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—Vamos, habla, no tengo todo el día— La impotente voz del único omega macho presente, resonó en aquella habitación

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—Vamos, habla, no tengo todo el día— La impotente voz del único omega macho presente, resonó en aquella habitación.

—Nosotras nos retiraremos, ¿Bien?. Avísanos cualquier cosa, Sanemi— Avisó Kanae, recibiendo un asentimiento del peliblanco, a lo que ella junto a Aoi se retiraron, dejando solos a los pilares del agua y del viento.

—Listo, ya estamos solos, apresúrate y dime para que mierda viniste aquí— Espetó Sanemi con los brazos cruzados.

A Giyuu se le fue difícil encontrar las palabras adecuadas, más aún al recibir la mirada penetrante del Shinazugawa mayor. Se sentía... intimidado.

—Quiero.. formar parte de la vida del bebé. Se qué eso no enmendara mi error del todo, pero no quiero que nuestro futuro hijo o hija no tenga ninguna figura materna o paterna— El mayor (de edad) respondio, y aunque al omega no le convencía mucho, al parecer Giyuu decía la verdad.

—No, no quiero que mi hijo esté cerca de un infeliz como tú. Por si no lo sabes, Kanae cuidará del bebé, ella será su madrina, y pase lo que pase— Sanemi fue interrumpido por el alfa.

—Se que confías en Kanae, yo puedo admitirlo, ella es una buena y dulce omega, se que es la persona ideal para criar a nuestro hijo, pero jamás podrá tomar tu rol o el mío, quieras o no, Sanemi, está es la mejor opción, y lo sabes bien—

El de ojos amatista solo se le quedó viendo a Tomioka por unos segundos, mientras varios pensamientos cruzaban por su mente a la vez.

Carajo, lo había olvidado. 

Cuando un cachorro nace, obligatoriamente lo primero que se debe hacer es acercarlo a ambos padres para que reconozca sus olores. Esto es porque desde que se están gestando, los cachorros perciben el olor de sus progenitores, y si nacen y si ninguno de ambos padres está presente, el cachorro podría sufrir problemas de salud o en su integridad emocional. 

Giyuu tenía razón, si ninguno de los dos estaba presente en la vida de su bebé, podría sufrir, y Sanemi no quería eso, solo buscaba que aquel ser que se desarrollaba en su vientre, viviera en paz.

Parece que no le quedaba otra opción más que aceptar que Giyuu este en la vida del bebé, ¿No es así?

Pero claro, Sanemi pondría sus condiciones.

—Ugh, bien. Pero aún así, vivirá aquí en la Finca de las Mariposas con Kanae, tu puedes venir a ver a nuestro hijo para pasar tiempo con él, y si Kanae te da permiso tal vez quedarte a dormir o incluso llevarlo uno o dos días a tu finca, ¿bien?— El pilar del viento esperaba la respuesta de su ex-pareja, esperando que aceptara todas esas condiciones 

—Me parece justo, pero estoy con la duda de por qué no quieres que el bebé viva conmigo— Cuestionó el Tomioka alzando una ceja.

—Sigo sin confiar en tu omega, Tomioka, eso no ha cambiado— Respondió rápidamente Sanemi, pero sintió una opresión en el pecho al decir 'tu omega'.

ミ★ ¡𝘏𝘦𝘺, 𝘐'𝘮 𝘴𝘰𝘳𝘳𝘺! ★彡 |  𝘎𝘐𝘠𝘜𝘜𝘚𝘈𝘕𝘌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora