Serendipia (SAGA METANOIA #1)

[02] un miércoles normal

Begin again- Taylor swift

Cuando la alarma de mi teléfono empezó a resonar por toda mi habitación, estire mi brazo con toda la pereza que tenía mi cuerpo para poder apagarla. Tras unos cuantos intentos fallidos, al fin deje de escuchar la melodía que tenía como predeterminada.

Según mi reloj, eran las 8:35 de la mañana y como hoy no tenía clases decidí concluir unos asuntos pendientes.

Después de ducharme y lavarme los dientes, elegí una blusa negra con una pequeña flor bordada en la parte superior izquierda, un pantalón de mezclilla con algunas roturas en las rodillas junto a mis Converse blancos.

Debido a la hora, el clima seguía estando algo frio así que me coloque encima de los hombros un pequeño suéter color morado pastel.

Baje las escaleras hacia la cocina donde se encuentran todos los juegos de llaves que tenemos y agarre mi copa, no sin antes tomarme un vaso de agua.

Salí por la puerta principal y comencé a caminar hacia la cafetería que había visitado con mis amigas días atrás, ya que realmente me agrado el lugar y la manera en que prepararon mi bebida.

Llegue incluso más rápido de lo que esperaba. Una señora que iba delante de mi detuvo la puerta abierta para dejarme pasar y le respondí con una sonrisa. Me agradaba este tipo de personas, más por la mañana.

El olor a café y postres lleno mi nariz, causándome otra pequeña sonrisa.

Me senté en una mesa con dos sillones de cuero negro, y una vez que me instalé por completo, me dirigí a la barra para ordenar. Hoy estaba atendiendo una chica con cabello de colores, como si cada color tuviera una vida propia.

-Buenos días y bienvenidas a Milk & Go. ¿Qué desea ordenar hoy? - Por un breve momento, divise al chico del otro día, pero intente que no me distrajera tanto y volví a centrar mi atención en la chica delante de mí.

Unos minutos después, tenía puestos mis audífonos casi a todo volumen mientras leía y bebía mi café. Como casi todas las veces que leía con música, no tenía ni idea de lo que pasaba a mi alrededor.

Fue así hasta que una mano desconocida toco mi oído al quitarme un audífono y por puro instinto, levante mi mano, lista para dar un manotazo a quien haya sido capaz de interrumpirme.

-Wow, disculpa la molestia, pero al parecer hubo un error con su pedido ya que no recordé poner lo bonita que es.

Ese comentario estuvo flotando por mi mente unos segundos, tratando de procesarlo, observando que el chico de hace días estaba frente a mí y no había ningún estante que pusiera una distancia prudente. Al ver mi clara confusión, solo una corta risa para después sentarse en el asiento que sobraba frente a mí con toda la confianza del mundo.

- ¿Muy directo? Perdona - Ante su tono despreocupado, solté un bufido, cruzándome de brazos.

- ¿No deberías de estar trabajando? ¿O también te pagan para darle cumplidos a todas las chicas que se aparecen por aquí? ¿Es algún tipo de estrategia para mantener a los clientes?

-Estoy en mi descanso señorita. Y no, no es una estrategia.

-No es necesario que me trates de usted. Pareces un señor hablando así.

-Como usted quiera, señorita...- Me di cuenta que no sabía mi nombre. No esperaba que lo recordara, de todos modos. Pensé en no decírselo, pero el silencio incomodo entre nosotros era cada vez más grande y no tuve otra opción más que hacerlo.

-Angelina. Angie para los amigos- Sonreí maliciosamente. - ¿Y usted?

-Samuel. Sam para los amigos. - El me dedico una sonrisa de oreja a oreja, dejando a mi vista su raramente perfecta dentadura. Tenía que darme el número de su dentista algún día.