado mucho de ti mi pastelito.

-Hola sí. Voy a ir pero esto es muy confuso, demasiado, y no es por ti pero ¿casarte?

-Sí claramente tengo las ideas claras, desde que llegué además así ella será mi princesa.

-Bueno, pues me voy, espero que os vaya bien, ¿cuándo es?

-Hoy mismo, ¿sí te parece bien?

-Sí si me encantaría que fuera hoy.

-Vale...

No sé en qué demonios piensa pero mi vida ahora se está normalizando digamos... ¿Casarse? No me lo esperaba, pero si él tiene las cosas claras por mí bien, mientras que no la cague. Tengo que arreglarme muy rápido.

-¿Cake? Ábreme.

-Espera un segundo, doña prisas. Estoy con tu vestido.

-No pienso ir con vestido. Me da mala señal esto de la boda.

-A si que, ¿no estás de acuerdo?

-Sí me parece bien, pero no sé... Abre ya.

-Ya, entra... Pues yo que tú me acostumbraba porque ha cambiado bastante, aunque para bien.

-Sí tendré que hacerlo hermana...

-Toma esta vez te lo he hecho corto por las rodillas, así es hasta más cómodo para luchar y hacer todo lo que quieras.

-Bueno, vale. Pero es a la última fiesta que voy, no veas el aburrimiento que hay allí.

-Vale vale, ¿quieres que vayamos juntas?

-Adelantate y ahora voy yo, que me tengo que peinar y eso...

-Vale adiós te espero allí.

-Chao.

Mi pelo es un puro desastre, y para colmo esa estúpida boda sin sentido, aunque en cierto modo significaba que había sentado la cabeza y todo eso pero seguía pasando algo y no sabia el qué. Esta noche no iba a ser el centro de atención, por fin.

Voy a salir esperando a que el mundo no gire alrededor de nadie, esperando a que este maldito mundo se moviera dejando atrás a la gente de mal perder, de mal corazón o de palabra, esperando a que yo de ese paso y sea mi propio mundo el que sólo gire a mi alrededor y no al de los demás.

Hora de Aventuras II. Un nuevo Comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora