[16] Viaje

13 1 0
                                    

So american- Olivia Rodrigo

Mi novio me miraba expectante mientras que con su mano quitaba un mechón rebelde de mi cara.

-Sam, no puedo ir a Londres nomas porque sí. - El suspiró. Volvió a agarrarme ambas manos, depositando suaves caricias en ellas.

-Pero irás conmigo. Preciosa, es una oportunidad única.

Sam tenía más de dos horas tratando de convencerme para ir de viaje con él a Londres, ya que tendrá un evento de su trabajo en la sede oficial. Me moría por acompañarlo y conocer por primera vez Londres, pero tenía responsabilidades. Me senté en la cama de su habitación, y a los segundos, él se hincó frente a mí.

-Mira, solo iremos pocos días, ¿Si? Un día antes del evento y un día después, ¿Realmente no puedes librarte? - Lo pensé por unos segundos. Viéndolo así, era muy poco tiempo. Podría posponer mis pendientes por pocos días. Le sonreí abiertamente, y se tardó un poco en devolverme el gesto.

-Iremos a Londres. - Sam suelta un grito, emocionado. Me abraza pasando sus brazos por mi cintura y al mismo tiempo me levanta en el aire, dando al menos ocho vueltas antes de que me deposite en el suelo. Cuando estos lo hacen, suelto una risa mientras mis brazos pasan por encima de sus hombros, quedando en su cuello.

Deposité un beso contra sus labios, que rápidamente se encargó de repetir. Cuando nos separamos, tiene una sonrisa de oreja a oreja dibujada en su rostro, contagiándome la emoción.

-Tenemos que empezar a empacar. - El asiente, dejándome libre de su agarre, para empezar a buscar dos maletas de viaje.

En el tiempo que él hace eso, me encargo de llamar a mis padres avisándoles que tomaría un rápido viaje a otro país. Me costó un poco convencerlos ya que seguían algo resentidos conmigo, pero, a fin de cuentas, ya tengo 19 y estoy a nada de mudarme a mi propio apartamento, así que decidieron darme esta libertad. Volví a mirar hacia donde estaba mi novio felizmente empacando sus cosas. Una sonrisa llegó a mi boca.

Mi novio.

********

Llegamos a Londres después de muchas horas de vuelo. La mayoría del tiempo me encargué de ver por la ventana, ya que hacía mucho tiempo que no me he subido a un avión. Sam me miraba con una sonrisa cada que le señalaba algo de la vista que teníamos disponible. Me explicó que viaja muy seguido a Londres justo por estos eventos cada tanto tiempo, así que conocía de sobra la capital de Inglaterra.

Un taxi nos llevó al hotel donde nos hospedaríamos, el Holiday Inn. Cuando intenté preguntarle a Sam cuánto había costado, me dijo que no me preocupara y que disfrutara de la experiencia. Empiezo a creer que gastó una millonada solo por venir con él.

Las personas salían y entraban de las puertas deslizables color negro. En la recepción me sorprendió que el diseño del piso fuera tan brillante ya que muchísima gente se quedaba aquí, era de color dorado con detalles negros. Sam fue quien habló con el muchacho que estaba atendiendo y a los pocos minutos nos encontrábamos a la puerta de nuestra habitación por los próximos tres días.

Lo primero que vi fue que solo había una cama. Supongo que no es raro ya que Sam es mi pareja, ¿cierto? Tenía dos almohadas blancas grandes y otras dos más pequeñas de color caramelo. La sábana hacía juego con las almohadas grandes y la cobija con las pequeñas. Arriba de esta había un cuadro con la misma paleta de colores. Tenía el baño con excusado y regadera, junto a una mesita con cuatro sillas. No era nada del otro mundo, aunque realmente si estuviera en el otro lado, pero se veía muy sencillo. Conociendo a Sam sé que le costó bastante.

Serendipia (SAGA METANOIA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora